No pasa día sin que alguien o algo me dé un susto de esos de andar por casa, preocupado regando las macetas. No hay suficiente con el cambio climático, el agotamiento de acuíferos, el fin del petróleo, la crisis financiera… Estos días están liados con otra paranoia: la de la Inteligencia Artificial (IA) y sus peligros.
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