La tarea de repensar el sur, es una asignatura pendiente aún en nuestra latitud que, por supuesto, no realizarán los poderes gubernamentales, pero que tampoco hay indicios de abordarla próximamente las sociedades de esta vieja Europa. Siempre que se acerca la fecha del 12 de octubre de nuestro calendario, se renueva el neocolonialismo con un discurso rancio y ultranacionalista. Esa herencia colonial sigue viva a través de la explotación y el extractivismo del territorio Latinoamericano en el siglo XXI. Y no solamente está viva en la cuestión material, que sin duda es la más sangrante de todas, sino también en los imaginarios y las narrativas triunfalistas que celebran la conquista del continente americano defendiendo esa brutalidad como la única civilización posible.
Seguir leyendo Ni vencidos, ni dominados: Las resistencias indígenas a la conquista española entre el siglo XVI y XIXArchivo de la etiqueta: Historia
Leyendas negras
El facherío patrio es muy, muy pesado con la cuestión de la supuesta leyenda negra del condenado imperio español. Para los profanos, explicaré que se trata de una teoría sostenida por alguna corriente historiográfica, según la cual existiría abundante propaganda antiespañola y, al parecer, también anticatólica. No hace falta tener excesivos conocimientos para llegar a la muy obvia conclusión que la historia de la humanidad, y la de sus imperios colonizadores, es la de la subyugación de unos pueblos poderosos sobre otros, que lo eran menos. El hecho de que haya algo de verdad en la exageración, por parte quizá de otras con inicuo afán dominador, no elimina de un plumazo los muchas desmanes cometidos por el imperio español, junto a ese horror denominado evangelización, ni convierte en rosa su leyenda, tal y como pretenden los reaccionarios más interesados (o descerebrados). Hoy por hoy, la insistencia en la susodicha leyenda negra solo puede ser sustentada por los que niegan la posibilidad de una horizonte mejor para la humanidad en nombre de ese concepto tan bello que es la fraternidad universal; si queremos aprender un poquito de la historia, contextualizando los hechos, es precisamente para volver a dotar de sentido eso tan denostado llamado progreso moral, no para insistir en fastos celebratorios indignantes apoyados en descabelladas teorías conspiratorias para justificar lo injustificable.
Seguir leyendo Leyendas negrasPresentación del libro «El mito de las checas. Historia y memoria de los comités revolucionarios (Madrid, 1936)»

El próximo viernes 14 de octubre, Fernando Jiménez Herrera presentará en la sede de la FAL su nuevo libro: El mito de las checas. Historia y memoria de los comités revolucionarios (Madrid, 1936). Un estudio sobre las denominadas ‘checas’, bautizadas así por la derecha durante la guerra y la posguerra. El autor pone el foco en los comités revolucionarios para aproximarnos a una realidad, quizá, desatendida por la historia, alejándonos del mito construido desde el relato de los golpistas y respondiendo diferentes interrogantes.
Seguir leyendo Presentación del libro «El mito de las checas. Historia y memoria de los comités revolucionarios (Madrid, 1936)»La Internacional antiautoritaria de Saint-Imier en 1872
Los tiempos rebeldes necesitan de organización, de encontrarse y discutir sobre la humanidad, de obtener nuevas ideas consecuencia de arduos debates y también nuevas estrategias nacidas de la reflexión y el conflicto constructivo. Mientras se escribían las líneas de este artículo, se cumplen 150 años de un congreso internacional antiautoritario donde las ideas librepensadoras y el federalismo anarquista se debatían en la Europa de abajo y a la izquierda de aquellos tiempos. A finales del verano de 1872 se reunió por primera ocasión la Internacional de Saint-Imier, fundada por Mijaíl Bakunin y James Guillaume, tras ser expulsados en el Congreso de La Haya de la Primera Internacional.
