Sobre los espacios en blanco de un libro guardado en una vieja biblioteca anarquista, alguien dibujó en lápiz un carro que estalla en pedazos, una muchedumbre en movimiento y un hombre vestido con harapos, armado con una bomba encendida. El anarquismo suele convocar ese tipo de imágenes, de estallido o de explosión. Sin embargo, con apenas una primera exploración del mundo libertario surgen otras imágenes acaso tan potentes e incendiarias: su pretensión de revolucionar las formas de amar y las relaciones entre los sexos. Fiel a su vocación de discutir todas las formas de autoridad, el anarquismo debatía al mismo tiempo sobre el amor libre y la huelga general, sobre la emancipación de la mujer y la lucha de clases, sobre las vicisitudes de un atentado y la destrucción del matrimonio burgués.
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Reflexiones de un anarquista de salón
Esto de ser un ácrata, además con tendencias nihilistas, no es fácil. No es nada fácil, en serio. Como uno no tiende, precisamente, a ocultar su lúcida condición y le gusta la polémica para tratar de agitar las plácidas aguas existenciales, está sometido a toda suerte de gratuitos comentarios y no pocos improperios. Veamos algunas anécdotas totalmente reales. Recientemente, he comenzado a trabajar (no diremos en qué) con un tipo interesante, de origen argentino y ya afincado en el reino de España desde hace muchos años, que a poco que intercambiáramos algunos pocas reflexiones políticas se pudo comprobar de qué pie cojeaba cada uno. En su caso, de la pierna zurda, en el mío la cosa no estaba tan clara para alguien con un pueril e irritante afán polarizante. Aclararé que las personas de izquierdas, con toda la subjetividad de la que soy capaz, me siguen pareciendo infinitamente más interesantes que las conservadoras o reaccionarias (no hablaré de una derecha liberal e ilustrada, prácticamente inexistente en este inefable país). Al menos unas, equivocadas o no en cómo hacerlo, se esfuerzan en tratar de cambiar las cosas (a mejor, se entiende), mientras que otras tienden sin más a apuntalar el estado de las cosas y a los suyos en el poder (claro que, esto algunos izquierdistas, también). Sea como fuere, y ya sin etiquetas, tratemos de tender a cuestionar y no a aceptar acríticamente el estado de las cosas (valga también para los progres, máxime con este gobierno que tenemos y sufrimos a falta de algo peor).
Seguir leyendo Reflexiones de un anarquista de salónPrecauciones a tener en cuenta, en esto de los desastres y catástrofes
¿Qué es lo que pasa cuando un Gobierno Popular llega al poder? Pues que lo que quiere es que le hagan palmas sus seguidores. Con el trabajo que cuesta llegar a mandar… ¿En qué se transforma esa peña? En una camarilla que intentan influir en los «asuntos de Estado» ¿Y en qué se convierten los que están todo el día criticando lo que hace el Gobierno? Pues en una pandilla que se asocia con fines delictivos y/o embaucadores. Así que te lees la prensa, y compruebas que el 95% de los titulares en nada interesan a los mortales comunes, que queremos agua caliente, papel higiénico y dentista (que son las mis cosas mejores de la vida). A ver, ¿A mí qué me importa que Bolsonaro conspirase para asesinar a Lula? Es como pretender que el Conde Drácula no beba sangre humana. En fin. Así es la aristocracia.
Os comento una noticia que sí es curiosa. En los países del Norte de Europa, los gobiernos están repartiendo a la población folletos en los que se les dan instrucciones para comportarse debidamente en caso de guerra o catástrofe (1).
Las guías finlandesa y noruega van en el mismo sentido. Y otros países fronterizos con la Federación Rusa actualizan su cartilla de cara a que la población sepa enfrentarse a situaciones como que haya una epidemia, que no te paguen (horreur), que se vaya la luz, ataques terroristas, guerra nuclear y guerra convencional, cortes de agua, envenenamiento de acuíferos, inundaciones, caída de internet, noticias falsas, ¡caídas de internet!… En la red podéis escuchar los diversos tonos de las alarmas de sirena uaaaaauuuuu y su significado. Se realizan simulacros para que la población se acostumbre y salga de najas en caso de que vaya a caer un misil intercontinental con varias bombas atómicas. Cosas así. Cada barrio tiene una especie de «punto seguro», y si no existe te explican cómo cavar un agujero, meterte bajo un puente o en el garaje de la urbanización. El sonido de las trompetas, es acojonante. Se acabó el estreñimiento. Así se debió de sentir Ulises atado al mástil.
Se recomienda además que acumules agua y comida pa aguantar al menos una semana. O sea, que a comprar latas de fabada y a guardarlas en el cuarto la agüela. No explican dónde hacer la caca. En fin, una delicia.
Aquí en el sur no tenemos ese problema, es decir que si hay guerra o nos bombardean, ni nos enteraremos. Todos muertos y se acabó. Luego tanto gobierno como oposición, y sus respectivas camarillas y pandillas, se dedicarán a tirarse los trastos unos a otros eludiendo responsabilidades, y despotricando que la culpa la tienen los otros. Y por supuesto, la izquierda dirá que la culpa de tó la tiene el comodín de los EEUU. Lo que pasa es que como Trump dice que va a acabar con la guerra y va a enflaquecer la OTAN…, les va a quitar discurso a los rojillos, que están cada día más perturbaos, como que no saben pa dónde tirar, que tienen una idea y resulta que se la ha quitado hace un par de meses un nazi.
¿Que qué podemos hacer? Amigos y amigas, la salida a todo este cacao, es el anarquismo. ¡Claro que sí! El anarquismo es organizarnos al margen de esta pandilla de desnortaos y pandilleros, es meter la cuña en las luchas sociales, por la vivienda, contra la guerra, contra la pobreza, contra la dominación, incrementando la resistencia a todo poder y autoridad.
