Archivos de la categoría Opinión

ACRACIA ANARQUISMO NIHILISMO

Vacunas

Despedimos este asqueroso año 2020 en plena crisis, sanitaria y de todo tipo, y con la incertidumbre de no saber muy bien en qué manos estamos. El gobierno de progreso ha decidido iniciar la vacunación masiva contra el maldito virus y, como en tantas otras cuestiones, y al margen de la decisión personal que finalmente adoptemos, nos asaltan multitud de dudas sobre el (también, maldito) poder, tanto económico como político, que vienen a estar entrelazados. Vaya por delante que me distancio de forma abisal, de los inefables antivacunas, tantas veces amantes de teorías estrambóticas y conspiranoicas. Sabemos muy bien cuáles son los intereses de las empresas farmacéuticas, tantas veces colocando el beneficio por encima de la salud de las personas, pero una cosa es eso y otra ya perder el norte sobre lo que es o no científico (es decir, demostrable como válido, en este caso para sanar o prevenir). Las vacunas han permitido avances innegables en la lucha contra las enfermedades, aunque ello se haya producido en una modernidad marcada todavía por graves desigualdades sociales y con gran parte del planeta sin acceso a bienes esenciales, entre los que se encuentra una buena sanidad.

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Los intelectuales y el fascismo

Creo que hace año y pico, en este inefable país, se estrenó la última (y más bien mediocre) película dirigida por el prestigioso Alejandro Amenábar, llamada Mientras dure la guerra. Como es sabido, el film se centraba en el momento del golpe de Estado perpretado por el genocida general Franco y sus secuaces, teniendo como localización la ciudad de Salamanca y como protagonista a Miguel de Unamuno. El colofón era los (¿conocidos?) hechos del Paraninfo de la Universidad de Salamanca donde el intelectual se enfrentó dialécticamente a los sediciosos fascistas con la consecuente ira del ridículo matarife Millán Astray. El film, cómo no, al margen de su calidad, que ya digo que me resultaba bastante discreta, a pesar de su impecable factura, molestó a gran parte del facherío patrio, lo cual es de agradecer. Sin embargo, resulta curioso, meses después de su estreno, pude escuchar a cierto bodoque ultrarreaccionario, en un irrisorio medio televisivo de extrema necedad ideológica, asegurar que a la película de Amenábar no se le había reconocido demasiado «por no ser lo suficientemente antifranquista». Me gustaría, o no, saber lo que pasa por la cabeza de estos tipos ultraderechistas para mantener su repulsivo relato sobre los hechos recientes de este indescriptible país.

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rey felipe vi

El discurso

Lo del discurso del jefe de Estado, léase, claro, el rey, la noche del 24 de diciembre es algo que empieza a parecer un nuevo episodio de alguna ya reiterativa serie de muertos vivientes. El programa estelar se completa, un rato después, con la inevitable aparición en la misma televisión pública del cantante ultraconservador Raphael, aunque este al menos tiene buena voz. No es que me importe lo más mínimo lo que pueda decir el monarca, pero uno tiene que aguantar el chaparrón de caspa y patetismo si quiere rellenar estas líneas con algún análisis político. No obstante, quizá lo más penoso y deplorable sea escuchar a algunos críticos biempensantes lamentarse de que Felipe VI no condenara abiertamente los escándalos de su padre Juan Carlos y solo pasara de puntillas por el tema cuando aludió a unos supuestos «principios éticos» inherentes a la corona, «a pesar de las circunstancias». Sí, las palabras son indignantes, un insulto al común de los mortales que habita este indescriptible país llamado España. Pero, ¿alguien podía esperar otra cosa de una institución inicua y añeja? Es más, ¿ha soltado alguna vez un monarca un discurso, con esa voz de los borbones siempre meliflua y monocorde, que no sea mera retórica vacía?

