Murray Bookchin y la ecología social

Bookchin es, incuestionablemente, uno de los grandes pensadores libertarios contemporáneos. Su visión de la ecología social, que vincula estrechamente el mundo social y político con la naturaleza, cuestionando las relaciones jerárquicas al considerarlas como una grave amenaza para la dinámica integración de la diversidad, merece ser tenida en cuenta ante los grandes problemas que afronta la humanidad.

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Al pueblo lo que es del pueblo. Décimo aniversario del movimiento 15M

Se cumplen diez años de la irrupción en la escena política y social del Estado español de un movimiento que ocupó las plazas de ciudades, barrios y pueblos; una oleada de indignados con el sistema económico y el régimen político que está estrechamente vinculada al nacimiento pocos meses antes y consolidación de nuestro periódico. En este texto queremos reivindicar que ha de reconocerse al pueblo lo que es del pueblo. Es nuestra historia de esta década, pero también queremos y debemos contribuir a una crítica y desromantizar necesariamente el movimiento 15M.

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Cocina para impostores (de izquierda)

Cuando en el siglo XIX los burgueses revolucionarios, partidarios de la democracia liberal, hablaban del derecho al voto, tenían miedo de concederlo a la clase trabajadora con este pensamiento racional:
«Si damos el voto a los pobres, elegirán a sus representantes, lograrán mayorías parlamentarias, legislarán a su favor, y acabarán con nuestro modo de vida libre, culto y refinado». Lo que pasa es que con el asunto de «elegir al que manda», no se siguen criterios de racionalidad filosófica, si no de sentimientos, emociones, miedos, sumisiones… La burguesía poco a poco se dio cuenta de que los trabajadores siempre votaban por sus amos, y que si votaban por trabajadores dejaban inmediato de serlo, y de este modo los parlamentos siempre beneficiaban una legislación acorde con los deseos… De los ricos.

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Emma Goldman y el placer de vivir. 81 aniversario de su muerte

Emma Goldman murió en Toronto el 14 de mayo de 1940, estaba a punto de cumplir 71 años. Su vida fue un torbellino de experiencias y de compromisos, vivió la vida de forma apasionada, diversa y contradictoria. Ella misma dijo en su autobiografía que «estaba hecha de diferentes madejas, cada una diferente a la otra en tono y textura», no se definía a través de una sola identidad, o «madeja», sino que su vida la componían muchas identidades que ella trataba de hacer convivir.

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Batacazo electoral

Anda la izquierda parlamentaria llorando por las esquinas tras el batacazo de las recientes elecciones en Madrid en las que la inefable Díaz Ayuso, literalmente, arrasó en las urnas. Vaya por delante que al que suscribe también le sorprende notablemente, primero, que la gente vaya a votar masivamente para elegir a los que mandan, y segundo, que lo hagan a una derecha tan repulsiva como la de este indescriptible país. Esto último, seguramente, parte de algún prejuicio y es posible que de una visión algo maniquea de la realidad política. De acuerdo, puedo admitirlo. No obstante, a la que le falta sobremanera el menor atisbo de intención autocrítca es a esa izquierda parlamentaria que se encuentra despotricando lamentándose de que los ciudadanos no tengan una conciencia despojada de distorsiones para elegir como mandatarios a los que van a acabar con las injusticias. Sí, es ironía. Así, los medios se han llenado de declaraciones en las que se alude, de manera directa o indirecta, a lo tontos que son los obreros de reducidos salarios que votan a la derecha, a lo muy alienado que está el personal, a su conciencia distorsionada y/o a que el concepto de libertad de la gente consiste en tomarse una cervecita en una terraza. Sí, la derecha lleva un porrón de años mandando en la capital del reino, pero hay que recordar que hay en la actualidad una coalición de progreso en el gobierno central y que Podemos, en franco declive a pesar de seguir acariciando el poder, iba a suponer la renovación de la política y el fin del bipartidismo. Mucha retórica para que todo siga igual.

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Berlanga, un mal español y un creador genial

Luis García Berlanga, otro de los nombres claves de la cultura contemporánea, falleción en 2020; este año 2021, se cumple su centenario y bien merece un nuevo reconocimiento. Un cineasta, tantas veces, genial, aunque algunos proyectos no tuvieran el resultado que merecían. Un anarquista burgués, oxímoron recurrente en su biógrafos, y producto tal vez de su no subordinación a filiación política alguna (en el sentido de militancia en un partido) y de su reiterada negativa a poner su firma en manifiestos colectivos.

