Año publicación: 2025 Editorial: Ediciones de la Torre Magnética ISBN: 978-84-949394-7-1 Páginas: 320 Tamaño del libro: 136×210 mm
Todo está dicho, nada se puede hacer. Este parece ser el lema que llevamos grabado en cuerpo y alma para que abandonemos toda esperanza en el reino del Capitaloceno, donde sufrimos un triple encierro geográfico, ecológico y sobre todo histórico, que aleja y difumina el horizonte utópico hasta su cancelación definitiva.
Este escrito no pretende ser una reseña expresa del recientísimo libro de Carlos Taibo Anarquía para jóvenes (y para quienes no lo son tanto), Catarata, 2025. Podría hacerla, toda vez que he tenido la oportunidad de leerlo —se lee amigablemente de un tirón al constar de algo más de 120 páginas, con breves y numerosos epígrafes escritos en un estilo eminentemente sintético, pedagógico y divulgativo—. Sin embargo, utilizaré la presentación de dicho libro, a la que asistí, para enlazar con la miniserie de TV Apagón y el concepto o teoría del Colapso, sobre el que este autor ha profundizado y reflexionado en los últimos años.
Reconozco que esta pregunta es un tema recurrente en el que pienso muchas veces1. Abandono el tema durante meses o años, pero siempre acabo recalando en él. Debe ser porque mi posición no es definitiva y siempre que creo que lo tengo claro aparecen fisuras, grietas, a veces, boquetes que me obligan a repensar, a retomar la pregunta.
Las concepciones utópicas del pasado, que fueron por lo general de un optimismo exacerbado, han dado paso en la modernidad a un escepticismo más bien obtuso y conservador. Cómo no ser optimistas cuando preconizamos un mundo exento, en la medida de lo humanamente posible (y ahí está el quid de la cuestión), de injusticia, miseria y opresión. Es en ese punto, cuando se alude a una política «realista» (realpolitik es el término acuñado ya en el siglo XIX) cuando topamos con toda suerte de justificadores de lo establecido (el estado, y no necesariamente con E mayúscula, aunque seguramente en primer lugar).
El concepto de autogestión emerge en el debate político y en la reflexión de las ciencias sociales a partir de la década de 1950, asociado a las experiencias entonces novedosas de los kibutzim en Israel, del modelo económico desarrollado en Yugoslavia tras el rompimiento con la Unión Soviética y más adelante, al comenzar los años 60, de iniciativas análogas en lugares como Argelia y Tanzania. Seguir leyendo Utopía colectiva y autonomía individual→
Habitualmente las dos ideas más extendidas y equivocadas acerca de lo que es la anarquía son las siguientes. La primera es la que concibe la anarquía como caos, desorden, violencia, etc., y que únicamente refleja el desconocimiento de una filosofía política que plantea un modelo de sociedad sin gobierno, basado en una convivencia no forzada. La segunda es que la anarquía constituye una utopía social y, por tanto, una aspiración muy deseable pero imposible de alcanzar. Las razones que se aducen para sostener este punto de vista son de lo más variadas, y no son motivo de atención en este artículo. Sólo cabe destacar que incluso entre algunos anarquistas está bastante extendida la idea de que la anarquía es una utopía, algo que en el fondo refleja una falta de confianza en la viabilidad del tipo de sociedad que propugnan.
Negras tormentas agitan los aires… decía la mítica canción, y en efecto así fue. Una pesada chapa de plomo y de dolor se abatió sobre todo el país para sofocar la utopía que había animado al pueblo a tomar la calle y a levantar barricadas contra la barbarie. La distopía, el negro futuro que se vislumbraba en aquella canción, no tenía porque ser muy detallada ni dibujada con gran precisión, su sentido se manifestaba escueta y brutalmente en el infame grito atribuido, con razón o sin ella, a Millán Astray ¡Viva la muerte! ¡Muera la inteligencia!
La crisis financiera de 2008, como resultante lógica de la desregulación del capital, ya había provocado el desmantelamiento de la « sociedad de bienestar » y puesto en cuarentena las políticas medioambientales necesarias para hacer frente eficazmente al calentamiento global del planeta.
Ante la cuestión planteada de forma recurrente desde el activismo sobre por qué las poblaciones occidentales están tan inmovilizadas en proporción a la cantidad y gravedad de las agresiones que se están sufriendo, existe una explicación muy extendida que es en la que se basa la Doctrina del Shock de Naomi Klein: el miedo. El miedo que todo lo paraliza. Esto ha hecho creer a movimientos sociales y Seguir leyendo Haciendo real la utopía→
En el lenguaje corriente, «ideología» viene a ser sinónimo de un conjunto de opiniones políticas, más o menos coherente. Por «ideología», de hecho, se entiende generalmente un sistema de valores políticos, sociales, culturales, religiosos, económicos, etc., acoplado con un conjunto de estrategias más o menos sólidas, dirigidas a la realización, total o parcial, de tales valores en la Seguir leyendo Ideología, utopía y pseudoutopía→
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