Archivo de la etiqueta: destacado

Conversamos con Ignasi de Llorens

Nacido en Barcelona en 1957, Ignasi de Llorens es un escritor y activista político cuya trayectoria está profundamente vinculada, desde su juventud, al movimiento libertario. Ha ejercido como profesor de Filosofía e Historia en Mallorca y fue uno de los impulsores del Ateneu Llibertari Estel de Negre de Palma, fundado en 1987. A lo largo de los años, ha colaborado y editado diversas publicaciones de carácter anarquista, participando activamente en la difusión y reflexión sobre el movimiento. Desde 1983, formó parte de la revista Polémica, publicada en Barcelona durante casi tres décadas. Además, contribuyó a la creación de la revista Archipiélago y colaboró en los números monográficos libertarios de Anthropos.

Seguir leyendo Conversamos con Ignasi de Llorens

“On Falling”, la clase trabajadora en caída libre

Recientemente, el inefable Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, realizó en una entrevista las siguientes declaraciones como guiño a lo que esta poderosa gente de ingresos millonarios entiende como cultura del esfuerzo: “¿Tú crees que Carlos Alcaraz trabaja 37 horas y media a la semana? No”. No conozco demasiado del asunto, por lo que he tenido que averiguar que el aludido es el nuevo héroe del deporte español. En este caso, como hasta hace poco ese inexplicablemente sobrevalorado ser humano llamado Rafael Nadal, por aporrear con habilidad pelotas con una raqueta para disfrute de un universo habitualmente pijo, pero que también atrae de forma alienante a gran parte de la masa trabajadora. Garamendi, claro, comparaba a multimillonarios como Alcaraz o Nadal con la mayor parte de la clase asalariada del planeta, que sencillamente reclaman no gastar la mayor parte de su vida en trabajos mal pagados y con escasos estímulos para el desarrollo personal o, tantas veces, directamente embrutecedores.

No pude evitar traer a la memoria lo declarado hace tiempo por Juan Roig, otro poderoso empresario hecho a sí mismo, “Hay que imitar la cultura del esfuerzo de los bazares chinos”, reclamando claro está condiciones también cercanas a lo esclavizante para los trabajadores en España. Mi probada ingenuidad ha querido ver que seres sobrados de riqueza, logradas en un inicuo engranaje donde se mueve todo ese dinero para disfrute del que pueda alcanzarlo, como los deportistas Alcaraz o Nadal, sencillamente viven en un universo paralelo ajenos a las causas de esta sangrante civilización y al sufrimiento de gran parte del planeta. Sin embargo, lo de Garamendi y Roig, como evidente clase dirigente económica y también muy influyente en lo político, yo que trato de huir siempre de toda simpleza y maniqueísmo, no tengo esta vez reparos en manifestar que me parece maldad pura y dura.

Este significativo prólogo de rabiosa actualidad social y económica me sirve para hablar de cine, ese ámbito tantas veces igualmente alienante, pero que otras nos sirve para abrir ventanas a la cruda realidad del mundo que padecemos. Claro está, no dejemos nunca esto a un lado, unos sufren mucho más que otros. Y es que hablamos de muy buen cine social, la película On falling (no traducido el título al castellano), recién estrenada en salas españolas, sin que muy probablemente dure demasiado en cartel. Se trata de una coproducción entre Reino Unido y Portugal, escrita y dirigida por Laura Carreira, que debuta en el largometraje con esta notable obra. Como Carreira ha declarado, el hecho de ser ella misma inmigrante, al igual que la mayor parte de los trabajadores que vemos en pantalla, le ha permitido abordar la historia con un prisma específico.

La protagonista es Aurora, una mujer portuguesa que trabaja en un gran almacén logístico de Escocia como lo que en el film denominan pickers y que en algunas traducciones se ha llamado recolectores o preparadores de pedidos. Se trata de la muy esforzada tarea de buscar todo tipo de productos, guiados por un escáner que al mismo tiempo les marca el tiempo limitado que tienen para obtenerlos, ubicados en diferentes lugares del espacioso almacén para que los operarios no se agolpen en el mismo lugar, con el objetivo de prepararlos para su posterior empaquetado y envío a los consumidores que los hayan adquirido por internet. Resulta llamativo, otro hecho cogido de la realidad, que gran parte de los artículos acaben siendo juguetes sexuales. Una esclarecedora secuencia, en la que un grupo de visitantes son guiados para conocer cómo trabajan los pickers en el centro de distribución, un niño acaba arrojando una golosina a Aurora al observar con curiosidad cómo trabaja. Quizá la analogía con el zoológico y la desconexión del exterior con los seres que lo habitan no es demasiado sutil, pero sí efectiva como denuncia de todo lo que observamos en pantalla.

