¡Arriba Hazaña! es una curiosa película española de 1978, que siempre he considerado muy reivindicable, basada en la estupenda novela de José María Vaz de Soto El infierno y la brisa. Debido a la estructura de libro, basada en pequeños textos con diferentes puntos de vista de los diversos personajes, la película toma unos derroteros muy diferentes, con una narración que se puede describir como más lineal, más directa y con un desarrollo y un desenlace evidentes, y muy efectivos.
Resulta esperanzador que, en un universo cinematográfico plagado de cansinas sagas galácticas y superheroicas, cine de acción, tan espectacular como vacuo, y comedias no sobradas de inteligencia, una película tan interesante como El monje y el rifle, que se produce y se desarrolla en un país tan exótico y poco conocido como Bután, halle su cuota de distribución y seduzca a una parte del público para acudir a una sala de proyección (al menos en Madrid, el film fue estrenado el 2 de agosto y, en el momento de escribir esta reseña, todavía continúa en cartel). El argumento del film no tiene desperdicio: en 2006, al Reino de Bután no le ha alcanzado la modernidad y algunos pretenden que llegue de golpe, así el país se convierte en el último donde llega la televisión e internet e incluso se pretende instaurar la democracia. Por supuesto, los butaneses tienen su modo vida tradicional, en un entorno rural donde la religión, la familia y la comunidad tienen mayor peso que toda innovación política. Habrá quien quiere hacer una lectura reaccionaria de lo que en El monje y el rifle se nos propone, pero particularmente no estoy en absoluto de acuerdo, la cosa tiene demasiadas aristas. Mediante una sátira mordaz, Pawo Choyning Dorji, que escribe, dirige y produce el film, nos ofrece una crítica feroz a la modernidad e ironiza sobre ciertos aspectos de la vida tradicional.
Radical es una película producida en México en 2023, escrita y dirigida por Christopher Zalla, e interpretada por, al parecer, un popular actor de comedia en el país centroamericano (sin que la obra se convierta en un vehículo para su lucimiento, lo cual es de agradecer), que se ha estrenado en salas españolas el 15 de marzo de este año. Se trata de una historia, que podríamos calificar dentro del subgénero cinematográfico sobre pedagogía, o dicho de una manera más coloquial “sobre profesores y alumnos”, que aparece con el algo trillado crédito de estar basada en hechos reales y, es el caso de la Biznaga de Oro en el Festival de Málaga o de algún galardón en Sundance, con algunos prestigiosos premios a sus espaldas. El argumento versa sobre un profesor de primaria, que llega como sustituto a un problemático colegio situado en una depauperada ciudad fronteriza del país mexicano, y que tratará de incorporar un innovador método educativo para motivar a sus estudiantes.
El maestro que prometió el mar es una película que está ahora mismo en la cartelera española, con cierto éxito, ya que se estrenó el 10 de noviembre; está dirigida por Patricia Font, con guion de Albert Val sobre la novela de Francesc Escribano. Nos cuenta la historia del maestro Antonio Benaiges, miserablemente asesinado por los falangistas al comienzo de la Guerra Civil, y lo hace a través del presente cuando una mujer descubre que su abuelo buscaba los restos de su padre en Burgos también desaparecido y es posible que sus restos se encuentren en una fosa común. De esta manera, la película nos narrará dos historias conectadas en diferentes épocas: la de Ariadna en 2010 cuando, a través de la búsqueda de los restos de su bisabuelo, conoce la historia de Benaiges en 1935, un maestro de Tarragona que es trasladado a una pequeña escuela de Bañuelos de Bureba en Burgos. Allí, se enfrentará a las fuerzas vivas del pueblo con un innovador método pedagógico; el título alude a que sus alumnos nunca habían visto el mar y les promete hacerlo, como símbolo de apertura hacia el mundo y un horizonte vital mucho más amplio.
Mi último suspiro. Luis Buñuel. ISBN: 9788430619870. Editorial Taurus
Mi último suspiro, las memorias de Luis Buñuel contadas al guionista Jean Claude Carriérre, fruto de dieciocho años de trabajo y amistad entre ambos. Juntos hicieron seis obras maestras del cine: Diario de una camarera, Belle de jour, La Vía Láctea, El discreto encanto de la burguesía, El fantasma de la libertad y Ese oscuro objeto del deseo.
El reciente asesinato del joven de 17 años Nahel, a manos de un policía mediante un disparo a quemarropa, después de golpearle dos veces en la cara por el gran delito de conducir sin carné y tratar de escapar, como es sabido, ha provocado nuevas revueltas en la sociedad francesa, con importantes disturbios producto de una ola de rabia de una intensidad que supera a las producidas en los últimos años. Estos excesos policiales, que se producen en cualquier Estado, pero la gran y democrática república francesa parece llevarse la palma, excesos no siempre muy publicitados, se vienen sucediendo durante décadas. De hecho, un caso apenas conocido es que en marzo de este mismo año 2023 hubo en la localidad francesa de Saint-Soline durante una manifestación ecologista un ataque policial nada menos que con granadas explosivas, que dejo centenares de heridos, algunos muy graves. El sistema, como es obvio, no puede poner una verdadera solución a los excesos policiales, ya que necesita estas fuerzas para mantener el orden vigente y reprimir cualquier contestación.
En el libro Cine y anarquismo. La utopía anarquista en imágenes, se menciona a ¡Viva zapata!, la película dirigida por Elia Kazan en 1952, como un producto curioso. Al parecer, el film fue muy criticado por cierta izquierda en la época de su estreno e incluso se menciona que se la consideró una distorsión reaccionaria. Sin embargo, fue aplaudida por anarquistas como el inglés Albert Metzeral observarla como una descripción muy apropiada y realista del anarquismo romántico de Emiliano Zapata.
Jean Vigo (1905-1934) fue un director de cine, hijo del anarquista Eugène-Bonaventure de Vigo (también conocido como Miguel Almereyda), que pasó a la historia sobre todo por dos películas de gran prestigio: Zéro de conduite (1933), que cuenta la insurrección de un grupo de estudiantes contra sus severos profesores, y L’Atalante (1934), historia de amor entre un joven marinero sin objetivos y su esposa.
El británico Alan Moore es uno de los más prestigiosos escritores de cómic de los últimos años; su popularidad ha aumentado con las versiones cinematográficas que han «sufrido» varias de sus obras, y su prestigio aumenta al comparar la indudable calidad y el rigor de la obra escrita con la banalidad de las adaptaciones al celuloide. En el caso de la obra que ocupa estas líneas, con versión fílmica de hace unos años, Moore reiteró su rechazo e indignación desde que leyó una primera versión del guión.
Un nuevo mundo es una película estrenada este mes de mayo de 2022, al menos en la cartelera madrileña; tuvo se estreno internacional, por cierto, también este país, en el Festival de Málaga de hace un par de meses. Con este film, Stéphane Brizé completa su trilogía, que se ha venido en llamar, del trabajo: primero fue La ley del mercado, en 2015, que abordaba el drama del desempleo; luego En guerra, en 2018, cuyo tema central era la lucha sindical, y por último esta “Un nuevo mundo”, donde como veremos a continuación el protagonista es un directivo de una multinacional con problemas de conciencia y con presiones a todos los niveles, también en el ámbito personal.
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