Todas las entradas de: Capi Vidal

Dudas razonables, y una certeza

Quería manifestar dudas que tengo desde hace décadas, y que me surgen una y otra vez cuando leo artículos referidos a la crisis energética. Quiero dejar bien claro que solo digo lo que se me ocurre, tal vez por orgullosa ignorancia y pereza.

Resulta que en el siglo XX me embarqué en el tema antinuclear. La energía nuclear, en medio de la Guerra Fría, se me antojaba un disparate como la copa de un pino, y así vi cómo en la España democrática se declaraba la moratoria, se paralizaba la construcción de centrales, se mantenían en funcionamiento las existentes, y se apostaba por la energía fósil (sobre todo) y las renovables.

Seguir leyendo Dudas razonables, y una certeza

La moral en el pensamiento anarquista

Vamos a repasar en el siguiente texto la visión moral, y las consecuentes propuestas éticas, que han propuesto los grandes pensadores ácratas; junto a ellos, algún autor no explícitamente anarquista, pero reivindicado por la tradición libertaria. Si el desarrollo moderno de la política ha tratado de desvincular radicalmente la ética de la política, encontramos en el anarquismo propuestas abiertamente diferentes, muy necesarias en el mundo que vivimos en la actualidad.

Seguir leyendo La moral en el pensamiento anarquista

Fanatismos religiosos (valga el pleonasmo)

Hace escasos días, el escritor Salman Rushdie fue apuñalado repetidas veces por uno de esos fanáticos dispuestos a hacer cualquier cosa en nombre de sus creencias. Hacía ya más de tres décadas que el ayatollah Jomeiní lanzó una fatwa (o como se diga eso) en la que pedía nada menos que el asesinato para el autor del libro Los versos satánicos; al parecer, por haber provocado la ofensa para los musulmanes, pero que dudo mucho que haya leído cualquiera de esos cretinos fundamentalistas. Son las cosas de la religión, mezcladas en este caso con la opresión política para mayor inri. Era yo muy jovencito cuando aquella situación se produjo, que obligo a Rushdie a vivir oculto y protegido durante años; tiene bemoles que el agresor homicida actual ni siquiera había nacido. El bueno de Rushdie, al pasar tanto tiempo, debía haberse relajado en su protección y estas son las consecuencias sangrientas, que deberían reforzarnos en nuestra condena del fundamentalismo religioso, que viene a ser una suerte de pleonasmo; la realidad es que durante esos años no pocos políticos y clérigos habían ratificado la sentencia iniciada por el inicuo Jomeiní, que por cierto murió al poco de lanzar su repulsiva fatwa, e incluso se había aumentado la recompensa económica por servir la cabeza de Rushdie. Una de las grandes vergüenzas de la humanidad, que no son pocas. Por supuesto, hubo numerosas voces de figuras públicas que dieron todo su apoyo al escritor en su momento, aunque la sensación es que no se produjo una condena unánime por gran parte de las instituciones que forman esta civilización tan cuestionable que hemos creado. Valga como ejemplo qe la Academia Sueca, que concede el premio Nobel, no acabó condenando la fatwa hasta hace pocos años.

Seguir leyendo Fanatismos religiosos (valga el pleonasmo)

Asalto de la extrema derecha a la educación pública en Madrid

Hace unos meses, la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso anunció que ordenaría a los inspectores de Educación de la Comunidad de Madrid retirar los libros de texto que contuvieran material “sectario” (porque ella, a diferencia del resto, es objetiva y está por encima del bien y del mal). Más adelante, su consejero de Educación, Enrique Ossorio, profundizó en el mensaje de su khaleesi, aclarando que el Gobierno autonómico no compraría libros que contuvieran expresiones como “emergencia climática”, “resiliencia” o “discriminación por razón de género”[1].

Seguir leyendo Asalto de la extrema derecha a la educación pública en Madrid

La actitud escéptica, base del progreso

Se dice que cuando un acontecimiento da lugar a un efecto de extrañeza la inteligencia produce mecanismos de defensa con afán de anularlo, desde la simple negación hasta incluso la exclusión. Naturalmente, a este esfuerzo de la inteligencia puede seguir el trabajo de la reflexión, sopesando con ecuanimidad y distanciamiento los argumentos tratando de acercarse a los hechos con una mirada más abierta, desinteresada y comprensiva.