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Capitalismo-Neoliberalismo-Tratado-Trasatlantico-para-el-Comercio-Acracia-Anarquismo

Capitalismo

Leyendo a unos y otros, no cabe más que preguntarse qué opinar sobre ese sistema que tanto detestamos, pero que tanto nos envuelve, que denominamos capitalismo. Los liberales, los más puros me refiero, tan utópicos ellos, a pesar de su ya larga existencia, aseguran que lo que necesitamos es más libre mercado, eso sí, algunos usan un subterfugio atractivo: frente al Estado, dejar a la sociedad civil que gestione económicamente y que haga sus propios acuerdos. Insisto, esto lo dicen los defensores del capitalismo y de un Estado mínimo, no tanto acabar con el Estado, que eso es ya abiertamente una entelequia, que según ellos asegure la igualdad jurídica de todos los agentes. Para empezar, convendría concretar un poco más qué es eso del capitalismo, concepto que sí es cierto que usamos demasiado a menudo como algo abstracto, como un «mal abstracto y absoluto», casi me atrevo a decir. De un modo todavía demasiado genérico, podemos identificar capitalismo con la privatización de los medios de producción privados; yendo un poco más allá, este sistema económico va impepinablemente unido a la búsqueda de beneficios, dejando la ética a un lado las más de las veces, por lo que entramos ahí en una dinámica infernal. Para la relación del capital con otros factores, como es el trabajo o las materias primas, tendríamos que acudir ya a lecturas más sesudas y, a menudo, abstrusas.

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Posibilidad de la anarquía y joder, ¿me vacuno del coronavirus?

Decía Proudhon que «Ser gobernado significa ser vigilado, inspeccionado, espiado, dirigido, legislado, reglamentado, encasillado, adoctrinado, sermoneado, fiscalizado, estimado, apreciado, censurado, mandado bla, bla, bla»… Cosa increíble en España… ¡Cerraron los bares! ¡Quitaron el fútbol! ¡Eliminan la Navidad! ¡Impiden el duelo por los muertos! ¡Matan a La Sumergida de hambre! Y, en general, la población obedece. Hay quien piensa que esto es algo novísimo, que nos quitan libertad y que los ciudadanos están apollardados. Y yo, en medio de tanto pesimismo, pienso que esa sumisión, es justamente la prueba de que la anarquía puede funcionar perfectamente. Porque el sometimiento tiene raíces culturales, su base es la costumbre… A ver cómo lo explico…

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VOX ORTEGA-SMITH

Fascistas grotescos

Hoy*, hemos amanecido con la noticia de la exculpación del inefable esperpento fascista que es Javier Ortega Smith. Este sujeto, objeto de la denuncia que finalmente el Tribunal Supremo ha decidido que no es delito, afirmó que las llamadas Treces Rosas «torturaban, asesinaban y violaban vilmente» (sic). Este estulto ultrarreaccionario «argumentaba» con ello, en oposición a la Ley de Memoria Histórica, que en la Guerra Civil Española ambos bandos cometieron crimenes, que las heridas no hay que reabrirlas, que quieren dividir a los españoles y bla, bla, bla. Nada nuevo, ya que toda esta retahíla de insultantes lugares comunes nos la vienen repitiendo desde la Transición para justificar el actual régimen de Monarquía constitucional y la continuidad económica que supuso aquel proceso. Sí, Vox son los más explícitos herederos de la dictadura, pero todo ese fraude que constituyó la llamada Transición democrática se edificó en torno a una supuesta reconciliación entre todos los españoles, vencedores y vencidos, para maquillar a nivel político lo que no era más que una continuación moral y económica del régimen anterior. El argumento de que «los rojos mataron muchísimo» no es nada nuevo, lo que ocurre es que Ortega Smith es tan inicuo como estólido.

