La participación de las mujeres en la cultura impresa anarquista a escala internacional fue imprescindible para la extraordinaria difusión de la prensa y producción editorial del movimiento libertario, desde finales del siglo XIX hasta principios del XX. Fueron mujeres que desafiaron las normas de clase y de género, mujeres que crearon proyectos editoriales y colecciones, editaron periódicos y folletos, tradujeron textos políticos y literarios. “Su participación se rastrea en las primeras planas y en las portadas, pero también en los talleres y las imprentas, y en las calles, distribuyendo publicaciones o cobrando suscripciones”. Así recibe la exposición ‘Moldeadoras de la idea: mujeres en la cultura impresa anarquista’, que, en las propias palabras de sus curadoras, “recupera ese trabajo intelectual y manual muchas veces invisibilizado, para recordar y homenajear a todas aquellas que llevaron a letra de molde las ideas de la revolución, la emancipación, la fraternidad y la igualdad, y que imaginaron un mundo absolutamente diferente del que conocían”.
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La A en un círculo. Pequeño dossier para disipar dudas sobre su origen
Podemos explorar e investigar exhaustivamente todos los archivos, retroceder en el tiempo tanto como nos sea posible y recorrer todos los continentes que, sin embargo, la realidad seguiría siendo tozuda: antes de abril de 1964, nunca una A en un círculo simbolizó la anarquía y el anarquismo.
Ningún cartel, ninguna inscripción mural, ni rastro alguno. No obstante, esta ausencia no encierra ningún misterio. Es tan simple como que dicho símbolo anarquista no podía existir antes de ser concebido, lo cual aconteció precisamente en abril de 1964.
Seguir leyendo La A en un círculo. Pequeño dossier para disipar dudas sobre su origenEl espeluznante peligro anarquista (y, ojo, nihilista)
Habitualmente, los ácratas nos lamentamos sobremanera de que las anarquistas son las ideas y prácticas sobre las que se han vertido mayores falsedades, y visto lo visto es posible que no lo suficiente. El caso es que uno, propenso a la indignación y presto a dar batalla a poco que se presente, se niega a acostumbrarse a esos numerosos embustes arrojados de manera continua sobre la historia de un movimiento que ha buscado, desde sus inicios, eso tan bello que es la conciliación entre la emancipación individual y la colectiva. Si embargo, por lo que veremos a continuación, esa ignominia no se reduce el pasado y es algo que al parecer llega hasta estos, si cabe, todavía mayores confusos tiempos en los que el sistema globalizado busca enemigos una y otra vez para mantener al personal distraído y temeroso. No me preguntéis por qué, pero recientemente cayó en mis manos un ejemplar de El Mundo, es posible que el rey de los diarios mendaces en este inefable país llamado Reino de España. El caso es que una entrevista a doble página de un fulano anglosajón, director de algo descrito como un think tank (sea lo que sea eso), provoca que un escalofrío recorra mi cuerpo, indecisa mi pobre persona al no saber muy bien a qué emoción corresponde, al ser titulada de la siguiente manera: «Temo un ataque cíber o biológico de un grupo terrorista anarquista».
Seguir leyendo El espeluznante peligro anarquista (y, ojo, nihilista)Revolución o colapso. Entre el azar y la necesidad, de Octavio Alberola
Revolución o colapso. Entre el azar y la necesidad, libro editado el año 2017 por Queimada, recoge las memorias de Octavio Alberola a través de artículos suyos escrito a lo largo del tiempo, muestras de un anarquismo libre de dogmas y heterodoxo, que llega hasta nuestras días, en los que se nos invita a repensar y reinventar la revolución a través de una llamada a la rebelión en un sociedad adormecida y seducida, en gran medida, una y otra vez por las instituciones. Seguir leyendo Revolución o colapso. Entre el azar y la necesidad, de Octavio Alberola
El deseo revolucionario y el activismo innovador
Al leer el interesante libro Desierto. Posibilidades para la libertad y lo salvaje en un mundo en colapso, con cuyo análisis y posturas podemos estar o no de acuerdo, especialmente por su marcado tono apocalíptico, se suscitan unas cuestiones primordiales para un auténtica transformación social y ecológica. Seguir leyendo El deseo revolucionario y el activismo innovador
Lo imprevisible
Los medios y los fines constituyen una unidad. Alguien se preguntará: «¿para qué luchar si ya soy libre?» .Y la respuesta es «Sólo es libre quien lucha. La muerte es el cese de toda necesidad, de todo conflicto». Pero la finalidad nunca se alcanza, puesto que la fuente fluye constantemente, empujando al concepto a nuevos horizontes. Si la libertad de la que se parte, no contiene ya la libertad a la que se aspira, el viaje es inútil, queda frustrado. Lo admisible ayer u hoy, no tiene por qué ser admisible mañana. En caso contrario, se impugnará totalmente la autonomía y capacidad de decisión e influencia de los individuos en la historia. La «disciplina» del libertarioa nace de la convicción interior, no de las soflamas o consignas de un ente político jerárquico situado en un «afuera» y presuntamente provisto de una clarividente perspectiva de conjunto de la realidad. Lo que la izquierda no puede entender y lo que jamás le perdonará a la anarquía es que ésta pretenda derrocar a toda autoridad por roja que se proclame. La lección más interesante de la revolución española de 1936 desencadenada por el estallido de la guerra civil son las comunas campesinas y, en sentido inverso, la burocratización y el gubernamentalismo de los que se postularon como dirigentes y representantes de la CNT. Surge así la cuestión de si, indefectiblemente, cualquier movimiento de masas, los espoleados por la lucha contra el poder inclusive, no acaba siendo partícipe de la lucha por el poder. Una lucha por el poder para la que la CNT no estaba aleccionada, porque esa es el ámbito de acción específico de toda organización jerárquica (los partidos políticos y su pugna por el dominio del estado). De esta manera, la CNT quedó en tierra de nadie, con unas bases revolucionarias y reacias a la colaboración y unos líderes poco aptos, pese al empeño que pusieron, para la lucha política tradicional, lo que quedó trágicamente expuesto en los hechos de mayo del 37 en Barcelona.