Acratosaurio rex
https://www.alasbarricadas.org/noticias/node/56002
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NOTA
(1) «En los últimos años, la situación mundial ha empeorado drásticamente. En nuestro entorno se están librando guerras y los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más habituales. Se están utilizando amenazas terroristas, ciberataques y campañas de desinformación para debilitarnos e influirnos. Suecia se ha unido incluso a la alianza de defensa OTAN… Para resistir estas amenazas, debemos permanecer unidos y asumir la responsabilidad de nuestro país. Si nos atacan, todos debemos ayudar a defender la independencia de Suecia y nuestra democracia. Construimos resiliencia todos los días, juntos. Usted forma parte de la preparación general de Suecia para emergencias».
https://www.msb.se/en/advice-for-individuals/the-brochure-in-case-of-crisis-or-war/download-and-order-the-brochure-in-case-of-crisis-or-war/
Todas las imágenes son cortesía del gobierno sueco. De su folleto en inglés pa residentes.
Repensando la relación entre anarquismo y territorio
Un puntito amarillo en un mapa de otros colores. Eso era: un puntito amarillo que marcaba el único sitio donde se extraía oro en España. El mapa ilustraba el tema sobre la minería española que incluía mi libro de Sociedad, la asignatura vinculada al aprendizaje de ciencias sociales.
Seguir leyendo Repensando la relación entre anarquismo y territorioCambio climático y la DANA Valenciana
Vaya por delante que empatizo con las personas que de una manera trágica (pérdida de seres queridos), penosa (pérdida de bienes materiales: viviendas, negocios, coches, etc.) o desdichada, han vivido un suceso de «gota fría» tan terrible como el sucedido en la provincia de Valencia (29 de octubre de 2024). Vivo también en el Mediterráneo y conozco, sin haber vivido una experiencia tan límite, el miedo que causan esas tormentas ahora denominadas DANA (siglas de una Depresión Aislada en Niveles Altos).
Seguir leyendo Cambio climático y la DANA ValencianaLos valores del imaginario anarquista
Lejos de todo tipo de determinismo, ni el que insiste en condiciones objetivas y económicas, ni el que se alimenta de toda voluntad poder, los movimientos anarquistas trabajan por un imaginario social opuesto a toda forma dominación en el que las personas se involucren en los procesos sociales instituyentes (con la permanente crítica a lo instituido).
Sobre una forma de contrarrevolución que está en marcha
Quienes nos proclamamos revolucionarios deberíamos saber que, si tomar nuestros deseos por realidades es engañoso para nosotros mismos, aún resulta más perjudicial cuando intentamos propagar social y políticamente ese autoengaño revistiéndolo con el ropaje de lo factual.
Sin duda, debemos celebrar como una importante muestra de rebeldía y de dignidad popular el hecho de que el pasado 27 de septiembre decenas de miles de personas se movilizaran en todo el país para protestar con rabia por el genocidio que Israel está cometiendo en Gaza. Como suele ser habitual estos últimos años, buena parte de las manifestaciones estaban compuestas por un gran proporción de personas jóvenes, muchas de ellas mujeres.
Seguir leyendo Sobre una forma de contrarrevolución que está en marchaLa voluntad del pueblo
Somos críticos con toda visión teleológica, y aun suponiendo que la historia tenga algún sentido, tal como se manifiesta en el prefacio de La voluntad del pueblo, las personas que componen los movimientos sociales pueden cambiar esa orientación gracias a las ideas y a la consecuente acción transformadora.
Actualidad del anarquismo
Cuando miramos lo que queda del glorioso y espectacular movimiento anarquista cuya plenitud podemos situar entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX nos adviene la tristeza y la nostalgia, pues no está de actualidad. Esos 100 años de anarquismo vieron las obras teóricas de Bakunin, Kropotkin, Proudhon o Malatesta, junto a obras prácticas como la Comuna de Paris o las comunidades anarquistas en la España de la guerra civil en Cataluña y Aragón. Produce pena que hoy no haya pensadores como aquellos ni gestas como aquellas, pero, precisamente, el anclaje del anarquismo en esos pensadores y hechos, son los que impiden que ahora haya otros semejantes.
Seguir leyendo Actualidad del anarquismo¡Enajenados!
Uno de los subterfugios habituales, de los optimistas antropológicos, y no digo que yo me aleje siempre de semejante condición, es pensar que hoy existe más enajenación que nunca. Esto es, creo, cuando el personal se siente extraño a sí mismo, sus actos ya no le pertenecen y los mismos pasan a convertirse en dueños de la persona, la misma acaba subordinándose a ellos e, incluso, los termina por idolatrar. Si lo queremos expresar de otro modo, podemos poner sobre la mesa factores de toda índole para excusar que la gente se comporte como auténticos gilipollas. De esa manera, el común de los mortales estaría dominado por determinadas fuerzas externas, que le empujan a situarse en una realidad ajena, desgraciadamente, bastante imbécil, que le empuja a realizar una estupidez tras otra. Autores sesudos aseguran que esta situación de produce con el desarrollo del capitalismo y de la sociedad de consumo, y no decimos de entrada que no sea así, aunque se nos antoja un poco abstruso el discurso. El principal problema que observo con este análisis es que, si consideramos que el ser humano tiende a realizar una conducta digamos «desviada«, no propia del ser humano, es porque debería existir un comportamiento «correcto». Mucho suponer. Ojalá sea así, de ahí mi inevitable y ocasional optimismo, aunque es inevitable pensar que, al margen de que exista la más mínima posibilidad para un comportamiento extendidamente racional en la especie humana, no hay duda de que también existen condiciones inherentes para que, al menos una mayoría, se comporte como una manada de borregos.
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