Quizás la condiciones de estos trabajadores mostradas en la pantalla, caminando sin apenas descanso incontables kilómetros por infinidad de pasillos, nos hagan pensarlo dos veces antes de realizar la tantas veces descerebrada compra online, aunque algunos sostendrán que ello suponga acabar con puestos de trabajo como otro de los falaces razonamientos que apuntalan el estado de las cosas. Se trata de un entorno laboral donde la velocidad y la rentabilidad resultan prioritarias, en cualquier caso una de las señas de identidad del capitalismo a nivel general, pasando el riesgo y la seguridad del operario a un segundo plano. Pero, la película no se limita a mostrarnos esas duras condiciones de un trabajo casi en soledad, escasamente remunerado y con jornadas de hasta 10 horas con las que Garamendi y Roig estarían muy orgullosos. Podemos observar también las consecuencias cuando Aurora se muestra atrapada entre un trabajo embrutecedor, que le arrebata un horizonte vital mínimamente decente, y el aislamiento dentro de una vivienda compartida, una especie de colmena que alguna vez, antes de ser fragmentado, pudo ser un lugar habitable.

Y es que la escasez económica de la protagonista, que es posible que ella misma no observe como algo extremo, va acompañada de carencias en otros aspectos de su vida como resulta uno tan primordial como el afectivo. La lucha de la protagonista para conectar con sus semejantes, algunos pertenecientes a culturas muy distintas y con la muy probable sensación de estar de paso en una sociedad de la que no forman parte, resulta encomiable y a la vez estremecedora por los muros, no siempre claramente visibles, que se le presentan. Y es que el film también apunta los problemas de salud mental, algo con lo que la directora se ha documentado bien hablando con trabajadores reales del sector. En este aspecto, se menciona de forma muy concreta a un operario que parece haberse suicidado, provocando un escalofrío en el espectador al comprobar que sus compañeros difícilmente lo recuerdan, como ejemplo de un caldo de cultivo poco dado a la comunicación, la solidaridad y la empatía. No presenta la historia demasiados síntomas de que la emotiva protagonista no pudiera acabar trágicamente con un destino similar, así como puede ocurrir a tantas personas dentro de un globalizado sistema económico con trabajos y circunstancias alienantes.

Varias charlas triviales entre los trabajadores, otro acierto de un guion con muchas más aristas de las aparentes, nos hacen comprobar que, quizá, las interminables series televisivas se han convertido en el más actualizado opio del pueblo como suerte de patético consuelo existencial. Naturalmente, un trabajo extenuante provoca que sea francamente complicado tener una auténtica vida fuera de él. Se nos muestra también, en diversas secuencias, otro ejemplo de las conversaciones mantenidas por Carreira para preparar el film, la ilusión de la gente por un cambio laboral que, en la mayor parte de los casos, es una vana ilusión o no resulta tampoco una solución definitiva. La ilusión de la libertad individual, propia de las democracias liberales que adornan el capitalismo, se convierte en una falacia al quedar las personas tan condicionadas por trabajos que suponen escasa capacidad de elección en su horizonte vivencial.

Efectivamente, a través de una historia aparentemente sencilla son muchas las cosas que nos cuenta On falling invitándonos a reflexionar sobre el mundo político y económico que hemos construido y del que todos, de una u otra manera, participamos en un enloquecido engranaje que alguien ha definido como turbocapitalismo. La película concluye con un apagón eléctrico en el centro de trabajo, lo que provoca que la gente empiece a jugar y, tal vez, a conocerse mejor. Un final esperanzador que evidencia el hecho de que es posible acabar con las barreras dentro de un sistema deshumanizado que solo debería estar destinado al colapso.

Capi Vidal

VI andada «Evasiones-Senderos de libertad» vuelve a recorrer la gesta de solidaridad antifascista de los Hijos de la Noche

El 27 y 28 de septiembre de este año (2025), asociaciones vecinales y memorialistas del barrio zaragozano de Torrero convocan una nueva edición de la marcha de 41 kilómetros que recuerda las expediciones de hombres y mujeres que, en 1936 y 1937, rescataron a cientos de personas perseguidas por el fascismo en Zaragoza.

