Konstantino Costa-Gavras, nacido en Atenas en 1933, es a sus más de 90 años todavía un referente activo del cine político en un ámbito el del noveno arte donde, desgraciadamente, no prolifera la profundidad filosófica y moral. Un ejemplo de ello es su más reciente película, la notable El último suspiro (Le dernier souffle, 2024), todavía en la cartelera española cuando escribo estas líneas, por lo que merece la pena hacer un repaso a su filmografía, al menos de la más abiertamente política, y dar a conocer su valiosa obra al público más joven. El debut de Costa como realizador de largometrajes se produjo con el policíaco Los raíles del crimen (Compartiment tueurs, 1965), que él mismo adaptó de la novela de Sébastien Japrisot, que le había fascinado; se trata de un perfecto ejemplo del llamado género polar (policíaco francés), historia en la que nada es lo que parece, y donde ya se vislumbra algún asomo de denuncia política.
Seguir leyendo Costa-Gavras, la mirada crítica irreductibleTodas las entradas de: Capi Vidal
Camino hacia la Paz, siempre que no haya Estado
De cara a la disuasión, los Estados Nacionales se están rearmando a marchas forzadas. Si dejamos a un lado a EE.UU., que merece capítulo aparte, la cosa se pone fea cuando se mira el mapa de países cercanos que despliegan tropas y misiles. Ucrania, Federación Rusa, Turquía, Israel, Irán, India, Pakistán, China y Taiwán. La población de esos países suma más de tres mil quinientos millones de personas. Es el 42% de la población mundial. Y de todos esos países, cinco tienen armamento nuclear: Federación Rusa, China, Israel, India y Pakistán.
Seguir leyendo Camino hacia la Paz, siempre que no haya EstadoLa falsedad, el papanatismo y los buenistas
Lo mío no tiene arreglo, como ya he dicho en alguna ocasión, me da en ocasiones por echar un vistazo a ciertos discursos con los que, a priori y gran parte de las veces a posteriori, no puedo estar más en desacuerdo. De hecho, he de confesar, supongo que a diferencia de gran parte de los mortales, no me encuentro nada cómodo en eso llamado burbuja ideológica, quizá por eso uno ha elegido ser algo tan espinoso como un ácrata de tendencias nihlistas. Y lo expreso así, en el caso que voy a abordar, en total desacuerdo y abierta oposición en la forma, en el fondo y en todas y cada una de sus aristas, aunque es cierto, uno confiesa también utilizar a veces la provocación meramente epidérmica acompañada, eso sí, de lo que se pretende como un aceptable discurso de fondo. Digo en la forma en primer lugar, ya que existe algo indescriptible llamado Fundación Gustavo Bueno (a partir de ahora, los llamaré buenistas), que ha decido convocar unos encuentros «filosóficos» nada menos que sobre la figura del generalísimo asesino Francisco Franco Bahamonde. Para denominar dichos eventos no se les ha ocurrido otra cosa que, supongo que para atraer a toda suerte de inicuos reaccionarios muy presentes en este inefable país, el nombre de «Franco, Franco, Franco», quizá en abierta competencia con otra Fundación palmera de dictadores. Y la excusa para convocar dichos eventos es otra campaña perpetrada este 2025 en el que se cumple de la muerte del genocida caudillo, esta vez orquestada desde el gobierno, denominada «50 años de España en libertad». Los buenistas justifican haber puesto ese indignante título en que la intención gubernamental no deja de ser una exaltación de dicha figura histórica, aunque sea en sentido negativo, y ya sin ser nada originales aludiendo también a las intenciones guerracivilistas y a una sesgada memoria histórica (creo que se refieren a la izquierda, sea lo que sea hoy eso).
Seguir leyendo La falsedad, el papanatismo y los buenistasPor qué abolir la cárcel
Edición en castellano de un magnífico libro que recorre los argumentos del movimiento «No Prison» en Italia, para cuestionar la existencia de la cárcel como respuesta al delito y puede servir como inspiración para promover o reforzar similares iniciativas en el Estado Español.
Seguir leyendo Por qué abolir la cárcelLa noción de anomia y el anarquismo
Anomia significa, etimológicamente, ausencia de ley. Anómico tiene el sentido de «alegal», y no hay que confundirlo con algo «ilegal» (contrario a la ley). Parece ser que la palabra «anomia» (o «anomía», como aparece en algunas ocasiones) se forma por analogía con otras en las que interviene la misma formación originaria del griego: «autonomía» (ley propia), «heteronomía» (ley ajena), «teonomía» (ley divina), «eleuteronomía» (ley de la libertad)…
Pensar el materialismo anárquico
I. Introducción: Hablar de la cosa misma
Podríamos quedar para hablar de Platón y sus teorías sobre el mejor gobierno, podríamos entonces leer y comentar la tesis de los filósofos-reyes de la República, luego leeríamos El Político, donde habría cambiado y sostiene que el gobernante es un hombre común y no un sabio, para terminar, leyendo Las Leyes, donde volvió a cambiar y ya defiende que no han de gobernar los seres humanos sino las leyes, porque tienen algo de divino. Leeríamos y comentaríamos entonces tres diálogos, dos de ellos sus más extensos, unas 2.000 páginas quizás en total, viendo como a lo largo del tiempo el filósofo cambiaba de opinión. Y aun después de eso no habríamos empezado a hablar de la cosa misma, es decir, sobre cuál sea el mejor gobierno que podamos nosotros pensar.
