Decía Proudhon que «Ser gobernado significa ser vigilado, inspeccionado, espiado, dirigido, legislado, reglamentado, encasillado, adoctrinado, sermoneado, fiscalizado, estimado, apreciado, censurado, mandado bla, bla, bla»… Cosa increíble en España… ¡Cerraron los bares! ¡Quitaron el fútbol! ¡Eliminan la Navidad! ¡Impiden el duelo por los muertos! ¡Matan a La Sumergida de hambre! Y, en general, la población obedece. Hay quien piensa que esto es algo novísimo, que nos quitan libertad y que los ciudadanos están apollardados. Y yo, en medio de tanto pesimismo, pienso que esa sumisión, es justamente la prueba de que la anarquía puede funcionar perfectamente. Porque el sometimiento tiene raíces culturales, su base es la costumbre… A ver cómo lo explico…
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