El día 21 de diciembre de 1920 el anarquista ruso Piotr Kropotkin, retornado a Rusia desde su exilio londinense después de la caída de la autocracia zarista, escribió la presente carta a Vladimir Ilich Ulianov Lenin, líder de partido bolchevique y principal dirigente del nuevo Estado soviético. En su misiva, el viejo revolucionario pedía a los comunistas un trato justo y respetuoso para los prisioneros políticos, convencido de que traicionar la coherencia entre fines y medios, clave en el ideario libertario, arrastraría a la revolución soviética a caer en los mismos abusos que Kropotkin y Lenin habían sufrido bajo el reinado de Nicolás II. La guerra que por entonces enfrentaba a los milicianos anarquistas ucranianos de Nestor Majno y a los soldados del ejército blanco de Piotr Wrangel no impedía a Kropotkin pedir un trato humano, y por lo tanto revolucionario, para sus más feroces enemigos
Este escrito en su versión original data de 2005, cuando fue preparado como Prólogo a una nueva edición en castellano de Anarquía y orden, que se disponía a publicar entonces la editorial Espíritu Libertario, de Santiago de Chile. Desafortunadamente, esa iniciativa se ha pospuesto por tiempo indefinido, no obstante lo cual entendemos que vale la pena divulgar estas líneas de manera independiente, habida cuenta que en nuestro idioma hay muy poca documentación impresa sobre el tránsito vital de este personaje y sobre su importancia en el anarquismo del siglo XX. Se han hecho diversas modificaciones al texto primitivo y se agrega la Bibliografía actualizada en castellano de Herbert Read que he podido localizar.
Anselmo Lorenzo es una de las personalidades más destacadas del proletariado europeo, un pionero de las luchas por la emancipación social que, como anarquista consecuente, ni tuvo cargos, ni disfrutó honores, ni gustó del éxito individual. Por eso mismo, constantemente hay que rescatarlo de ese olvido interesado de las clases dominantes y de sus cómplices académicos. Como prueba de su lucidez, reproducimos el que, seguramente, sería su último artículo, en el que disecciona el trasfondo de la Gran Guerra mundial y se mantiene firme en la defensa del ideal libertario. Publicado en 1915 en un número especial de Tierra y Libertad, le acompañaba esta breve nota: “Este artículo lo escribió pocos días antes de morir para publicarlo en la prensa burguesa, lo que no pudo conseguir a pesar de los esfuerzos que hizo”.
Ya hemos hablado en otras ocasiones del magnífico trabajo que están realizando los compañeros argentinos, pertenecientes a diversos grupos libertarios y cada uno de ellos con su propio sello editorial, responsables de la colección de libros Seguir leyendo Contra los jueces→
A primera vista, Élisée Reclus (1830-1905) no parece haber escrito un tratado geográfico en el sentido en que lo entendemos en la actualidad, es decir, una obra en la que se expone una síntesis de la disciplina científica. Pero varios capítulos de sus obras, especialmente los introductorios o concluyentes, exponen fuertes principios geográficos. Es el caso de su prefacio para El hombre y la Tierra (1905) Seguir leyendo Élisée Reclus, teoría geográfica y teoría anarquista→
Como consecuencia de la toma dictatorial del poder por parte de los bolcheviques (Partido Comunista) en la Revolución rusa de 1917 y la consiguiente represión sobre los anarquistas, en 1926 el grupo “Dielo Truda”, formado por anarquistas rusos exiliados en París, hace balance de los errores cometidos por el movimiento libertario, incidiendo en su falta de vertebración, y lanza un proyecto de organización y funcionamiento, la llamada Plataforma de Archinov (por el nombre de uno de sus principales militantes). El proyecto es criticado por la mayoría de anarquistas del mundo por lo que representa de abandono de las prácticas libertarias. Entre las muchas críticas, hemos escogido para su publicación la Respuesta de Errico Malatesta por englobar y resumir todas las demás. Ambas traducciones han sido hechas ex profeso para la revista Germinal. Revista de Estudios Libertarios.
Un libro de reciente edición, Apóstoles y asesinos, de Antonio Soler, nos habla de la vida de Salvador Seguí, el militante anarcosindicalista conocido como el Noi del Sucre; en la promoción de la obra, además de un título ya bastante sensacionalista, se insiste en la violencia y en otros cuestionables lugares comunes sobre el anarquismo.
Todas las madres y todas las patrias nos quieren pequeños para que seamos más suyos. La diferencia es que la madre llora y acaricia; la patria detiene y castiga. J. Benavente
Este libro, de Miguel Amorós (1968. El año sublime de la Acracia; Muturreko burutazionak, Bilbao 2014), , trata de la denominada Acracia madrileña, de los años 1967 y 1968. Sin que tuviera ninguna relación con el exilio anarquista, se trataba de un grupo heterogéneo que puso en tensión desde la universidad de la capital del país las propias estructuras del sistema de enseñanza.
Un espacio en la red para el anarquismo (o, mejor dicho, para los anarquismos), con especial atención para el escepticismo, la crítica, el librepensamiento y la filosofía en general