Seguir leyendo La actitud escéptica, base del progreso

Florentino y el poder del palco

En el brillante texto previo de este magnífico blog, dedicado a la manipulación en los medios, ya mencioné de pasada al todopoderoso Florentino Pérez, con un desmedido poder en este inefable país. Ahora, una vez leído en toda su amplitud el libro El poder del palco, de Fonsi Loaiza, merece la pena realizar unas no menos lúcidas reflexiones al respecto. Y esto es, principalmente, porque la historia de este inicuo personaje va paralela a la de esa farsa llamada Transición a la democracia; Pérez aparece jovencito en el tardofranquismo como burócrata, arropado por el franquista Arespacochaga, intenta meterse en política ya muerto el genocida dictador, para terminar comprendiendo, una vez convertido en gran empresario, que donde más poder va a conseguir es como presidente de un inmenso club de fútbol como el Real Madrid. Conviene recordar que para lograr esa posición fue fundamental su extrecha relación con el repulsivo expresidente del gobierno José María Aznar, ya que la Fundación ACS, del propio Florentino, financió la Fundación FAES, ese ignominioso think tank de la insufrible derecha española; de las privatizaciones llevadas a cabo por Aznar o Esperanza Aguirre, Florentino sacó un suculento beneficio, por no hablar de su apoyo a la invasión de Irak, de la que sacó algún que otro contrato de reconstrucción del país. Connivencia criminal entre el poder político y el económico, nada nuevo por otra parte.

Seguir leyendo Florentino y el poder del palco

Cuando lo principal es la ideología

No voy a extenderme mucho. Es agosto, se espera un otoño complicado desde el punto de vista económico (la política para mí es un campo minado de desconfianzas), pero ahora, entre olas de calor, se impone el «carpe diem» y que cada cual haga vacaciones a su medida (de bolsillo). El covid solo existe para los mayores de 60 años, solo de esa población se dan datos y no son malos (¿quién marca los márgenes de la maldad o bondad de los datos?).

Pero me estoy desviando del tema (o quizás no).

Seguir leyendo Cuando lo principal es la ideología

Memoria histórica . Cómplices de la infamia

La aprobación del proyecto de Ley de Memoria Democrática en el Congreso y el Senado convierte, a cuanto/as han hecho posible -por activa o pasiva- esta nueva Ley, en cómplices de la infamia de mantener en el ordenamiento jurídico el Artículo 10 (1) de la ley anterior. Un artículo infame que divide injusta y arbitrariamente a las víctimas de la represión franquista en dos categorías por el hecho de haber sido ejecutadas antes o después del 1 de enero de 1968.

Seguir leyendo Memoria histórica . Cómplices de la infamia

Crisis energética global, capitalismo y soluciones a la vida básica fuera de esa telaraña

El pasado mes el colectivo comunicativo Cuellilargo editó una serie de vídeos titulados «Petrocalipsis. Crisis energética global y como sí la vamos a solucionar», basados en una síntesis del libro de Antonio Turiel, científico y doctor en Física por la Universidad Autónoma de Madrid. Nosotras nos hemos propuesto realizar un breve resumen de esos vídeos gracias a las notas que el propio colectivo Cuellilargo nos ha compartido. Recomendamos la visualización completa de la serie de vídeos y la profundización en la lectura del ensayo de Antonio Turiel para ampliar toda la información.

Seguir leyendo Crisis energética global, capitalismo y soluciones a la vida básica fuera de esa telaraña

Kropotkin tenía razón: Cárceles y presos políticos en los países socialistas

Pedro Kropotkin era un príncipe. Y empiezo con esto para recalcar que el anarquismo nunca fue un proyecto clasista, sino que su ubicación ha sido desde otro lugar, el de la emancipación humana, contra todo poder. En el anarquismo, entonces, hemos tenido personajes de todas las clases sociales y todos los roles, desde un príncipe como lo era Kropotkin, pasando por carpinteros como Enrique Malatesta hasta cocineras, como Petronila Infantes de Bolivia.

Seguir leyendo Kropotkin tenía razón: Cárceles y presos políticos en los países socialistas