A partir del año 1930 vieron la luz en Valencia una serie de libritos, agrupados bajo el título común de Cuadernos de Cultura, que eran publicados quincenalmente por el editor anarquista Marín Civera, también director de la revista Orto. Con magníficas portadas de Manuel Monleón y Josep Renau se publicaron pequeñas obras del propio Marín Civera, Isaac Puente, Ángel Pestaña, Ramón J. Sender, José Viadíu, Sebastián Faure, Amparo Posch y Gascón, Eugen Relgis, Higio Noja y otros muchos. Su objetivo era «hacer obra útil; despejar el tópico de nuestra incultura nacional y remover los espíritus ante la comprensión de los problemas vitales que agitan el mundo». En esta ocasión ofrecemos el Apéndice que con el título de «Las ideas anarquistas de Bakunin» cerraba el libro La dramática vida de Miguel Bakunin, escrito por Juan G. de Luaces y que hacía el número XVI de la colección.
En torno al anarquismo circulan muchos bulos y leyendas urbanas. Casi todos esgrimidos por detractores profesionales. El más socorrido es el que lo equipara con desorden o caos. Una atribución para estigmatizarlo que hasta el diccionario de la lengua ampara al admitir esos términos negativos entre sus posibles acepciones. Con semejante hándicap, lo que el gran geógrafo francés Eliseo Reclus Seguir leyendo El lugar del poder en el anarquismo→
Piotr Kropotkin, el genial anarquista ruso, escribió una obra, Episodios de la Revolución Francesa, en la que, como era habitual en él, unía una erudición científica con un lenguaje atractivo y, sobre todo, una visión netamente libertaria con el objetivo de analizar la Revolución Francesa de 1789, el estallido de cólera popular que enterró el Antiguo Régimen en Europa y que dio paso a una nueva etapa histórica. Con una perspectiva popular y claramente antiburguesa, Kropotkin nos muestra otra visión de los acontecimientos y nos da la medida de la participación de las clases populares en ese proceso revolucionario. Reproducimos íntegro el capítulo «La toma de la Bastilla», siguiendo la edición que la CNT publicó en su exilio francés en la década de los años 40 del siglo pasado.
A pesar de las dudas, debido sobre todo a la escasa influencia que pudo tener en el movimiento anarquista del siglo XIX, hoy hay que considerar a William Godwin como parte de la historia del ideal libertario. Es a partir de la segunda mitad del siglo XX cuando se le presta una mayor atención y sus aportaciones son indudables al anarquismo continental, especialmente en la vertiente individualista y en el campo filosófico en general.
Un espacio en la red para el anarquismo (o, mejor dicho, para los anarquismos), con especial atención para el escepticismo, la crítica, el librepensamiento y la filosofía en general