«Ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases» es la máxima esgrimida, desde algunos movimientos sociales, frente a cualquier conflicto bélico. Bueno, frente a cualquiera tal vez no, ya que en algunos casos se mezclan los conceptos, como es el caso de la Guerra Civil en este bendito país, que muchos califican en realidad de guerra entre clases. Por supuesto, el facherío patrio y lo que no es el facherío se esfuerzan en calificarlo de conflicto fraticida negando la brecha social e insistiendo en esa simpleza reduccionista de las dos Españas. Pero, reflexionemos en el texto de hoy, con indisimulable lucidez y visible agudeza, sobre las guerras, el pacifismo y el antimilitarismo. Particularmente, y dejando de momento mayor profundización en lo moral e ideológico, desde que uno tiene uso de razón ha vinculado el militarismo con el, efectivamente, enfrentamiento cruento entre pueblos; por muchas vueltas, o justificaciones históricas que se le quiera dar, me resultan repulsivamente indiferentes al dolor ajeno los que, abiertamente reaccionarios, lanzan loas a las hazañas bélicas en nombre de la patria en cualquier momento histórico. Léase el concepto de patria, por mucho que se le quiera dar otra acepción más ambigua aludiendo incluso a la fraternidad, como comunidad humana férreamente unida y jerarquizada en torno a un Estado-nación, cuyo brazo armado es precisamente el ejército. De forma quizás menos paradójica de lo que pueda parecer, y al menos en este indescriptible país, este tipo de humanos patriotas, amantes de lo castrense, suelen ser también fervorosamente religiosos; insistamos de nuevo en lo evidente, patriotismo (¿nacionalismo?) y religión, los conceptos que han abierto mayores brechas entre los seres humanos, algunas de las cuales en forma de ríos de sangre. Aclararemos que la fraternidad solo puede tener aspiraciones universales y no solo entre miembros hermanados por el mismo accidente geográfico empujados al enfrentamiento con otros nacidos en tierra extraña.
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En defensa del anarquismo, o la falta de legitimación del Estado
El anarquista es un escéptico o incrédulo. Hay quien afirma que (casi) toda la historia de la filosofía política ha sido un esfuerzo para justificar la «autoridad de la coacción legítima». La mayoría de las personas creen en el Estado sin cuestionarse de donde mana la obligación de obedecer la ley.
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Cuba: la economía cambia, el Estado autoritario sigue…
En respuesta a las últimas manifestaciones pacíficas de disidencia de finales de 2020 y de comienzos de 2021, el régimen ha anunciado la ampliación de la normativa sobre medidas de seguridad, prohibiendo las concentraciones en los barrios habaneros donde habitualmente vive y trabaja la poderosa élite cubana: las zonas de ministerios de Estado y edificios gubernamentales, así como de tiendas para turistas.
Seguir leyendo Cuba: la economía cambia, el Estado autoritario sigue…Canarias, la cárcel más grande del Estado
La ubicación geográfica de Canarias la coloca de forma natural en las rutas migratorias habituales para salir del continente. Su situación en el Atlántico la ha convertido también en un punto de conexión tricontinental, un lugar de paso histórico en la travesía de Europa a América. El volumen de emigración canaria fue enorme desde el siglo XVI hasta el XX y aún hoy mantiene diásporas destacables en países como Cuba, Puerto Rico o Venezuela (llamada durante mucho tiempo en Canarias “la octava isla”). La afirmación de que habían más canarios viviendo fuera de las islas que en ellas fue un lugar común a principios del siglo pasado.
Seguir leyendo Canarias, la cárcel más grande del EstadoUn juicio
En unas semanas seré enjuiciado y también, indudablemente, condenado. Se me acusa de un delito de «atentado a la autoridad» (poético, para un anarquista) y se me pide un mínimo de 1 año y 6 meses de prisión y 770 pavos de multa. Todo esto por supuestamente haber dado en 2015 una patada a un guardia civil en el cuartelillo donde se me retenía y torturaba con la finalidad de intimidarme y desestabilizar el proyecto autogestionario de vivienda de la Comunidad «La Esperanza», ubicada en el municipio grancanario de Guía.
