“A veces uno sabe de qué lado estar, simplemente viendo quienes están del otro lado”.
Un sector del anarquismo, al apoyar a los nacionalistas, ha perdido la trabazón con los obreros, pero parece haber encontrado un lazo bastante sólido con la clase media y el nacionalismo. El derecho laboral se ha hermanado con la libertad de los pueblos, y las papeletas electorales, con la acción directa.
¿Hay un principio en la anarquía? ¿Cuál es el nexo de conexión entre el arjé filosófica y la anarquía? Si la anarquía en primera instancia permite vislumbrar la caída y el agotamiento de una ideología, ¿de qué manera el anarquismo se acaba convirtiendo en un movimiento esencialista que opera tras una lógica trascendental? ¿cuál es el robo que pudo producirse desde la anarquía a la filosofía y en qué sentido la filosofía puede estar en deuda con ella?
Resulta poco habitual que alguien evolucione desde espacios de la socialdemocracia hasta el anarquismo, mucho más frecuente es la evolución contraria. Solo por eso ya me interesó leer a Philippe Corcuff [1] y no me ha decepcionado. Escribe desde la sociología y la filosofía política pero no esquiva el activismo político, en 2013 ingresó en la Féderation Anarchiste en Francia, se define como «activista altermundista y libertario». Forma parte de un espacio online interesante: http://www.grand-angle-libertaire.net/
Richard Dawkins es un reconocido científico, el cual se considera ateo, humanista y escéptico. Una de sus más conocidas obras, y conscientemente controvertida, es El espejismo de Dios (The God Delusion), publicada en 2006, en la que afirma la irracionalidad de la creencia en deidad alguna y el gran daño que la religión produce a la sociedad. Es un libro, en palabras de su autor, escrito para todas aquellas personas educadas Sigue leyendo →
Acabé de leer el libro de Houria Bouteldja(1) casi al mismo tiempo que se produjo el asesinato en un control policial de Nahel Merzouk en el suburbio parisino de Nanterre. Mientras releía el libro se producían las protestas de ira de los franceses de segunda categoría que viven en los banlieue más desfavorecidos del extrarradio de las grandes ciudades.
Shangay Lily, desgraciadamente desaparecido de forma temprana en 2016, fue una de las figuras más relevantes del mundo gay, tanto a nivel artístico como político y reivindicativo. Este libro, Adios, Chueca. Memorias del gaypitalismo: la creación de la «marca gay», es un legado de su activismo social, de su ausencia de acomodo y de conservadurismo, así como de su profunda disidencia frente al devenir del mundo gay de los últimos años.
Sylvain Maréchal: Diccionario de ateos (Laetoli, Pamplona 2013). 365 páginas.
Sylvain Maréchal (1750-1803) fue un periodista, ensayista, filósofo, poeta y activista en una época tumultuosa marcada por la Revolución francesa; se le ha considerado un precursor del socialismo y del anarquismo Sigue leyendo →
Hace unos años, un libro resultó muy vendido (vamos a presuponer que, también, muy leído) con ese pretencioso título, Sapiens. De animales a dioses. El autor era un tipo israelí, creo que historiador, Yuval Noah Harari. El caso es que, recientemente, alguien que me aprecia me regaló la obra y uno, a pesar de la desconfianza manifiesta hacia todo best-seller en la sociedad del consumo fácil, tiene la sana costumbre devorar toda lectura que cae en sus manos. Veamos. La tesis central del libro es que el homo sapiens acabó dominando el mundo gracias a su capacidad para crear grandes ficciones (léase mitos como los dioses, las naciones o incluso el dinero) y hacer que gran número de personas crean en ellas para crear estructuras sociales de todo tipo. No todas esas estructuras nos gustan, por supuesto, pero podríamos interpretar que cualquier sociedad es posible si nos empeñamos en que lo que mueva al mundo sea algo medianamente decente (no es el caso actual). Hay también en la obra de Harari algunos lugares comunes, como el hecho de que el llamado homo sapiens ha acabado devastando a su paso a otras especies en el momento en que llegó la agricultura, los asentamientos y se reprodujo de manera indiscriminada. Uno se pregunta cómo es posible que fanáticos en la actualidad adviertan sobre los peligros de la falta de natalidad, sustentada principalmente en esa estupidez de la puesta en peligro de la familia tradicional, cuando sobra gente por todos lados y no todo el mundo tiene unas condiciones dignas de existencia. Se trata de que los que estamos vivamos mejor, no de que sigamos trayendo desgraciados a este cuestionable mundo. Pero, volvamos con la obra en cuestión.
Nada en los libros de Los Gimenólogos, recorre la senda habitual de la Historia hegemónica avalada por la Academia (todo con mayúsculas). Para empezar, no es habitual la autoría colectiva, tampoco lo es la manera de enlazar materiales proporcionados por «amigos» que se han ido reuniendo a lo largo de los años, su manera de entender la historia también es peculiar.
El libro de Paul B. Preciado, Dysphoria mundi es un libro imposible de reseñar sin simplificar. Estamos ante un texto que se comporta como un río que recoge manantiales, pequeños y briosos cursos de montaña, ríos afluentes y, de este modo, el río cada vez recoge más y más agua hasta desbordar en el mar.
Esta reflexión no es una reseña, son consideraciones sobre aquellos planteamientos que me han aclarado ideas, me han hecho pensar en otras, me han generado dudas o me han confirmado intuiciones que ya tenía. Estamos ante un libro de filosofía que, a la vez, es un ensayo y una autobiografía. Un libro que abre una puerta que te conduce a otras puertas y estas a otras muchas y así sucesivamente.
Un espacio en la red para el anarquismo (o, mejor dicho, para los anarquismos), con especial atención para el escepticismo, la crítica, el librepensamiento y la filosofía en general