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Murray Bookchin y el marxismo

Murray-Bookchin-Marx-Marxismo-Anarquismo-AcraciaSiguiendo el folleto de Bookchin, ¡Escucha, marxista!, de reciente edición este año, repasamos la valiosa visión de Murray Bookchin sobre el marxismo; lo que ha aportado de válido a la teoría revolucionaria y lo que sencillamente se ha demostrado falso, pero desgraciadamente sublimado de forma acrítica por sus seguidores más doctrinarios

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Bookchin, la historia y la civilización

No se andaba con rodeos Murray Bookchin y lanzó en más de una ocasión un ataque furibundo contra los que denomina «intelectuales posmodernistas» y las convenciones culturales creadas por ellos, derivadas de un relativismo social, político y moral. Abunda Bookchin en epítetos sobre las características de este conjunto relativista, aunque el que subscribe no desea reproducirlos sin más, por requerir de las debidas matizaciones. Los autores posmodernos critican una visión teleológica de la Historia, mientras que Bookchin sigue reclamando un sentido histórico (lo cual, no supone una reivindicación de ningún proceso) en aras de una sociedad racional.

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El progreso y los anarquistas

A propósito de ciertas tendencias, en la actualidad, de devastadora crítica al progreso, y a otros conceptos propios del proyecto de la modernidad como es el de «revolución», resulta importante y revitalizador revisar el pensamiento de autores libertarios al respecto.

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Anarquismo social o anarquismo como «estilo de vida»

Anarquismo social o anarquismo personal. Un abismo insuperable es un libro de Virus, que recupera un texto de Murray Bookchin de 1995. El ensayo fue escrito en un momento, tal y como el autor considera, en el que el anarquismo se encontraba en un punto de inflexión dentro de su larga y agitada historia. Aunque discrepemos con algunas de las cosas que Bookchin sostiene, estaremos de acuerdo en esencia en que las ideas anarquistas son, y deben ser, eminentemente sociales.

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Murray Bookchin y la ecología social

Bookchin es, incuestionablemente, uno de los grandes pensadores libertarios contemporáneos. Su visión de la ecología social, que vincula estrechamente el mundo social y político con la naturaleza, cuestionando las relaciones jerárquicas al considerarlas como una grave amenaza para la dinámica integración de la diversidad, merece ser tenida en cuenta ante los grandes problemas que afronta la humanidad.

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¿Anarquismo o barbarie?

El desarrollo económico, técnico y del saber del mundo ha roto, en el mundo en el que vivimos, las morales y las ideologías dejando a los humanos en “pelota” doctrinal. En situaciones de crisis como esta, por comodidad y urgencia, se suele recurrir a doctrinas que están en la buhardilla de los modos de pensar envejecidos. Y por eso aparece hoy en día de nuevo, en los medios intelectuales, la solución nihilista. Que al negar los valores en general parece que explica lo acaecido, cuando en realidad únicamente ofrece un relativismo que llega, al negarse a analizar críticamente el mundo, a una parálisis progresiva de la acción que sobre el mundo podríamos ejercer. El nihilismo actual, heredero del de Nietzsche a través, entre otros, de Foucault, es una vía, la más fácil y casi natural (pues es un dejarse ir) de ocultar la estructura de la sociedad actual y así evitar el tener que proponer una vida nueva que contrarreste eficazmente, término este muy odiado por estos relativistas, los efectos nefastos de esta sociedad.

El nihilismo de hoy está convirtiendo a algunos anarcos en anarco-plañideras, que se limitan a denunciar el mal, ya que esta cuasi-doctrina considera el Poder como algo invencible ante el cual sólo queda el recurso del gemido. El miedo ante ese Poder, que ellos magnifican, les hace olvidar los intereses comunes y “resuelven” sus problemas en oraciones breves y fervorosas, en jaculatorias sollozantes. La anarquía puede quedar reducida a un simple “Muro de las lamentaciones” donde se dan cita, para llorar, los neo-nihilistas de ahora. Todo quedará en gritos y llantos.

El mal, en lugar de localizarlo en el mundo real que nos rodea, se cristaliza en conceptos a los que se concede un estatuto de realidad. Es que este fundir en uno el nombre y la cosa nombrada ha sido una característica del nihilismo desde siempre. Se llega así a un “intelectualismo” que gusta por lo fino que es, ya que con él podemos jugar “in mente” con los conceptos-problemas, sin necesidad de mancharse las manos ni sudar.

Dice Bookchin que su inquietud hoy, no reside en la ausencia de garantías de que aparecerá una sociedad libertaria sino en “si alguna vez de luchará por ella”, en un período tan desesperado y decadente.
 El sólo maldecir el mal que se nos hace, sin oponer una resistencia activa, conduce, querámoslo o no, a pedir un “salvador”, alguien que nos “dé la libertad”. Pero lo que los anarquistas querían era, precisamente, la supresión de las donaciones.

Hay que luchar por nosotros, no llorar por nosotros.

Antonio López Campillo
Prólogo al libro Historia, civilización y progreso, de Murray Bookchin

El municipalismo libertario de Murray Bookchin

Repasamos la visión de Bookchin sobre el municipalismo libertario, que tiene como objetivo la autogestión de la comunidad social; para ello, aprendemos una serie de conceptos clave para educarnos en el terreno político y no seguir perseverando en los errores de un sistema de representación incompatible con formas de democracia directa en las que las asambleas de ciudadanos tomen un pleno Seguir leyendo El municipalismo libertario de Murray Bookchin

¿Por qué el mundo ignora a los kurdos revolucionarios en Siria?

kurdos-revolucionarios-siria-david-graeberEn la zona donde se desarrolla la guerra de Siria, el Estado Islámico está a punto de deshacer una experiencia democrática. Que el resto del mundo no sea consciente de ello es un escándalo.
En 1937, mi padre se apuntó voluntario a luchar en las Brigadas Internacionales para defender la República española. Un intento de golpe de Estado fascista había sido aplastado temporalmente por la revuelta de los obreros, dirigida por anarquistas y socialistas. En una gran parte de España a ello le siguió una verdadera revolución social, instaurándose en ciudades enteras una gestión democrática directa, poniendo las industrias bajo el control de los trabajadores y Seguir leyendo ¿Por qué el mundo ignora a los kurdos revolucionarios en Siria?