El próximo 24 de marzo la ejemplar democracia española celebrará una nueva farsa, un juicio por otro montaje policial y judicial que sólo busca esconder otro caso de torturas por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La fiscalía pide 1 año y 6 meses de cárcel, además de 770 euros de multa, a nuestro compañero Ruymán Rodríguez por supuestamente haber dado una patada a un guardia civil en el cuartelillo donde se le retenía y torturaba después de una detención ilegal.
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Un juicio
En unas semanas seré enjuiciado y también, indudablemente, condenado. Se me acusa de un delito de «atentado a la autoridad» (poético, para un anarquista) y se me pide un mínimo de 1 año y 6 meses de prisión y 770 pavos de multa. Todo esto por supuestamente haber dado en 2015 una patada a un guardia civil en el cuartelillo donde se me retenía y torturaba con la finalidad de intimidarme y desestabilizar el proyecto autogestionario de vivienda de la Comunidad «La Esperanza», ubicada en el municipio grancanario de Guía.
Seguir leyendo Un juicioEl anarquismo español y la acción revolucionaria (1961-1974)
Reseñamos este libro, por un lado para comprender la oposición libertaria a la cruel Dictadura de Franco en los años 60 y 70, por otro, para aprender de la historia sobre posibles tácticas y estrategias transformadoras, en las que el anarquismo debe tener mucho que decir, huyendo de toda tentativa dogmática e inmovilista.
El fin de la Segunda Guerra Mundial, todavía con la esperanza de una intervención de las potencias occidentales para acabar con la Dictadura franquista, llevó a las organizaciones clásicas del anarquismo a cierta espera e inmovilismo renunciando a la acción revolucionaria. La situación parecía que iba a ser muy diferente con el Congreso de la CNT en Limoges, en 1961, que supondrá la reunificación de la CNT. Como Luis Andrés Edo aclara en el prólogo, la base de este libro está en un Dictamen elaborado en dicho Congreso, que promulga la creación de un organismo conspirativo que iba a recibir el nombre de Defensa Interior (D-I); se pretendía romper con el inmovilismo y fomentar la acción directa radical contra la Dictadura de Franco.
Este Dictamen contemplaba la participación, no solo de la Confederación Nacional del Trabajo, también de la Federación Anarquista Ibérica y de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias. En el Congreso de CNT de 1963, en Toulouse, se inicia un proceso orgánico de disolución del D-I, que culminará dos años más tarde en el Congreso de Montpellier. Se denuncia que este proceso «oficial» de disolución del D-I, que no aceptará la FIJL, y continuará respaldado además por sectores de base de la CNT, iniciado además después de un momento clave como es la ejecución de Granado y Delgado, crea una falsa polémica sobre la «ilegalidad orgánica» de la organización de Defensa Interior. Sea como fuere, estamos hablando del testimonio clave de dos personas, protagonistas históricos, firmantes de un libro, que ya conoció una primera edición en 1975.
El Movimiento Libertario sufrió en España, tras la Guerra Civil, una ruptura generacional provocada por la cruel represión y por el forzado exilio de cientos de miles de militantes; a ello se une el trágico suceso de la Segunda Guerra Mundial, que supondrá la muerte de unos cien millones de personas. El anarquismo necesitaría, ya en la segunda mitad del siglo XX, una reactualización urgente. El contexto será, en los años 50, el del nacimiento de la Guerra Fría con el temor constante de un tercer conflicto mundial; ese miedo llevará al paralizamiento de la actividad política y sindical de los partidos y organizaciones clásicos produciéndose un profundo inmovilismo, ello a pesar de que continúen produciéndose situaciones conflictivas cuyos protagonistas serán ya otros.
Este inmolivismo tendrá una especie de «mar de fondo» en Occidente protagonizado por una juventud de diferente calado ideológico (marxistas, comunistas, cristianos…); el anarquismo, como no podía ser de otra manera, también será protagonista en gran medida a través de la la llamada Internacional Situacionista. Sin embargo, habría una organización española en el exilio, la FIJL, que no romperá con la estructura del movimiento clásico, pero sí con su estrategia inmovilizadora. Será la FIJL, siempre dispuesta a colaborar en acciones radicales contra la Dictadura, la que promueva la creación de ese organismo conspirativo que recibirá el nombre de Defensa Interior. Del seno de la FIJL nacerá el Grupo Primero de Mayo que, con el apoyo de algunas figuras experimentadas en el movimiento libertario, llevarán el anarquismo a las luchas obreras y estudiantiles producidas en el país.