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Negras tormentas

Negras tormentas agitan los aires… decía la mítica canción, y en efecto así fue. Una pesada chapa de plomo y de dolor se abatió sobre todo el país para sofocar la utopía que había animado al pueblo a tomar la calle y a levantar barricadas contra la barbarie. La distopía, el negro futuro que se vislumbraba en aquella canción, no tenía porque ser muy detallada ni dibujada con gran precisión, su sentido se manifestaba escueta y brutalmente en el infame grito atribuido, con razón o sin ella, a Millán Astray ¡Viva la muerte! ¡Muera la inteligencia!

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La política izquierdista del castillo de cartón piedra

Habréis observado que esta vez no he dicho ni pío en torno a la abstención en las elecciones en Madrid. Hice el firme propósito de no leer nada de los desbarres políticos alentando al Voto del Miedo. No he leído prensa, análisis, ni encuestas, más que nada por no encontrar reproches a la abstención, ya que entonces me encuentro en situación de responder, y quería evitarlo por salud mental. No. 

Pues bueno, ya tenéis los resultados de las elecciones en Madrid. Ya sabéis lo que ha pasado con los que decían que había que frenar al fascismo votando. Caray, que lo llevan diciendo lo menos desde hace diez años, y mientras más elecciones hay y mientras más voto se pide, más fascismo hay en las instituciones. Más que votar para frenar al fascismo, parece que se vota para que haya fascistas. Es más, el fascismo parece bien alimentado en las diversas democracias. Hay ultraderecha en Austria, en Alemania, en Finlandia, en Hungría, en todas partes. Incluso ese ultranacionalismo del que se nutren los fachas es el alimento habitual de millones de personas en Holanda, Reino Unido, Francia, Italia o EEUU. Yo he llegado a pensar que los que pedían frenar al fascismo mediante el voto, lo que en realidad estaban deseando es que apareciera de una vez, para que España fuese de alguna manera, una democracia de corte europeo.

Seamos claros, científicos, empíricos: mientras más elecciones hay, mientras más se clama contra el fascismo, mientras más se pone de tontos, cocainómanos, pirados, ladrones y malos gestores a las derechas coligadas con Dios, Patria y Rey, menos republicanos progresistas aparecen. Y eso sólo puede llevar a una conclusión: que el fascismo avanza, no porque la gente se abstenga. El fascio avanza porque la izquierda no convence.

La izquierda parlamentaria, la de verdad, la que gobierna, no consigue convencer a una enorme masa de abstencionistas, en su mayoría pobretones, de lo siguiente: de que su voto sirve para algo. Es así de simple: una limpiadora que está echando sesenta horas a la semana en una subcontrata, y que gana 600 euros al mes y que cotiza por treinta, con una semana de vacaciones al año, caso real… Tiene que tener mucha fe para ir a votar a una gente, que gana más que ella, que vive mejor que ella y que año tras año demuestran que gobiernan para los ricos en líneas generales, ya que a la hora de recaudar, estrujan al pobre sin mayores miramientos, mientras le cuentan con ojos de manga japonés, que sólo piensan en ellos y en ellas. 

El problema de la izquierda, uno de ellos, es el siguiente: la recaudación del Estado, sale del bolsillo de los trabajadores. Y el Estado del Bienestar y sus Ingresos Mínimos Vitales, son decorados de atrezzo, castillos de cartón piedra. Y ese engaño, evidente, tiene que pasaros factura electoral, y viva la virgen para los políticos que viven adosados, a la nómina, al discurso y al cargo.

Acratosaurio rex

Las propuestas económicas del anarquismo clásico

Uno de los pilares del anarquismo de Proudhon se asienta en el mutualismo, basado en sus experiencias directas con la clase trabajadora con el objetivo de adelantar un futuro de bienestar y justicia social; puede considerarse como la primera escuela económica anarquista, y así se reflejará en los seguidores de Proudhon en la Primera Internacional; según esta teoría, el Estado será sustituido por la organización de individuos según acuerdos voluntarios sobre una base de igualdad y reciprocidad.