Seguir leyendo VI andada «Evasiones-Senderos de libertad» vuelve a recorrer la gesta de solidaridad antifascista de los Hijos de la Noche

Manipulación y papanatismo por doquier

Me llega un artículo, del medio digital Público, en el que un trabajador de Telemadrid denuncia la instrumentalización de la cadena por parte de ese esperpento inicuo que preside la Comunidad de Madrid. Claro, ya aquel grotesco y perverso elemento político llamado Esperanza Aguirre, que hoy defiende abiertamente el franquismo al estar ya libre en su dañina carrera política, convirtió al canal público en una herramienta al servicio de sus intereses. Lo que ocurre, al parecer, es que ahora es mucho peor con todo tipo de bulos e insultos y sin que ya nadie les haga frente dentro de la Redacción. No puedo hablar de los entresijos del medio, pero es que tampoco demasiado de lo que emite Telemadrid, ni tampoco de ningún canal en general, ya que hace muchos años que no presto atención a la caja tonta. Cierto es que, gracias a ese aparato móvil al que prestamos a veces demasiada atención, algún extracto llega de ciertos programas para consumo excesivamente rápido. Lo que ya rebosa el vaso, reflejado según dicho texto en las crónicas de Telemadrid, es que la inefable y ridícula Ayuso, junto a la plana mayor de esta maléfica derecha que padecemos en este indescriptible país, siguen negando que haya un genocidio en Gaza. Esto lo realizan por intereses que, afortunadamente, ya se han denunciado para quien quiera verlo. Es posible que lo del PP ya se pase de castaño oscuro cuando gobierna, ya que hay que recordar que el repulsivo Aznar puso directamente a un tipo del partido al frente de RTVE, aunque ahora él, sin asomo de desvergüenza, se esfuerce en denunciar la manipulación de Pedro Sánchez en la televisión pública. Dicho esto, mi lúcida condición ácrata me hace preguntarme si no hay algún gobierno que no haya usado los medios públicos para sus propios intereses. Es más, resulta francamente complicado que el poder dé voz a un discurso que lo cuestione, máxime en una sociedad jerarquizada, solo de apariencia plural y liberal, con continuos intereses políticos y económicos.

Seguir leyendo Manipulación y papanatismo por doquier

Entrevista a Nazario Luque Vera, «Nazario»

Antonio Orihuela (2012)

Nazario Luque Vera, más conocido como Nazario, nació en Castilleja del Campo (Sevilla) y ha pasado la mayor parte de su vida en Barcelona, donde se convirtió en uno de nuestros más grandes historietista y luego en pintor. Nazario es considerado hoy como el artista contracultural por antonomasia, habiendo sido una de las piezas clave de la movida barcelonesa que, con singular maestría, ha sabido plasmar en el libro de crónicas La Barcelona de los años 70 vista por Nazario y sus amigos, publicado por Ellago Ediciones.

Seguir leyendo Entrevista a Nazario Luque Vera, «Nazario»

Homenaje Columna Durruti, Madrid 1936

En noviembre de 1936, los militares fascistas que se han rebelado contra la República tienen parcialmente cercado Madrid y lanzan una fuerte ofensiva, cruzando el Manzanares a la altura del Puente de los Franceses, avanzando por la Ciudad Universitaria hasta llegar a tomar el Hospital Clínico. Desde esa posición pueden someter a fuego de artillería a todo Madrid, y si desde ahí continúa el avance de sus tropas la ciudad no tardará en caer en su poder.

Seguir leyendo Homenaje Columna Durruti, Madrid 1936

La psicología social y el anarquismo

La psicología social, a pesar de ser una disciplina que nace en la modernidad, puede decirse que hunde sus raíces en Aristóteles, uno de los primeros autores que se esfuerzan en establecer unos principios sobre la influencia y la persuasión en la sociedad. El filósofo griego tenía una concepción de la polis como una comunidad de ciudadanos, por lo que no puede equipararse a lo que entendemos como Estado en la modernidad; en el pensamiento de Aristóteles esta muy presente, asimismo, la idea de participación ciudadano en el gobierno de la polis, hasta el punto de considerar que solo participando en la comunidad política es posible la felicidad personal1 . Para el caso que nos ocupa, dejemos clara la referencia a la sociabilidad en este filósofo, que deja la semilla de lo que luego será la sicología social exponiendo algunos principios básicos sobre la influencia y la persuasión sociales; la conocida expresión Zóon politikon alude al hombre como animal ciudadano, con una tendencia natural a asociarse y a alcanzar la felicidad, única y exclusivamente, en la polis. Seguir leyendo La psicología social y el anarquismo

Voces del levantamiento en Indonesia

CrimethInc.