El discurso central del libro es que la D-I supondrá, no solo una ruptura con el inmovilismo imperante en la organizaciones clásicas, también una impugnación ideológica a cualquier forma de dogmatismo que pudiera producirse en el movimiento anarquista; por supuesto, es un antidogmatismo que no adopta la forma de ningún tipo de posibilismo, sino la acción directa y radical contra el autoritarismo de la Dictadura y del capitalismo. No se trataba de entronizar la violencia, es más, se otorgó dignidad a las actividades al no producir ni una sola víctima mortal. Los autores del libro consideran que ha faltado objetividad crítica sobre la actividad del activismo anarquista, en los años que abarca la obra. Esa impugnación que un movimiento anarquista renovado, gracias en gran medida al ímpetu de la juventud, realiza al enclaustramiento de gran parte de las organizaciones clásicas supuso un cambio notable en los planteamientos y estrategias de las diversas corrientes revolucionarias.
Ese activismo anarquista contra la dictadura, en los años 60 y 70, recibirá a su vez la influencia de otros grupos revolucionarios surgidos en Occidente, poniendo así evidencia la crueldad de la Dictadura franquista aliada con las democracias occidentales. Si en América Latina ya estaba pronunciándose una juventud rebelde en los años 60 cuya máxima era «La revolución es obra de todos los revolucionarios», será la condición indudablemente antiautoritaria de Mayo del 68 junto al activismo revolucionario anarquista en Europa la que lleve la situación a su máximo apogeo. El fracaso de todas estas tentativas revolucionarias, resultado de diversos factores, es digno de análisis; el orden autoritario irá perfeccionando sus formas de manipulación y su nivel de eficacia. Para el futuro, quedará la estrategia anarquista de adecuación de medios a fines bien lejos de ese «terrorismo» de quienes tienen como objetivo conquistar el poder y no tardan en convertirse ellos mismos en represores.
Hoy, bien entrado el siglo XXI, cuando el orden autoritario adopta forma más sutiles y perfeccionadas, pero no menos alienantes, irracionales y también violentas, es más necesaria que nunca una nueva renovación de las tácticas y acciones verdaderamente transformadoras en el movimiento anarquista. Al margen de la forma que adopte ese movimiento, hoy sin una gran organización de masas, no cabe duda del importante legado de unas ideas libertarias que han impregnado la acción auténticamente revolucionaria de las últimas décadas: crítica a la familia, a la escuela, a la empresa capitalista, al Estado; negación de todo paternalismo, de la burocracia, el nacionalismo o el militarismo; reclamación de espacios autogestionarios, profundización democrática, solidaridad comunitaria…
Octavio Alberola y Ariane Gransac terminan su libro a mediados de los años 70, en un momento en que el orden autoritario tenía dos caras, la liberal y la dictatorial; la tesis de su obra es que lo que condujo, en cierta medida, a una sociedad más libre e igualitaria no fue una izquierda tradicional subordinada al juego político, finalmente en España integrada en el sistema dentro de esa farsa que fue la Transición democrática, sino la actividad revolucionaria de una juventud decididamente revolucionaria y antidogmática. La revolución auténticamente emancipadora, aquella que elimine la alienación y la explotación, y funde una sociedad libre y fraterna, es un objetivo por el que los anarquistas en el siglo XXI deben trabajar, influyendo en los movimientos sociales y en el conjunto de la sociedad, huyendo de nuevo de todo sectarismo.
En palabras de los propios Gransac y Alberola como colofón a su libro:
Para los anarquistas, lo esencial no es reconquistar un lugar entre las organizaciones sindicales o los movimientos políticos, sino reforzar y radicalizar todas las formas de «contestación» antijerárquica y de afirmación de la solidaridad revolucionaria en el seno de las sociedades en que viven y en el mundo.
Esa es la lección que hemos aprendido a lo largo de este testimonio.
Capi Vidal
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Navalquejigo vive. La okupación rural madrileña en peligro
En un pequeño rincón de la sierra madrileña, cercano a El Escorial, se encuentra la aldea de Navalquejigo. De origen medieval (declarada en 2006 Bien de Interés Cultural por varias construcciones que datan de los siglos XIII al XVII), sus siglos de historia estuvieron a punto de llegar a su fin cuando en 1989 fue abandonada por sus últimos habitantes, como ha ocurrido en tantísimas poblaciones serreñas del centro de la península a lo largo del siglo XX.
Seguir leyendo Navalquejigo vive. La okupación rural madrileña en peligroCultura. Educación. Artes. Migajas de sobremesa
Los artistas de la Edad Media, inspirándose en el mismo manantial de sentimientos que la masa del pueblo y expresando esos sentimientos por la arquitectura, la pintura, la música, la poesía o el drama, eran verdaderos artistas; y sus obras, como conviene a las obras de arte, transmitían sus sentimientos a toda la comunidad que les rodeaba ¿Qué es el arte?