Puesto que, al margen de derrocar a toda autoridad, la anarquía no es un programa político. No dice como ha de ser la sociedad ni en cuatro años ni en veinte. La imprevisibilidad del futuro es la fuerza motora libertaria y a la vez, el aspecto más desconcertante para las gentes, acostumbradas a delegar su voluntad política y, por lo tanto ,su capacidad de influir en acontecimientos venideros. Toda una estirpe de especialistas -políticos, economistas, científicos, banqueros, burócratas- programan y planifican basándose en la pasividad de las masas y en la apropiación ilegítima de la autonomía individual y colectiva. Pero en una hipotética sociedad libertaria, ¿quién se atreve a afirmar que fórmulas organizativas van a desarrollar los individuos y los pueblos cuando todo el mundo tenga la posibilidad de participar en su construcción? Dentro de los anarquismos, existe desde el clásico obrero del anarcosindicalismo intentando infructuosamente concienciar a las masas, al individualismo solidario insurreccional, pasando por el -para mí, ilusorio- municipalismo libertario (propugnando una participación limitada en el sistema para socavarlo desde dentro, se obtiene que la participación en las elecciones municipales refuerzan el sistema democrático y forzarían mayormente al apoyo a partidos de izquierda como «mal menor») o el anti tecno-industrialismo de un Theodore Kaczynsky , el anarcoprimitivismo o el anarquismo postizquierda. Todas las corrientes tienen en común su antiautoritarismo, pero difieren bastante en sus teorías, medios y métodos. Hay quien piensa que la ciencia y la tecnología son básicamente neutrales y que bien orientadas pueden servir a la causa de la emancipación y quien las encuentra intrínsecamente nocivas para el ser humano, causantes de su esclavitud. Desde por lo menos los ludditas, que en los albores de la civilización industrial destruían las máquinas y las fábricas que los forzaban a convertirse en proletarios hasta la exaltación del trabajo como bien preciado y orgullo del individuo que podemos encontrar en el anarquismo decimonónico, estas contradicciones se han ido actualizando y agudizando hasta el presente. Lo apasionante del presente es el futuro, o lo apasionante del futuro es el presente.
V.J. Rodríguez González
Tomado de https://www.portaloaca.com/opinion/lo-imprevisible/
El “fin” de la sociedad capitalista
Acabamos un año que se ha llevado el demérito de ser el año con mayor número de asesinatos machistas desde que los últimos años fueran descendiendo. A 27 de noviembre de 2023 el número de mujeres muertas por “violencia de género” es de 55. En 2022 se cerró con la cifra de 50 asesinadas dentro de una relación, en 2021 fueron 49. Y en este dato no sé incluye el número de muertes de mujeres que, por ser prostitutas, mujeres sin familia que reclame su desaparición, etc.
Seguir leyendo El “fin” de la sociedad capitalistaBreves reflexiones sobre el papel de una revista anarquista
A lo largo de mi trayectoria como militante anarquista, siempre he mantenido una conexión muy fuerte con el mundo editorial. De hecho, fue precisamente a través de este medio como tuve mi primer contacto con el anarquismo, cuando cayó en mis manos un fanzine anarcofeminista que llevaba el sugerente título de «Barbie Destrozada». Ese material fue como un verdadero «balón de oxígeno» para mí, que vivía en la «atmósfera asfixiante» de Patos de Minas a principios del siglo XXI. El impacto que esa experiencia tuvo en mí fue tan profundo que rápidamente pasé de ser un simple lector a convertirme en editor, uniéndome a otras personas que acababan de descubrir el anarquismo para crear nuestro propio fanzine, al que llamamos «Eidos Info‐Zine».
