En nuestros días se nos impone a cada paso una toma de posición respecto a la masa amorfa de acontecimientos que estremecen a la opinión pública. Hay que estar a favor o en contra, porque el matiz engendra la incertidumbre, la incertidumbre lleva a la duda y esta, con frecuencia, a la costumbre de pensar por uno mismo. Y, en nuestro agitado mundo, eso es fatal. Debemos optar ya, sin muchos Sigue leyendo
Archivos de la categoría Opinión
Las dos caras del poder
«La política no ha sido el arte de gobernar a la gente sino más bien de oprimirlos. Gobernar es reprimir más o menos inteligentemente, más o menos brutalmente, según el tiempo y las circunstancias» (Jeanne Deroin).
La democracia disfraza la naturaleza del poder de manera más efectiva que cuando el Estado se encuentra controlado Sigue leyendo
Anarquismo como estrategia no violenta
Antes que nada aclarar que escribo desde la visión del entorno que me rodea. No puedo hablar desde otros puntos de vista donde se están viviendo otras realidades, otros contextos que desconozco al menos sobre el papel, por lo que no soy yo, el que desde la distancia tenga que entrar a valorar las estrategias de lucha que estan tomando quien sea donde sea. Insisto que hablo desde mi contexto Sigue leyendo
Aparente debilidad, gran fortaleza del anarquismo
El anarquismo, nos esforzamos en afirmar de forma pertinaz, no está muerto ni anuncia, afortunadamente, fecha de defunción. Es cierto que sus limites, en forma de ‘movimiento’ o cómo queramos denominarlo, son difusos y cuesta a veces reconocerlo y no claudicar o frustrarse en su peculiar universo, lastrado ante el empuje de ciertos condicionantes externos. Sigue leyendo
La necesidad de la negación
En lo que llevamos de año, han muerto más de 2.700 migrantes en el Mar Mediterráneo, pero las lavadoras tienen apps para el teléfono móvil; la epidemia de cólera en Yemen, de la que usted no ha oído hablar, ronda los 800.000 afectados y supera los 2.100 muertos, pero desde el punto de vista de la economía, la venta de armamentos no se diferencia de la venta de alimentos; el cambio climático desplaza a 22 millones de personas al año, pero usted discute con su compañero de trabajo por el aire acondicionado… ¿no ve cómo incluso la falacia ha elegido bando? Anónimo
Entretenimiento vacío: idiotización de la sociedad como estrategia de dominación
La gente está imbuida hasta tal extremo en el sistema establecido, que es incapaz de concebir alternativas a los criterios impuestos por el poder. Para conseguirlo, el poder se vale del entretenimiento vacío, con el objetivo de abotagar nuestra sensibilidad social, y acostumbrarnos a ver la vulgaridad y la estupidez como las cosas más normales del mundo, incapacitándonos para poder alcanzar una Sigue leyendo
En plena deriva libertaria
No soy buen conocedor de la historia del movimiento libertario en Catalunya pero imagino que debió haber alguna buena razón para que en 1934 la CNT, que estaba entonces en la plenitud de su fuerza, rehusara colaborar en el intento de proclamar el “Estado Catalán en forma de República Catalana”. Tan solo lo imagino. Sin embargo, lo que no me limito a imaginar, sino que estoy plenamente convencido de Sigue leyendo
Viendo pasar trenes de la historia… que no llevan a ningún sitio
El movimiento libertario había superado con resignación y constancia las habituales críticas de nostálgicos del anarquismo decimonónico, guardianes de las esencias revolucionarias e incapaces de evolucionar ideológicamente hacia posturas más abiertas a la participación institucional. No quiere esto decir que los ataques en nombre del pragmatismo y la modernidad no hayan sido Sigue leyendo
Tierra de nadie o tierra de todos
Una vez más, tenemos que hablar del proceso independentista en Cataluña, que además de encubrir problemas sociales y económicos, tan graves hoy como ayer, y para gusto de las clases dominantes, supone una mistificación política fundada en universos míticos patrioteros de uno u otro pelaje. Sigue leyendo
Cuando el nacionalismo pone las emociones en el centro del debate
Nunca he sido partidaria de exponer mis emociones en público, una educación sobria hasta el límite, en una familia obrera que migró del campo a la ciudad en momentos de dura crisis (una rama familiar antes de la II República y la otra en la década de 1950) y una convicción propia de que había que controlar las emociones en aras de la racionalidad, me convencieron de lo peligroso que podía llegar Sigue leyendo