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Pucherazos históricos

Ayer, en un momento tonto, me dio por hacer algo que afortunadamente apenas frecuento, que es echar un vistazo a lo que echan por las ondas televisivas. El caso es que hay un canal indescriptible denominado ElToro.TV, que creo que son los mismos de la Intereconomía de antes, y aparece un rostro de cierta familiaridad, que no era el otro que el del inefable Vidal-Quadras. Ex-pepero y fundador de Vox, lo cual creo que lo dice todo. El fulano no paraba de soltar inquina hacia la izquierda parlamentaria, especialmente hacia el PSOE, por eso del rollo histórico, y llegó a afirmar, creo que pretendiendo hacer un paralelismo con la actualidad, que en el 36 hubo un pucherazo y por eso ganó las elecciones el Frente Popular. Lo más gracioso del asunto es que este tipo, que pasaba hace unos años por ser una derecha civilizada, aseguraba ante la mirada de aprobación del peligroso tarugo Ortega-Smith, que «esta gente es capaz de cualquier cosa hoy, como ya hicieron en el pasado». Lo dice la misma persona que ya ha justificado en el pasado el golpe criminal de Franco, y sus secuaces, por considerar que la izquierda estaba radicalizada y la propiedad privada de los privilegiados corría serio peligro.

Nada nuevo para el mundo conservador-reaccionario, en este peculiar país, que se quiera cuestionar la limpieza de aquellas elecciones del 36, cuando la cruel dictadura franquista fue de lo primero que sostuvo para tratar de justificar su genocida alzamiento. Incluso, muchos anarquistas acudieron a las urnas en aquel momento ante la promesa de la izquierda de liberar a numerosos presos; no, no va a ser el caso ante las inminentes elecciones en mayo de 2021. La cuestión es que Vidal-Quadras, en una mezcla de patetismo e iniquidad, tratando de dar una base sólida a sus aseveraciones, mencionó que ya se había demostrado en cierto libro, llamado, claro, 1936. Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular. Por supuesto, el título ya lo dice todo y la maquinaria mediática más reaccionaria se apresuró a publicar titulares congratulándose de que, al fin, se hubiera demostrado lo que justifica al generalísimo Franco y demás caterva de homicidas. Por supuesto, la inmensa mayoría de historiadores se mostró contraria a la tesis del libro oscilando entre la descalificación por maniqueísmo y una mayor profundidad en la crítica para tratar de desmontarlo. Hubo, claro, alguna paupérrima excepción como la del norteamericano Stanley Payne, cuyos obras antaño parecían tener cierto valor, pero que de un tiempo a esta parte parece haberse pasado al lado oscuro e incluso se le puede ver en saraos con la derecha española más reaccionaria.

La realidad es que hay infinidad de libros sobre historiografía, sosteniendo tesis antitéticas, lo cual resulta no pocas veces sorprendente, aunque creo que lo de este inenarrable país ya resulta patológico. Según nuestras simpatías, podemos valorar unas u otras obras sin perder la perspectiva mínimamente objetiva, y es posible que haya ciertas tendencias, oficiales y academicistas, que puedan ser ser muy criticables. De eso, los ácratas sabemos mucho y, afortunadamente, y por supuesto con mayor o menor fortuna, hay y siempre ha habido militantes e historiadores que se han esforzado en recuperar la historia del anarquismo, la de los perdedores entre los perdedores. Por otro lado, si necesitamos seguir manteniendo una ficción histórica, hay que demonizar de forma pueril y esquemática a la Segunda República y el Frente Popular, algo pertinaz en la diestra hispana. Eso es algo ajeno a la visión libertaria, que pasaba por insistir empecinadamente en una cuestión social que nunca tuvo solución, por lo que tuvo que mostrarse forzadamente crítica con un periodo histórico, esperanzador ante el atraso intolerable del país, pero decepcionante en muchos aspectos. Lo que está claro es que una cosa es mostrarse crítico con la historia, tratar incluso de ahondar en desconocidos recovecos que se han ignorado u ocultado, y otra muy diferente aceptar unos lugares comunes, que tampoco son nada nuevo entre la carcunda, ficción construida para legitimar la dictadura franquista y sus consecuencias. Como, y no creo caer en el maniqueísmo con ello, el público conservador-reaccionario en este país es bastante acrítico, la cosa les suele funcionar a día de hoy tratando de aferrarse patéticamente al poder. Esa es, de forma obvia para el que tenga mínimamente oxigenado el cerebro, la estrategia.

Juan Cáspar

Un espacio en la red para el anarquismo (o, mejor dicho, para los anarquismos), con especial atención para el escepticismo, la crítica, el librepensamiento y la filosofía en general