Archivo de la etiqueta: Poder

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¿Es actual el anarquismo?

¿Es actual el anarquismo? La pregunta es directa y parece bien sencilla. Es sin duda la respuesta la que debería llevar toda la carga de una eventual complejidad. Pero no hay que fiarse de las apariencias: las preguntas casi nunca son simples, y la complejidad de la respuesta es tan sólo un efecto de la complejidad que ya está encerrada en la pregunta. Esta pregunta, desde luego, está muy lejos Sigue leyendo

Reflexiones sobre el ateísmo, las creencias y el poder

El ateísmo fue inherente al movimiento socialista desde sus orígenes, aunque únicamente los anarquistas iban más lejos con el rotundo y significativo lema «Ni Dios, ni amo». Es decir, no al principio de autoridad, ya sea sobrenatural (poniéndola en primer lugar) o muy terrenal. Anarquismo es sinónimo de autonomía, a nivel individual y social, y tal noción no es totalmente posible si existe algún tipo de voluntad suprema. Insistiremos, desde siempre el anarquismo ha hecho propaganda contra la religión, por considerar que es consustancial a ella la existencia de alguna forma de autoridad por encima de los seres humanos. Es algo muy sencillo, y demasiado evidente, no puede haber libertad con la presencia de un amo, ultraterreno, eclesiástico, ideológico o político, del tipo que fuere.

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Direct Democracy Festival (Salónica) – El anarquismo hoy

Se acaba de celebrar el Direct Democracy Festival, en Salónica (en Macedonia Central, Grecia), del  3 al 5 septiembre 2015, organizado por el movimiento antiautoritario, con múltiples conferencias, conciertos y todos tipo de actividades. La asistencia ha sido espectacular. Reproducimos a continuación el texto que ha servido de base para la intervención de Tomás Ibáñez.

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El poder del Estado

El Estado no podría existir si nuestra capacidad para determinar las condiciones de nuestra propia existencia, como individuos en libre asociación con las/os demás, no se nos hubiese sido quitada. Esta desposesión es la fundamental alienación social que provee las bases para toda dominación y explotación. Esta alienación puede ser correctamente rastreada en el surgimiento de la propiedad (y digo propiedad como tal, no como propiedad privada, ya que desde muy temprano gran parte de la propiedad era institucional- perteneciente al Estado). Sigue leyendo

Anarquismo: teoría e ideología, principios y estrategias

El presente artículo discute, por medio de elementos teóricos e históricos, la relación del anarquismo con el poder, la clase y la transformación social. Partiendo de una definición del anarquismo, sustenta que relacionar anarquismo y poder exige superar una problemática semántica, y propone conceptuar el poder en términos de relación entre fuerzas sociales asimétricas. Sustenta además que los anarquistas tienen una concepción y un proyecto general del poder que subsidia su concepción de clase, establecida por medio de un tipo de poder (la dominación), y constituye las bases de su noción de transformación social, que se caracteriza por: su creencia en la capacidad de la realización de los sujetos que constituyen parte de las distintas clases dominadas, su involucramiento en la transformación de esa capacidad en fuerza social, su intento para que esta fuerza aumente permanentemente, su defensa de un proceso revolucionario que permita superar las fuerzas enemigas y sustituir el poder dominador de la sociedad por el poder autogestionario.

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Foucault o la ética y la práctica de la libertad. Dinamitar espejismos y propiciar insumisiones

1.  Los “efectos de verdad” de una ficción

“Quienes se dejan llevar de cuando en cuando por el dulce encanto de ensoñar ficciones nos cuentan que en su lecho de muerte, pocos instantes antes de que su fatigado corazón dejase de latir, Foucault experimentó una satisfacción incontenible. Su rostro adquirió de repente una placidez extrema y sus labios, distendidos por un intenso placer, esbozaron un leve movimiento. Algunos de los presentes tan solo creyeron percibir un profundo suspiro, sin embargo, otros, probablemente más cercanos y más atentos, alcanzaron a oír las siguientes palabras: «¡Por fin!… Por fin el descanso… nunca más escribir…! ¡Por fin la inmovilidad… detenerme por fin en un solo lugar…! «. Sigue leyendo