Dentro de su impagable colección ¡Vaya timo!, la editorial Laetoli nos ofrece este título, que sostiene que la figura de Jesucristo es falsa, aunque no por ello hay que considerar que no existió.
Resulta falsa porque se ha construido, si bien con una base histórica real, en base a notables mistificaciones. Así, si bien se considera que Jesús fue real y vivió en Palestina hace 2.000 años, Seguir leyendo Jesucristo ¡vaya timo!→
Se nos ha muerto Javier Krahe, o lo que es lo mismo, se nos ha muerto una parte de nuestras vidas. Muchos crecimos y enriquecimos nuestra conciencia con sus canciones cargadas de irreverencia, sarcasmo e ironía. A diferencia de otros muchos instalados en el drama permanente, el humor era su seña de identidad a la hora de enfrentarse igualmente a la odiosa realidad del poder y sus vasallos. Y aprendimos su efectividad con la censura por TVE en 1986 de aquella valiente obra de arte llamada Cuervo Ingenuo. Seguir leyendo Muere un juglar→
John Leslie Mackie (1917-1981) fue un brillante filósofo australiano, especializado en metaética y partidario del escepticismo moral, conocido ateo y participante en jugosas polémicas al respecto. En Dios no existe (peculiar traducción para The portable atheist, recopilación de textos realizada por Christopher Hitchens), se incluye un texto de Mackie sacado de su obra El milagro del teísmo: argumentos a favor y en contra de la existencia de Dios.
Ahora mismo, en la ciudad de Pamplona, en su Catedral, puede verse una exposición llamada Occidens. Se trata de una alabanza, no demasiado encubierta, del Occidente cristiano. Propaganda burda de la Iglesia Católica, vamos.
Es habitual escuchar el argumento, por parte de personas religiosas (Ratzinger lo utilizó en diversas ocasiones y el nuevo pontífice, a pesar de su pelaje progre, estoy seguro que no tardará en hacerlo), relativo a que fue la ausencia de Dios la que dio lugar a los horrores provocados en el siglo XX por regímenes como el nazi o el estalinismo. No es que merezca mucha profundización dicha afirmación, ya que no solo es simplista, también sumamente distorsionadora, pero dado que hay que tantas personas que siguen vinculando moral a religión merece alguna atención. Esto es así porque la substitución de un dogma por otro, y es posible que algunas ideologías hayan encontrado un terreno fecundo en la mentalidad religiosa para desarrollarse, es el auténtico problema.
Jean Bricmont dijo lo siguiente: “La existencia de Dios, de los ángeles, del cielo y del infierno, o la eficacia de la oración son aserciones de hecho; y si las retiramos de veras, es decir, si admitimos que son falsas, entonces no sé lo que queda del discurso religioso: ¿cómo crear, por ejemplo, sentido o valores diferentes a los de los ateos partiendo de la misma base factual? (…) Supongamos que retiramos de la religion la literalidad de la Biblia, la eficacia de la oración y las demás cosas de las que podría surgir el conflicto con la ciencia (en la esfera de los hechos) ¿qué nos queda? O bien aserciones puramente metafísicas que no interesan a casi nadie, o bien aserciones puramente morales”. Pero ¿en qué diferirá esta moral de una moral no religiosa si abandonamos todos las aserciones de hechos, los castigos divinos aquí y en el más allá, el interés de Dios por sus criaturas y demás?
La relación de Proudhon con la religión es, tal vez, algo ambigua. Parece ser que Daniel Guerin llegó a decir que el pensador francés no se liberó nunca por completo de su formación cristiana. Una obra como Proudhon y el cristianismo, de Henri de Lubac, da muestra de esa ambivalencia o múltiple lectura que puede tener su obra. Por un lado, se admite en ese libro que el autor de Filosofía de la miseria fue el gran adversario de la fe religiosa en el siglo XIX, y sin embargo le dedica todo un libro, bien es verdad que tratando de llevar a su terreno ciertas nociones.
El muy combativo ateo Michel Onfray declaró una vez que la creencia en Dios se asemeja a la de pensar que Papá Noel o Santa Claus existen. Aunque estas argumentaciones resulten atractivas y escandalicen en según qué contextos, no soy muy amigo de simplificar así la cuestión. Aunque solo sea por la implicaciones que tiene la idea de Dios, no resulta muy apropiado compararla con otras supersticiones y personajes de ficción. A lo largo de la historia, el Seguir leyendo Los problemas que conlleva la idea de Dios→
¿Qué hay de cierto en lo que aseguran los pensadores posmodernos? La posmodernidad se caracteriza por la crítica a cualquier discurso totalizante, algo que debería poner en cuestión a las religiones y a todo tipo de dogmatismo. Lejos de esto, lo que llaman «época posmoderna» ha abierto la puerta a toda suerte de creencias espirituales y seudocientíficas. ¿Existe algo llamado «anarquismo» posmoderno? Defendemos que las ideas libertarias, con su huida de toda solución definitiva y de toda trascendencia, y con su convicción en la transformación de la vida para abrir nuevas posibilidades inmanentes, han sido la excepción entre las corrientes surgidas en la modernidad
Johann Most (Alemania, 1846 – EE.UU., 1906) fue, seguramente, el difusor más importante del anarquismo revolucionario en los EE.UU. La originalidad de sus escritos, que no carecen de erudición y claridad conceptual, radica especialmente en la plasticidad de sus imágenes retóricas y en la fuerza (violencia, podríamos decir) de su estilo. Seguir leyendo Most→
Un espacio en la red para el anarquismo (o, mejor dicho, para los anarquismos), con especial atención para el escepticismo, la crítica, el librepensamiento y la filosofía en general