Seguir leyendo Breves reflexiones sobre el papel de una revista anarquistaJEANINE Y MONTSE, UN RECUERDO INOLVIDABLE
El 7 de octubre de 2016 participé en Madrid en un acto de recuerdo de Francisco Granados y Joaquín Delgado, ejecutados el 17 de agosto de 1963. En aquel acto quisimos recordar que existió una oposición al franquismo que no se rindió nunca, que una parte de dicha oposición era anarquista y que en ella había mujeres como no podía ser menos.
Mi intervención giró en torno a algunas mujeres que a principios de la década de 1960 estaban integradas en el Movimiento Libertario en el exilio, una parte de ellas en la Federación Ibérica de las Juventudes Libertarias (FIJL) que a raíz del dictamen de 1961 creó el organismo conspirativo Defensa Interior (DI). La mayoría de las mujeres españolas eran hijas de militantes de la CNT y sus parejas también formaban parte del Movimiento Libertario. Las más mayores habían participado en la guerra civil, las más jóvenes no lo habían hecho por su edad, incluso había mujeres francesas, italianas o inglesas vinculadas al antifranquismo libertario. Sus nombres son menos conocidos que los de sus compañeros, en ocasiones desconocidos para la memoria, la historia y la genealogía anarquista y libertaria, en aquel acto quisimos rescatarlas del olvido, conocerlas y reivindicarlas.
Mi participación en aquel acto me dejó la impresión de que no sabía gran cosa sobre ellas y se presentó la ocasión de conocer más y mejor a aquellas mujeres[1] y a finales del mismo mes de octubre nos desplazamos al sur de Francia para entrevistarlas.
La pequeña comunidad de anarquistas octogenarias nos recibió extraordinariamente bien, nos invitaron a sus casas a comer y fueron generosas con sus recuerdos que compartieron conmigo que les hacía la entrevista y el cámara que las grababa. Una de las cosas que más me llamó la atención fue la humildad de las mujeres al contarnos su participación en la FIJL; era sorprendente la unanimidad en el comentario de que ellas no habían hecho nada y que no entendían porqué las queríamos entrevistar. Esta actitud, situadas siempre en segundo plano, encajaba perfectamente con lo que me dijo Tomás Ibáñez por correo electrónico los primeros días de noviembre de 2016:
«A la luz de los bienvenidos avances que ha aportado la lucha feminista en las últimas décadas no cabe duda de que la FIJL era una organización terriblemente machista (¡¡por ejemplo, si repasas la composición de las Comisiones de Relaciones de la FIJL—en “Insurgencia”— quizás te sorprenderá comprobar que salvo la compañera Rosa Vaqué en la CR de 1956 ninguna otra mujer ocupa cargo en el máximo órgano entre congresos de la FIJL !!).
Lo que no quería decir, ni mucho menos, que las compañeras no tuviesen criterio y no lo manifestasen en contextos más restringidos, tampoco significaba que no estuviesen tan o más decididas que los compañeros a correr riesgos o a contribuir a las tareas de la organización, pero permanecían en un segundo plano y casi todos lo encontraban “normal”».
Entre estas mujeres que conocí, dos me produjeron una grata impresión: Montse Turtós y Jeanine Lalet, ambas desgranaron con sencillez su participación de enlaces e informantes en diversas actuaciones entre España y Francia. En el caso de Jeanine, junto con su compañero Jordi Gonzálvo, formaban parte de la base fronteriza de Perpiñán con que contaba el DI. Esta base, formada por más personas, no se acostumbraba a implicar directamente en las acciones del DI pero sí de los pases clandestinos, tanto de personas como de propaganda.
Montse nos relató su vida personal y su acceso a las ideas libertarias de forma muy vivida, desprendiéndose de dicho relato su manera de entenderlas. En su casa y la de su expareja, José Morato, se realizaba desde hacía años una tertulia los domingos sobre la situación de España. En 2016 tuvimos la suerte de grabarla en su casa un domingo soleado en el jardín y de participar en la comida con un grupo que mantenía dicha tradición.
Estos recuerdos que conservo en la memoria han aflorado al tener noticia de la muerte de ambas: el 10 de diciembre de 2023 Montse, y quince días antes su amiga Jeanine. Que la tierra les sea leve.
Laura Vicente
http://pensarenelmargen.blogspot.com/2024/01/jeanine-y-montse-un-recuerdo-inolvidable.html
[1] El SP de CGT consideró relevante realizar entrevistas a las mujeres que vivían en Toulouse, Perpiñán y alrededores.
Libertad, autonomía y solidaridad: el devenir constante del movimiento anarquista
Lanzamos unas cuantas reflexiones sobre lo que es, y ha sido, el anarquismo; mejor dicho, el movimiento anarquista, ya que se caracteriza por la diversidad de ideas y de acción, por el constante devenir y la permanente reflexión, en busca de las mejores prácticas, algo que le garantiza como alternativa a todo sistema unificador y coercitivo.
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