Affan Kurniawan sigue vivo en las calles

A finales de agosto de 2025 estalló una ola de protestas en toda Indonesia. En este informe, presentamos una entrevista con un autor anarquista indonesio encarcelado, junto con varias declaraciones de grupos anarquistas que han llegado a los medios de comunicación anglófonos desde que comenzó el levantamiento.

Tras semanas de protestas en toda Indonesia en respuesta a las medidas de austeridad, los y las manifestantes se reunieron en masa la semana del 25 de agosto para acusar a la élite política indonesia de insensibilidad y corrupción.

Seguir leyendo Voces del levantamiento en Indonesia

Malismo o la maldad ya no se esconde

Hace tiempo que venía pensando en lanzar unas cuantas reflexiones, de esas tan lúcidas que me caracterizan, sobre el uso reiterado de algunos botarates reaccionarios, de esos que tanto proliferan en este inefable país, sobre el uso despectivo del término buenismo. Es cierto que podría hacerse denunciando cierta hipocresía e iniquidad de aquellos que se revisten de supuestas buenas intenciones para lograr propósitos que nada tienen que ver con ellos. Pero no, no se trata de nada tan profundo y moralmente apreciable, al menos no de un tiempo a esta parte. Sencillamente, no me cabe ya ninguna duda, hablamos de auténticos bastardos malintencionados, así como de aquellos papanatas que los siguen el juego. Me refiero a los que señalan a los supuestos buenistas por algo tan sano como, de forma sincera, tratar de mejorar las cosas. El caso es que ahora cae en mis manos un libro de Mauro Entrialgo, habitual humorista gráfico (aunque, cierto es, polifacético), llamado precisamente Malismo y subtitulado La ostentación del mal como propaganda. Interesante, muy interesante. Antes de abordarlo, una pequeña crítica, sobre cierto maniqueísmo en la dicotomía izquierda/derecha, que puede que adorne la obra de Entrialgo (la cual, conozco en gran parte y la aprecio, en gran medida, por su lucidez y mirada crítica). Y resulta algo difícil decir esto, incluso para un ácrata de tics nihiistas como el que suscribe, dada la derecha y ultraderecha, tan parecidas ellas, que sufrimos en este indescriptible Reino de España. Conozco de las polémicas de Entrialgo con anarquistas, por eso de votar o no votar, algo que refleja a veces en su obra humorística y que, ideologías e imaginarios políticos al margen, me parece incidir en lugares comunes que requieren un poco más de hondura que elegir entre lo malo y lo peor. De hecho, en Malismo denuncia exclusivamente las prácticas que realiza solo una parte del espectro político, que muy probablemente lo hace de manera más clara y abundante, solo insinuando que en ocasiones también lo hace la otra. Creo que hubiera sido una obra más completa si hubiera reflejado de manera clara que ciertas maniobras malévolas y maquiávelicas no son solo exclusivas de conservadores y reaccionarios, así como de la hipocresía, en no pocas ocasiones, de los supuestos progresistas.

Seguir leyendo Malismo o la maldad ya no se esconde

La irreductible, y sin embargo fecunda, contradicción anarquista

Tras la interrupción durante largos años de las grandes ferias del libro anarquista en Italia, tales como la que se organizaba periódicamente en Florencia con sus debates y exposiciones de libros, algunos compañeros de Bolonia con el apoyo de otras ciudades tales como Milán en primer lugar, se han arriesgado a organizar una nueva iniciativa cuyos resultados eran inciertos. Esa iniciativa que tomó cuerpo los días 5, 6 y 7 de septiembre ha sobrepasado las expectativas y ha constituido todo un éxito desde muchos aspectos: el número de paradas de libros y revistas (más de 30), la cantidad de personas que han acudido, un ambiente fraterno en un gran parque semi autogestionado, la numerosa asistencia en los debates al aire libre (más de 200 personas escuchando y algunas interviniendo) … Ese evento ha generado, además, ánimos para repetir la experiencia…

Seguir leyendo La irreductible, y sin embargo fecunda, contradicción anarquista