Ahora que está a punto de advenir el Apocalipsis, con la muy probable gobernanza del neofrentepopulismo, conviene lanzar unos cuantos exabruptos sobre la sociedad y el momento histórico que nos ha tocado vivir. Tengo una amiga que insiste en que resulta obvia la involución intelectual que sufre la humanidad. En otras palabras, que la gilipollez es ya un paradigma social, algo que tal vez podamos confirmar, no solo en la cantidad de tonterías en las que la gente cree de forma frívola e irreflexiva, y de las Sigue leyendo →
Erich Fromm, en su influyente obra El arte de amar, considera que el amor no es un objeto (que debe «encontrarse»), sino una facultad (la cual debe crearse y ser desarrollada). En una sociedad moderna y capitalista, en la que el individuo está subordinado a fuerzas externas, el individuo suele mostrar un temor consciente a no ser amado cuando el miedo auténtico, puede que a veces inconsciente, es a amar de forma real.
Hace ya décadas, allá por los años 50 del siglo XX, que el genial Billy Wilder, con su Ace in the hole (creo que en España, no muy conocida, la llamaron El gran carnaval), advirtió sobre la explotación mediática de una tragedia, y estupidez social en general que se formaba en torno a ello: la de una persona atrapada en un pozo. No muchos años después, Debord y los situacionistas crearon una obra clave sobre el capitalismo y la insaciable necedad consumista: La sociedad del espectáculo. Según la tesis de la misma, no hay ya una realidad que vivamos directamente, sino meras representaciones; las imágenes se nos colocan delante para impedir un contacto directo con la realidad. Si hay tantas veces que se ha insistido en que el tener hace ya tiempo sustituyó al ser, ahora hemos dado paso simplemente al parecer. No es casualidad que uno de los estupidos neologismos de moda sea ese del postureo. También este postureo, consciente o inconscientemente, pretende tener componentes solidarios.Sigue leyendo →
Se llevará a cabo una nueva edición de la Copa Mundial de Fútbol, ahora en Rusia, y notamos una vez más, cómo millones de seres humanos en el orbe pasan horas y horas frente a sus televisores, prácticamente hipnotizados e idiotizados por el evento en cuestión. Multitudes absorbidas cada cuatro años por un espectáculo que de deportivo tiene poco y de negocio tiene mucho (beneficiando Sigue leyendo →
La gente está imbuida hasta tal extremo en el sistema establecido, que es incapaz de concebir alternativas a los criterios impuestos por el poder. Para conseguirlo, el poder se vale del entretenimiento vacío, con el objetivo de abotagar nuestra sensibilidad social, y acostumbrarnos a ver la vulgaridad y la estupidez como las cosas más normales del mundo, incapacitándonos para poder alcanzar una Sigue leyendo →
(La idea de progreso es indisociable de la idea de transformación social y, desde los comienzos de la Revolución Industrial, el Progreso –con mayúscula- se vuelve un concepto central, para el capitalismo y las luchas sociales, como acumulación ilimitada de las fuerzas productivas o económicas… Una coincidencia que será decisiva para la integración de la clase trabajadora al sistema de producción o económico capitalista.)
Cuando hablamos de la «condición humana», y aunque no empleemos ese término, no nos deberíamos referir nunca a unos rasgos inamovibles en el ser humano; al menos de un par de siglos a esta parte, hablar de una naturaleza en el hombre, de unos rasgos inherentes, es algo sometido a una feroz crítica.
El peor esclavo es aquel que se esclaviza a sí mismo. Pareciera que el hombre moderno ha llegado, tristemente, a ser amante de su propia esclavitud. Nos creemos libres, pero en realidad no lo somos. Tenemos dueño y lo ignoramos.
De la misma manera que los vasallos de antaño eran los primeros en defender el orden que los oprimía, en la actualidad, las masas son tan Sigue leyendo →
Entre los factores de enajenación más obvios, dentro de los medios de comunicación de masas, está la televisión. La cosa es tan elemental que uno se pregunta cómo podemos dejar que un medio, que además alcanza cotas tan bajas de nivel cultural, puede ser tan importante en nuestras vidas. Recordaremos, brevemente y de modo elemental, lo que entendemos por enajenación o alienación: se trata de una pérdida de la personalidad debido a la dependencia del ser humano de fuerzas externas, de tal manera que se muestra incapaz de realizar lo que se espera mínimamente de su capacidad.
Erich Fromm nace en Fráncfort, en 1900, y estudia en las universidades de Heidelberg, Fráncfort y Múnich. Su doctorado lo realiza en Heidelberg, estudiando psicoanálisis en Múnich y en el Instituto psicoanalítico de Berlín. Durante algún tiempo, profesa en el Instituto psicoanalítico de Fráncfort, del cual fue uno de los fundadores, para trasladarse en 1934 a Estados Unidos e impartir clases en varias universidades (Columbia, Yale, Michigan State University, New York University). Sigue leyendo →
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