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ACRACIA ANARQUISMO NIHILISMO

Creencias y absolutismos

Los más sesudos aseguran que vivimos en una época llamada posmodernidad, algo tal vez ignoto para gran parte de los mortales. Esto es, valga la perogrullada, una sociedad en la que las características de la modernidad ya no tienen vigencia. Es más, las promesas que tuvieron su punto de partida en la Ilustración, con la confianza exacerbada en el Progreso, en la Razón y en la Ciencia -el uso de las mayúsculas no es casual-, que nos acabarían conduciendo al paraíso terrenal, obviamente, no han tenido lugar. No solo eso, sino que es tal vez el siglo XX uno de los que mayores horrores ha producido, si no el que más, precisamente, gracias al «progreso» científico, pero sobre todo a poderes autoritarios muy concretos, que han sabido usarlos en su provecho. Las cabezas pensantes defensoras de esta llamada posmodernidad se congratulan de que demos por periclitada a la época moderna, la cual consideran que ha supuesto una continuidad de la creencia dogmática en forma secularizada. Si antes, las barbaridades se hacían en nombre de un Absoluto denominado Dios, acabamos sustituyéndolo por otros secularizados, como los anteriormente mencionados, de ahí la inicial mayúscula. Desde este punto de vista, muy generalista, podríamos estar incluso de acuerdo con los postulados posmodernos.

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Reflexión anarquista sobre el populismo

Creer o no creer: acerca de ciertas contradicciones

Cuando Parménides nos dice que “si el ser es, es imposible que no sea” eso implica que cuando no sea, es imposible que a la vez sea, y con ello está sentando las bases de la lógica y el materialismo. Por su parte, cuando el cretense Epiménides formula su famosa paradoja “todos los cretenses mienten” está planteando un problema lógico de difícil solución, puesto que de ser cierta, se niega a sí misma pues al menos ya hay uno –él- que dice verdad. Nos comentaba  Aristóteles en su Metafísica que siguiendo su principio de no contradicción: “es imposible que, al mismo tiempo y bajo una misma relación, se dé y no se dé en un mismo sujeto, un mismo atributo”. Parece evidente que en una determinada proposición disyuntiva, si uno de los términos es verdadero, necesariamente, el otro es falso (o viceversa) ya que una misma cosa no puede ser al mismo tiempo verdadera y falsa. En semántica se formula a través de la conjunción disyuntiva «o» que nos obliga a elegir entre dos afirmaciones que nunca se pueden dar a la vez -“te quedas o te vas”, es decir: “si te quedas no te vas y si te vas no te quedas”.

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Pseudociencia-Pseudofilosofia-Internet-Redes-Sociales-Librepensamiento-Anarquismo-Acracia

Filosofía sin Escuela, y Escuela sin Filosofía

Con eso de que quitan la Filosofía de la escuela, resulta indispensable filosofar por nuestra cuenta. Filosofar es pensar sobre lo que nos rodea. Una luz no enciende, no se ve un huevo, hay que iluminar…, porque todos y todas somos filósofos y filósofas. Por lo tanto, hay que traducir la realidad al lenguaje común. Eso es fundamental para pensar, pues el mundo, por ser tan complejo, tiene que ser expuesto de forma sencilla. Filosofar, es comprender el mundo, ver el problema, mostrarlo diáfano, descubrir las soluciones. Dar a conocer la complejidad de manera incomprensible (misión de los académicos), a lo único que conduce es a lanzarse como loco a ver series de ficción en páginas piratas. Como lo oyes.

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Anarquismo Nacionalismo Cataluña

Vida o supervivencia

Desde la primavera de 2020, cuando fuimos confinados/as en casa la mayoría de la población excepto las personas que trabajaban en los servicios básicos, tenía en la cabeza bailando el lema en el que tanto insistió la izquierda, incluido el ámbito libertario y anarquista: hay que confinarse para defender la vida. Había algo que no me encajaba en ese lema aparentemente incuestionable en un momento de pánico como el de los meses de marzo a mayo de 2020 en España. Sigue leyendo