Seguir leyendo Pensar el materialismo anárquicoRedes Libertarias entrevista al CIRA de Marsella
Sabemos que el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Anarquismo (CIRA) Marsella fue creado en 1965 como una sucursal del Centro de Ginebra. ¿Cuáles eran sus objetivos al fundar este Centro?
En 1965, el historiador René Bianco (1941-2005) creó el CIRA de Marsella. Frecuentaba desde algún tiempo el CIRA de Ginebra (que luego se trasladará a Lausana). Enviaba a Suiza todo lo que encontraba. Después de un cierto tiempo, tenía numerosos documentos duplicados. Decidió entonces, con algunos compañeros, crear un CIRA en Marsella. Su objetivo era salvar todos los documentos anarquistas y evitar que las familias de los compañeros los tiren a la basura cuando sus padres habían fallecido.
Seguir leyendo Redes Libertarias entrevista al CIRA de MarsellaLos conflictos son complejos, sí, mientras las personas sufren y mueren
No pocas personas, cuando se mencionan los más de 50.000 palestinos asesinados desde octubre de 2023 por el Estado de Israel, tuercen el morro y argumentan que el conflicto es «complejo». Veamos si somos capaces de exhibir datos objetivos, al menos con toda la objetividad (y honestidad) de la que somos capaces. En primer lugar, lo que llamamos sionismo puede definirse como un movimiento nacionalista, que aspiraba a la creación de un Estado judío en lo que supuestamente era la Tierra Prometida para este pueblo, localizada en la Palestina histórica. La primera emigración masiva judía tuvo lugar en los años 30 del siglo XX, como consecuencia de la persecución nazi, y desde entonces la comunidad hebrea no paró de crecer con las tensiones y enfrentamientos con la población palestina que ya estaba allí. En 1947, una Resolución de Naciones Unidos establece dos Estados, uno árabe y otro judío, adjudicando a este último el 54% del territorio. En 1948, Israel gana una guerra, que se ha definido como «de independencia», adjudicándose el 77% de la región y dando lugar a la Nakba (desastre o catástrofe) produciendo una expulsión masiva de la población árabe (los datos varían, pero se habla de al menos 700.000 personas), convirtiéndose en refugiados en países vecinos o en desplazados a Gaza y Cisjordania. Más de siete décadas después, los refugiados superan los cinco millones y, aunque hay una Resolución de la ONU del mismo 1948 que reconoce el derecho de retorno e indemnización de los palestinos expulsados, es papel mojado que sigue sin cumplirse.
Seguir leyendo Los conflictos son complejos, sí, mientras las personas sufren y muerenEl Centro Internacional de Investigación sobre el Anarquismo de Marsella
El CIRA (en sus siglas en francés) fue fundado en Marsella en 1965 por un puñado de activistas anarquistas entre los que se encontraba René Bianco (1941-2005).
Originalmente era una sucursal del CIRA de Lausana, fundado en 1957. Luego el CIRA de Marsella se hizo autónomo.
Seguir leyendo El Centro Internacional de Investigación sobre el Anarquismo de MarsellaLuigi y Luce Fabbri, dos generaciones de personas libres
«La anarquía, en el significado más amplio de la palabra, es realizable siempre, con diversidad de grado, y se realiza tanto más cuanto menos se contenta uno con la realidad ya adquirida», así se expresaba Luigi Fabbri para tratar de alentar a las personas de su entorno en un pésimo momento, después del primer gran conflicto bélico en el siglo XX. Fabbri (1877-1935), como tantos anarquistas, tuvo múltiples facetas a lo largo de su vida para contribuir al ideal, principalmente la de escritor y educador, además de ser un incansable militante; fue un habitual colaborador de la prensa anarquista en Europa y, también más tarde, en Sudamérica: director de Umanità Nova, coeditor de L’Agitazione, colaborador de Universitá popolare… Muy joven, conoció las prisiones italianas, en las cuales pasará muchos años, como tantos otros militantes anarquistas. En diversos momentos de su vida, se negó a asumir el papel de líder revolucionario manteniéndose con ello fiel a sus ideas libertarias. Desde 1897, año en que conoció a Malatesta, le unió a él una gran amistad y una confluencia de pensamiento dedicando una de sus últimas gran obras al estudio de la vida y las ideas del que llamaba su maestro. De hecho, al parecer, el propio Fabbri se consideraba un divulgador del pensamiento malatestiano, aunque hay quien le considera un pensador original distanciado de su maestro en algunos aspectos. Ambos, en cualquier caso, tras vivir el fascismo, el nazismo y la deriva de la Revolución rusa, les unió una repugnancia sobre los medios violentos, los cuales identificaban con la metodología autoritaria. A partir de 1922, con el ascenso del fascismo en Italia, la situación para los anarquistas fue muy complicada; en 1926, se obligó a los docentes a jurar fidelidad al régimen fascista y Fabbri, como profesor de escuela primaria, se negó, algo que le obligó al exilio a Francia. Tras ser expulsado también del país galo y pasar por Bélgica, se dispuso a partir para Sudamérica. En Uruguay, se dedicó sobre todo a la actividad periodística, pero destaca su labor en el periódico anarquista La Protesta, de Argentina, aunque también siguió ejerciendo de profesor. En septiembre de 1930, un golpe militar llevó a la dictadura en Argentina y toda actividad obrera fue prohibida, especialmente la anarquista, por lo que las instalaciones de La Protesta fueron clausuradas y destruido su material. Será Uruguay, un país donde se respiró un aceptable aire de libertad hasta el golpe de Gabriel Terra en 1933, donde pasará los últimos años de su vida.
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