Seguir leyendo La Internacional antiautoritaria de Saint-Imier en 1872Cuando lo principal es la ideología
No voy a extenderme mucho. Es agosto, se espera un otoño complicado desde el punto de vista económico (la política para mí es un campo minado de desconfianzas), pero ahora, entre olas de calor, se impone el «carpe diem» y que cada cual haga vacaciones a su medida (de bolsillo). El covid solo existe para los mayores de 60 años, solo de esa población se dan datos y no son malos (¿quién marca los márgenes de la maldad o bondad de los datos?).
Pero me estoy desviando del tema (o quizás no).
Seguir leyendo Cuando lo principal es la ideologíaDerrotados, pero nunca olvidados
En la entrada anterior, incidía en los que pretender apuntalar la historia negra del anarquismo, que describe a sus integrantes como una suerte de bestias sedientas de sangre. Justo es decir que, de manera muy localizada en tiempos muy convulsos y represivos, en los últimos años del siglo XIX y primeros del XX, hubo ciertas figuras que decidieron adoptar en el movimiento libertario la vía de la violencia; igualmente honesto es recordar que fueron decisiones de individuos aislados, que no pertenecían a organización alguna, por lo que no resulta significativa su historia como para estigmatizar a todo un movimiento. La inmensa mayoría de los anarquistas han rechazado el uso del asesinato, con seguridad la suprema forma de poder de un ser humano sobre otro; no obstante, igualmente justo es contextualizar, por lo que también podemos recordar que algunos comprenderán estos actos en su momento, fundados en el deseo de justicia y consecuencia a veces de la represión gubernamental, e incluso elevarán a la condición de mártires a sus responsables conmovidos por su sinceridad. Tal y como el historiador del anarquismo George Woodcock afirmó, por mucho que condenemos estos actos, a nivel moral y político, no se puede calificar a sus protagonistas de meros intrusos y forman también parte de la historia del anarquismo, aunque sea de forma puntual y decididamente trágica. No obstante, la realidad es que los anarquistas se han esforzado, precisamente, en erradicar toda forma de coerción y violencia en la vida social y política; así, hay siempre que precisarlo, junto a aquello de buscar siempre la coherencia entre medios y fines, por lo que ciertas vías deberían ser repugnantes al objetivo.
Seguir leyendo Derrotados, pero nunca olvidadosSobre historiadores y academicismos
Una de las cuestiones que resulta en volverse tarumba, en el contexto de este inefable país, son las diversas visiones contrapuestas sobre la historia contemporánea y, más en concreto, sobre el hecho convulso de una Guerra Civil provocada por el golpe de Estado del criminal Franco y sus secuaces. Así, y aunque la derecha política y mediática no apoye de forma explícita ya, aunque lo hiciera hace no tanto, a historiadores que justifican plenamente el alzamiento reaccionario, sí pretende establecerse un terreno ambiguo sobre el conflicto con el subterfugio de evitar un nuevo enfrentamiento fraticida, cuyas causas no tiene una explicación social y política, sino que escapan al común de los mortales. Esta imbecilidad, que ya fue agitada durante la llamada Transición con el fin de agitar el miedo y evitar la verdadera ruptura con la cruenta dictadura, no debería ser aceptada por nadie que tenga el cerebro mínimante oxigenado. Uno se pregunta cómo puede sostenerse, al día de hoy, este discurso si no es entre una población convenientemente aborregada hasta el mayor hastío banal y consumista. A poco que uno tenga algo de inquietud intelectual, está obligado a indagar en la historia y sacar una serie de conclusiones, y esto con la dosis suficiente de honestidad y dejando al margen, de forma algo razonable, las simpatías ideológicas que podamos tener. Uno de los libros que me hizo fascinarme por las ideas libertarias, allá por una temprana juventud intelectual, fue La ideología política del anarquismo español (1868-1910), de José Álvarez Junco, el cual nos da una idea de la complejidad y de lo avanzado de lo que pensaban los ácratas, nada que ver con las idioteces y falsedades sembradas a diestra y siniestra.
