Por su interés para el caso que nos ocupa y por su fácil comprensión, muy al contrario de otros textos relacionados con la posmodernidad, reproducimos a continuación un pequeño manifiesto, aparentemente anónimo. Recordaremos antes qué es la posmodernidad y cuáles son sus premisas en pocas palabras: crítica a la modernidad, y al proyecto de la Ilustración del que se nutría, negación de cualquier discurso totalizante y primacía de las interpretaciones frente a los hechos:Seguir leyendo Anarquismo y posmodernidad→
El movimiento anarquista en Cuba fue importante y hegemónico durante varias décadas; a pesar de lo que sostiene la historiografía oficial, encontramos otro lugar donde las ideas libertarias tuvieron un papel predominante frente a los que insisten en que solo en España se produjo y como hecho excepcional. Seguir leyendo El movimiento anarquista en Cuba→
Repasamos en el siguiente artículo, el pensamiento antiautoritario, y contrario consecuentemente a todo absolutismo, de Tomás Ibáñez. Este controvertido debate entre dos posturas antagónicas, la relativista y la absolutista, tiene evidentes implicaciones en los campos ético y político, y resulta primordial para una revitalización de las propuestas libertarias.
Entendemos por imaginario social, término que se usa habitualmente en las ciencias sociales, un concepto creado para designar las representaciones sociales en sus instituciones. No pocas veces, puede considerarse a este concepto con el mismo significado de mentalidad, cosmovisión, conciencia colectiva o ideología. Para Cornelius Castoriadis, autor que se considera que ha dado un significado moderno al concepto que nos ocupa, las instituciones sociales y la posibilidad de transformación no se explican únicamente por causas materiales (tal y como sostienen los marxistas más deterministas), sino que tiene un papel importante el imaginario social.
La retórica ultraliberal, imperante antes pero sobre todo tras la crisis iniciada en los años 2007-2008, tiende a exaltar el papel del mercado y de la libre iniciativa privada, así como a infravalorar el del Estado y el de los entes públicos en general.
Durante varias décadas, en la onda de las privatizaciones, liberalizaciones y desregularizaciones, se ha creído que la intervención pública no era la solución sino el problema Seguir leyendo El papel del Estado en el régimen capitalista moderno→
Dos de las grandes diferencias ente marxismo y anarquismo la establecen las diferencias en torno al sujeto revolucionario y a la vía de transformación social. Un interesante analista, Rudolf de Jong, desgraciadamente con escasa obra traducida al castellano, nos introduce en esas divergencias en función de las relaciones centro-periferia. Las calumnias, equívocos y distorsiones en torno al anarquismo, como insistimos muy a menudo, se remontan a los propios orígenes de la Primera Internacional; todavía hoy, por parte de personas con una (supuesta) cultura política, puede escucharse que el anarquismo es antiorganizativo, demasiado individualista y, en el mejor de los casos (y de manera significativa), demasiado amante de la libertad. Por más que haya transcurrido siglo y medio, con multitud de experiencias libertarias organizativas y de todo tipo, desde aquellas primeras injurias, es necesario aclarar una y otra vez lo lamentable de ciertas visiones sobre el anarquismo.Seguir leyendo El sujeto revolucionario y la transformación social→
Para el anarquismo, la autogestión sería un proyecto o movimiento social que tiene como medio y finalidad que la empresa y el conjunto de la economía sean administradas por aquellos que se encuentran directamente vinculados a la producción, distribución y uso de bienes y servicios; este concepto, de nivel colectivo, tiene también como ideal la autonomía del individuo. Aunque se ha apuntado lo económico como objetivo de la autogestión, puede extenderse a toda la práctica social propugnando la democracia directa como el tipo de funcionamiento en las instituciones.Seguir leyendo Autonomía y autogestión→
Beltrán Roca: Antropología y anarquismo. Relaciones e influencias mutuas entre la antropología social y el pensamiento libertario La Malatesta, Madrid 2008. 269 páginas.
Un espacio en la red para el anarquismo (o, mejor dicho, para los anarquismos), con especial atención para el escepticismo, la crítica, el librepensamiento y la filosofía en general