León Tolstoi
No es demagogia, no es mentira, ni está premeditado, ni responde a la casualidad. Tampoco es una mera anécdota sino que «llueve sobre mojado». Se trata de un hecho absolutamente real que ha sido noticia en nuestro país.
Seguir leyendo Cultura. Educación. Artes. Migajas de sobremesaViolencia y emancipación social
El uso de la violencia para transformar la sociedad ha dado lugar a numerosos y apasionados debates en el seno de los movimientos revolucionarios. Para los libertarios, esta cuestión ha sido siempre de una gran importancia. No sólo por las posibles derivas de la violencia en terror, en terrorismo, sino porque el recurso a ella pone en causa la necesaria consecuencia entre medios y fines que siempre nos ha parecido fundamental. No obstante, la perpetuación de la dominación y la explotación y circunstancias coyunturales muy particulares nos han obligado a recurrir a ella. Lo que no quiere decir que el dilema ético haya dejado de interpelarnos, y no siempre a posteriori.
Seguir leyendo Violencia y emancipación socialPor qué necesitamos una verdadera anarquía
Los políticos profesionales se han unido en uno de sus habituales coros para denunciar el asalto al Capitolio el 6 de enero como «sin ley», «antidemocrático» y «extremista», llegando incluso a tergiversar el resultado como «anarquía». Pero el problema con la invasión del Capitolio no fue que fuera ilegal, antidemocrática o extremista en sí misma, sino que fue un esfuerzo por concentrar el poder opresivo en manos de un autócrata, que es precisamente lo opuesto a la anarquía. La acción directa, las tácticas militantes y la crítica de la política electoral seguirán siendo esenciales para los movimientos contra el fascismo y la violencia estatal. No debemos permitir que la extrema derecha los asocie con la tiranía, ni permitir que los centristas enturbien las aguas.
Seguir leyendo Por qué necesitamos una verdadera anarquíaDossier sobre anarquismo internacional
ALB Noticias.- Presentamos un extraordinario estudio realizado por el compañero brasileño Felipe Correa. Ha sido traducido amablemente por el usuario de twitter @ricardo_human y lo difundimos por aquí en alasbarricadas con la intención de que se conozcan las voces libertarias que pueblan el mundo. Este trabajo nos recuerda al exhaustivo recopilatorio hecho en la década de los 2000s por el malogrado compañero Daniel Barret llamado Los sediciosos despertares de la anarquía, que podéis ver en el link anterior. Desde nuestro punto de vista, una vez leído, podemos tener diferencias de opinión respecto a algunos temas, o quizás se hecha de menos mayor profundidad con ciertos modelos de anarquismo, pero esto no le resta validez a este estudio que ocupa 57 páginas.
Os dejamos aquí el PDF completo
y a continuación la presentación del autor:
Comunicado del Taller Libertario Alfredo López de La Habana
No aceptamos amos sobre nos ni servidores bajo nos. Trabajamos por una sociedad donde todos los asuntos públicos sean resueltos mediante la auto-organización de quienes convivimos, trabajamos, creamos y amamos, en Cuba y el planeta. Damos testimonio, sin embargo, de que el paso a tal modo de agenciar nuestras vidas en común sólo puede ser producto de la más profunda revolución social. Pero el ser radicales en nuestra concepción del socialismo y la liberación humana no nos convierte en gente estricta o extremista, ni nos opone a quienes sinceramente buscan caminos de dignidad. Es legítima la lucha por las garantías sociales, aun cuando su raíz germinativa no alcance el ideal de inmediato —con tal sólo de que una raíz así exista—, muchas de las cuales contienen gérmenes vivos y en crecimiento del común de la sociedad que por ahora sólo nos atrevemos a soñar. Defender tales gérmenes y sembrar las semillas de la libertad aun si sabemos que pueden demorar milenios en volverse árboles tan robustos como las ceibas de nuestros campos, es nuestro deber y opción de vida.
Y por todo ello:
Leyendo de nuevo a Camus
Albert Camus, desgraciadamente, falleció en un accidente de coche y a temprana edad. Fue un hombre lúcido y honesto que, a diferencia de muchos otros intelectuales de su tiempo, denunció la represión en cualquier régimen y en cualquier ideología. En el campo filosófico, la figura de Camus se asoció al existencialismo cuando esta tendencia se encontraba en un periodo álgido. A ello contribuyó el hecho de que Seguir leyendo Leyendo de nuevo a Camus