Seguir leyendo Sobre historiadores y academicismosEmma Goldman y la Revolución (rusa)
El espacio de la izquierda en Europa y Estados Unidos, a principios de la década de 1920, apoyaba la Revolución rusa. No obstante, Emma Goldman decidió no callar y denunciar el totalitarismo y la burocratización que se había producido con Lenin al frente del Partido Bolchevique.
Seguir leyendo Emma Goldman y la Revolución (rusa)Año nuevo de comunismo libertario. Huelga revolucionaria del Alt Llobregat y protestas de Arnedo en la Rioja en 1932
El año 1931 finalizaba en España tras haberse llevado de un plumazo a la carcunda monarquía borbónica, e instaurándose una República española que prometía reformas políticas y una sustancial mejora para las condiciones de vida de la clase trabajadora. Sin embargo, los políticos e intelectuales de clase media rápidamente vendieron como mejoras en medios republicanos afines algunas cuestiones que suponían pinceladas y que no pretendían subvertir el régimen caciquil, tradicionalista y de explotación instaurado. Las zonas rurales con miles de jornaleros concienciados ansiaban verdaderos cambios estructurales y una reforma agraria profunda. Si no llegaba mediante legislaciones a través de la movilización social del pueblo, las comunidades rurales de trabajadores no dudaban ni un instante en tomar las tierras en posesión de grandes terratenientes y trabajarlas colectivamente.
Seguir leyendo Año nuevo de comunismo libertario. Huelga revolucionaria del Alt Llobregat y protestas de Arnedo en la Rioja en 1932La compleja guerra civil española
Vaya por delante que lamento el temprano fallecimiento de la escritora Almudena Grandes. Dicho esto, me resultan inevitables unas reflexiones sobre su visión de la guerra civil, y por extensión sobre su imaginario político; no por una cuestión personal, y ni siquiera por poner en cuestión su calidad literaria, sino por resultarme dicha visión harto peculiar y ser el conflicto de una enorme complejidad, que llega hasta nuestros días de forma irresoluble y que siempre acaba por sorprender. Aclaro, también, que todos tenemos simpatías, las mías son los libertarias, aunque trato de mantenerlas lejos de idealización ni maqueísmo algunos; las de Grandes parecía estar netamente con los comunistas oficiales, dedicando gran parte de su obra a su memoria. Era así hasta el punto que no parecía tener fisuras su admiración por Juan Negrín, último presidente gubernamental de la República durante el conflicto, muy vinculado a los comunistas; efectivamente, Negrín ha sido ensalzado o demonizado, esto último por parte de la propaganda reaccionaria, pero también desde el bando republicano por su supuesta sumisión a la URSS, junto a su obcecación en extender una guerra ya perdida con el consecuente sacrificio de más vidas. Una muestra de la complejidad del conflicto con los enfrentamientos dentro del mismo bando republicano compuesto por muchas tendencias, por lo que difícilmente podemos observarlo de forma simplista y maniquea. Volvamos a Almudena Grandes. Por una parte, la escritora consideraba que, tras la muerte del dictador Franco, tenía que haberse restaurado la democracia en base a su propia tradición; en otras palabras, sobre la memoria de la Segunda República y, hasta ahí, podemos estar de acuerdo, aunque siempre aceptando las limitaciones y fraudes de una democracia parlamentaria y supuestamente liberal, tanto ahora como en los años 30, que viene a suponer una forma amable de dominación. No obstante, recordemos que los terribles anarquistas, tras el alzamiento militar, se lanzaron a combatirlo situándose al lado de los que defendían el sistema republicano e incluso terminaron por participar en sus instituciones. No obstante, nunca diría que los libertarios eran partidarios de esa forma de Estado que era la república, ni por supuesto tampoco de la democracia representativa, más allá de circunstancias históricas muy concretas, que les obligaron a combatir el fascismo de la forma más razonable y pragmática.
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