A menudo, se quiere observar a los anarquistas como fanáticos, opuestos a todo lo establecido; paradójicamente, se sigue señalando como radicales a aquellos que deciden entrar en la participación política del sistema representativo, tal vez sinceros en su deseo de emancipación social. Desde estas líneas, y no en nombre de dogmatismo alguno, rechazamos entrar en ese juego electoral y parlamentario, que abunda en la perversión, el engaño y la división social, y lo hace además con la máscara de una posible transformación social.Sigue leyendo →
En el lenguaje corriente, «ideología» viene a ser sinónimo de un conjunto de opiniones políticas, más o menos coherente. Por «ideología», de hecho, se entiende generalmente un sistema de valores políticos, sociales, culturales, religiosos, económicos, etc., acoplado con un conjunto de estrategias más o menos sólidas, dirigidas a la realización, total o parcial, de tales valores en la Sigue leyendo →
Es relativamente frecuente encontrarse con algunos autores o componentes del movimiento libertario que equiparan la anarquía con la democracia. Según este punto de vista la anarquía, como escenario resultante de la revolución social que pone fin al Estado y a la propiedad privada, constituye un orden en el que las funciones de gobierno que antes eran desempeñadas por personal Sigue leyendo →
Tras la Revolución francesa, comienzo simbólico de la modernidad en política, surgieron las distintas escuelas socialistas, divididas pero todas tendentes a desear, proponer y valorar el socialismo, sistema de convivencia social donde el valor colectivo de compartir era considerado prioritario. Los rebeldes, los marginales, los explotados, los oprimidos en general se sentían incluidos en una lucha para Sigue leyendo →
Aníbal D´Auria es abogado, politólogo y filósofo. Profesor de Teoría del Estado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, sostiene que “el derecho es un mundo de ficciones”.
Hablar del anarquismo en un lugar tan coqueto como la zona de la Recoleta en Capital es un tanto extraño. Pero resulta que Aníbal D´Auria es profesor titular de la materia Teoría del Estado en la Sigue leyendo →
No es nada sencillo definir las señas de identidad del anarquismo, que por definición tiende a ser abierto, con fronteras algo borrosas. No obstante es importante ofrecer unas referencias para delimitar cuál es nuestra propuesta sin entenderlas como cierres que excluyen y separan. Para ello, podemos recurrir a los tres nombres con los que se ha llamado a la tradición anarquista: anarquistas, libertarios y Sigue leyendo →
Para el anarquismo, la libertad no es una abstracción anterior al hecho social. Por lo tanto, al contrario de lo que afirman los liberales partidarios del contrato social, los seres humanos no ceden parte de su libertad para dar lugar a la sociedad; no se produce enajenación alguna, al menos no por la la propia voluntad de los individuos.Sigue leyendo →
Para responder a esta pregunta debo comenzar con una serie de aserciones sobre la historia del anarquismo:
1. Como ideología política, la anarquía fue formulada en el siglo XIX por sus padres fundadores, los cuales, como los de las otras versiones del socialismo —marxista, fabiana, socialdemócrata— Sigue leyendo →
En cada ciudad del mundo, por más pequeña que sea, hay al menos una persona que se reclama anarquista. Esta solitaria e insólita presencia debe ocultar un significado que trasciende el orden de la política, del mismo modo en que la dispersión triunfante de las semillas no se resume en mera lucha por la supervivencia de un linaje botánico. Quizá la evolución “anímica” de las especies políticas Sigue leyendo →
Como bien se ha dicho en multitud de ocasiones, «resulta difícil trazar los rasgos del anarquismo»; esta frase, escrita por Daniel Guérin en El anarquismo, cobra mayor sentido bien entrado el siglo XXI, cuando el contexto social es bien diferente y los anarquistas bien haríamos en tenerlo en cuenta para buscar mayores respuestas libertarias.Sigue leyendo →
Un espacio en la red para el anarquismo (o, mejor dicho, para los anarquismos), con especial atención para el escepticismo, la crítica, el librepensamiento y la filosofía en general