Seguir leyendo Un juicioCorrupción
El titulo alude, no a la corrupción moral, que ahí entramos ya en otro terreno no menos interesante, sino a la corrupción en la que pensamos todo inmediatamente al oír la palabreja. Se dice que la corrupción es un mal que afecta especialmente a las democracias, sin embargo, aunque se supone que en regímenes menos autoritarios hay mayor transparencia, yo trataría de enfocarlo como un problema de poder puro y duro. Sea democrático, o no, que parece que porque lo sea es menos perverso. En primer lugar, los poderosos ya tienen una vida de puta madre sin mucha necesidad de saltarse una ley hecha a su gusto, por lo que tiene que haber alguna explicación psicológica, que seguramente nos hará avergonzarnos de pertenecer a la especie humana, para que que quieran más y más. Por otra parte, cosas que hoy están mal vistas, aunque se sigan practicando de una u otra manera, que son las regalías a los que forman parte de una administración, no hace tanto era algo más que habitual. Yendo un paso más allá, creo que donde las cifras ya aterran es en las corruptelas producidas en la adjudicación de contratos de todo tipo, que creo que ha afectado a todos los partidos políticos que han acariciado poder. Si, en primer lugar, el problema radica en una sociedad jerquizada, hay que tener en cuenta la cantidad de asesores y picapleitos que los poderosos pueden pagarse para no ser pillados. A eso le unimos una justicia, en la que presumiremos que la mayoría de las personas no son corruptas, que tal vez es mucho presumir, de una lentitud exasperante. Va a ser entonces, digo yo, el sistema, que tiende a la corrupción y protege a los corruptos.
Seguir leyendo CorrupciónVergonzantes juancarlistas
Esta semana, el medidor de vergüenza ajena en España ha subido considerablemente con la publicación de un manifiesto por parte de viejas glorias políticas en defensa del llamado rey emérito. El grupito de firmantes, con Alfonso Guerra a la cabeza, lo forma toda suerte, a diestra y siniestra, de exministros, expresidentes regionales, exdiplomáticos y otras gentes de mal vivir. Aseguran Seguir leyendo Vergonzantes juancarlistas
Apuntes sobre periodismo
El arraigo de la revolución en un pueblo se comprueba en la cantidad de sus periódicos. Ellos son el alma de ella; le toman todos sus juegos, los amargos y los dulces, y los graban, los esculpen, los estampan. Y sí aparecen después, violentos y desparejos, fatales y esperanzados.
Así hay que amarlos. Pequeñitos, mal escritos, peor impresos, como sean, pensemos que son, no más, golpes de hacha contra el muro; clamores de libertad dentro de los calabozos. Las rebeliones del pueblo.
Miremos a ellos y no a los burgueses.
Rodolfo Gonzalez PachecoToda la crítica del viejo mundo se ha hecho con el lenguaje de ese mundo y sin embargo contra él, y por lo tanto, en un lenguaje otro. Toda teoría revolucionaria ha tenido que inventar sus propias palabras, destruir el sentido dominante de otras, y aportar nuevas situaciones al “mundo de las significaciones” que correspondan a la nueva realidad en gestación y que hay que liberar del revoltijo dominante.
Internacional Situacionista
Instituciones obsoletas
Ante la previsible caída (y constatada huída, en un ejercicio propio de la ‘ficción’ creada por mis admirados Azcona y Berlanga) del monarca emérito, ese prohombre que ‘trajo’ la democracia a este inefable paìs, resulta repulsiva, a la par que inquietante, la defensa que algunos todavía hacen de su figura sin el menor asomo de vergüenza. «Es posible que cobrara comisiones, pero trajo mucho dinero a este país”, he escuchado hoy mismo por casualidad en cierto medio televisivo (que rima también con repulsivo). Claro que si el mismo tipo que está al frente Gobierno, ese que preside un partido que todavía se autodenomina socialista, apuntala a la monarquía afirmando que “se juzga a las personas y no a las instituciones”, pues qué podemos esperar. Solo sus socios gubernamentales, los que creo que todavía se llaman Unidas Podemos, mantienen una postura aparentemente crítica con el sistema, veremos por cuánto tiempo. Sin embargo, el hecho de que el rey Juan Carlos haya resultado un corrupto en lo económico, y no solo en lo moral como corresponde a todos los de su especie, no debería resultar tan sorprendente para todo el que tenga la conciencia y el cerebro bien oxigenados. Al fin y al cabo, los libertarios somos conscientes de que el Estado, cualquier forma de Estado, supone un saqueo constante. Seguir leyendo Instituciones obsoletas
Quemando Arcas: un año de represión al anarquismo
Hace algo más de un año publicamos una escueta noticia titulada «Vuelve el fantasma del terrorismo anarquista» en la que informamos sobre la última operación antiterrorista que se había llevado a cabo contra el terrorismo anarquista: en ella explicamos que en la madrugada del 13 de mayo de 2019 dos compañeras anarquistas fueron detenidas y trasladadas a la Audiencia Naciona Seguir leyendo Quemando Arcas: un año de represión al anarquismo