El gran protagonista del mundo actual es el miedo: miedo al terrorismo, miedo a la inmigración legal e ilegal, miedo a la competitividad económica, miedo al desempleo, miedo a la delincuencia común, miedo al belicismo estadounidense, miedo a la contaminación medioambiental, miedo a las prohibiciones gubernamentales, miedo a la pérdida de libertad y miedo, en fin, a lo Sigue leyendo →
Cuando se teoriza sobre la existencia de una tendencia secular y perdurable al declinar el beneficio en el mundo entero o en una parte de él, habría que precisar en primer lugar a qué grandeza y a qué sociedad y componentes sociales se hace referencia en concreto. Sigue leyendo →
Desde 2014, activistas solidarios, izquierdistas independientes, y otros han cruzado el Tigris para estudiar el desarrollo en Rojava, enclave multiétnico independiente en el norte de Siria. Allí, los kurdos, cuyas aspiraciones se han visto continuamente pisoteadas por generaciones de todo el Oriente Medio, están construyendo una sociedad estructurada institucionalmente en torno a una Sigue leyendo →
Los inicios del capitalismo moderno normalmente se hacen coincidir con la revolución industrial, que se inició en la Inglaterra de mediados del siglo XVIII. Según la tesis más extendida, en aquella época se habría producido una mutación, que conllevaría una tendencia gradual, en el paso de la fase de acumulación originaria del capital a la del desarrollo, es decir, del crecimiento sostenido. Por Sigue leyendo →
El reino totalitario de la economía global se descompone y numerosos son los indicios que hacen visible el proceso de desguace abierto por las maniobras tendientes a garantizar el suministro mundial de petróleo, adaptarse al cambio climático o controlar la población: el estallido de la burbuja inmobiliaria, el capitalismo verde, el perfeccionamiento técnico de la vigilancia, el fin brutal de la Sigue leyendo →
Cuatro puntos sobre los que reflexionar, nada más. La pregunta fundamental, la que todos los libros eluden siempre, dejándola al margen o tendiendo a confundir de modo más o menos eficaz, esta pregunta fundamental es: si la cárcel significa punición, castigo, pena, evidentemente, hace referencia a la transgresión de una determinada regla (de hecho, la punición interviene en el momento Sigue leyendo →
Hablar de socialismo a estas alturas en la jerga política, es algo que no conlleva una transformación social verdadera. Voy a obviar las dos corrientes estatalistas del socialismo, el llamado «socialismo real», que conllevó desastrosas consecuencias, y la socialdemocracia, o «cara amable» de un siempre dañino capitalismo (al que algunos solo se le ven sus males, como a ciertas enfermedades, cuando afecta al bienestar del primer mundo).
A las puertas de unas nuevas elecciones, donde todo, poco o nada cambiará para que todo siga igual, algunos políticos se llenan la boca de la palabra «socialdemocracia»; ¿sabemos verdaderamente qué significa el término de marras?, ¿tenemos una verdadera cultura política?, ¿alguien se lee, más allá de algún titular, los programas de las fuerzas políticas? (sí, ya sabemos que no los cumple ni el tato, pero ya que tantos insisten en participar en la farsa, que lo hagan a conciencia)
Resulta curioso que, si bien existe una manera de observar la historia del anarquismo en la que está claro que es una corriente socialista, los primeros anarquistas no dudaban en hacer suyos a autores que, tal vez, hoy consideraríamos más cerca del liberalismo (si bien, su crítica furibunda al Estado y a cualquier forma de dominación o, lo que es lo mismo, su naturaleza antiautoritaria se hace muy atractiva). Hay que considerar al anarquismo mucho más que un tipo de socialismo o colectivismo, una especie de filosofía vital que busca la emancipación en todos los ámbitos de la vida y el desarrollo de los valores más nobles del ser humano; por su propia idiosincrasia hace que tenga necesariamente que apostar por un modelo social y económico cooperativo y por dar predominancia a la solidaridad por enciman de cualquier otro valor.
En ocasiones, los planteamientos libertarios o anarquistas y los planteamientos liberales pueden llegar a ser tan similares que se podría llegar a pensar que el anarquismo es una forma de liberalismo sin propiedad privada. Aunque el liberal no solo vela por sus posesiones, sino también por su intimidad, su pensamiento y cualquier otro ámbito de su individualidad. Sigue leyendo →
Un espacio en la red para el anarquismo (o, mejor dicho, para los anarquismos), con especial atención para el escepticismo, la crítica, el librepensamiento y la filosofía en general