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La fuerza moral del pensamiento de Bertrand Russell

Un aspecto de la obra de Bertrand Russell muy importante, y estrechamente vinculado a la concepción libertaria como garante de una sociedad libre compuesta de individuos libres, es el de la educación. En este sentido, la educación estaría muy relacionada con la política, ya que esta debe ocuparse verdaderamente del individuo y no quedar reducida a una mera técnica.

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Limpieza étnica en Sheikh Jarrah y bombardeos israelíes sobre Gaza

Mohammed El Kurd es un poeta palestino de 22 años. Su historia vital es la de la ocupación en tiempo real. La mitad de su casa, situada en el barrio de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Este, fue ocupada en 2009 por colonos judíos. Él tenía entonces 11 años. Desde entonces ha crecido con esos hombres a su lado, que buscan expulsarle a él, a su familia y a 27 familias más en Sheikh Jarrah. Lo mismo sucede en el área de Silwan con 84 familias que afrontan demandas de desalojo presentadas por colonos que reclaman su propiedad. A veces, cuando Mohammed regresaba de la escuela, los colonos coreaban consignas como «pronto estaréis durmiendo en un basurero en Ramala» o «a sangre y a fuego expulsaremos a los árabes«. Su abuela, Rifqa, – que murió en 2020 con 103 años – resistió durante años los intentos de desalojo y se convirtió en un icono en el barrio.

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«El último resistente de Madrid». ¡Ayúdanos a resistir!

Lanzamos nuevo libro. ¡Ayúdanos a resistir!

Biografía y antología de Mauro Bajatierra Morán, panadero anarquista, sindicalista, periodista de  acción, apodado por Lucía Sánchez Saornil como «el último resistente de Madrid» en 1939.
Escrito por  el historiador y compañero, Julián Vadillo Muñoz!
Esperamos os guste la idea, contamos con vuestro apoyo. ¡Salud!

PROYECTO: https://vkm.is/lamalatesta

Mauro Bajatierra Morán (Madrid, 1884-1939) fue un personaje clave para entender la implantación y desarrollo del movimiento obrero y libertario en Madrid en el primer tercio del siglo XX. Panadero de profesión, su capacidad y autodidactismo le llevó al conocimiento de numerosos idiomas y a colaborar desde muy temprano en la prensa, lo que hizo de Bajatierra un periodista al servicio de los trabajadores. Algunas de ellas incluidas en esta antología.

A pesar de su pertenencia a las sociedades obreras de panaderos de la UGT, Bajatierra impulsó la creación del Ateneo Sindicalista de Madrid y del Centro de Estudios Sociales de la capital de España. Su participación y testimonio son fundamentales para entender al movimiento obrero en la crisis de la Restauración. Militante de la masonería, Bajatierra fue acusado sin pruebas de haber participado en el atentado contra el presidente del gobierno Eduardo Dato, saliendo absuelto de estas acusaciones. Escribió la obra “¿Quienes Mataron a Dato?” incluida en este libro.

Durante la dictadura de Primo de Rivera, su labor fue fundamental en los contactos que la oposición republicana tuvo con el movimiento anarquista, siendo uno de los fundadores de la FAI, la Federación Anarquista Ibérica, en 1927. Crítico con las medidas del gobierno republicano-socialista desarrolló a partir de 1931, el anarquista madrileño se mostró siempre partidario de la alianza revolucionaria entre la CNT y la UGT, participando también con su pluma en numerosos periódicos de la época.

La Guerra Civil fue el epítome de su carrera. Corresponsal de guerra para el periódico CNT, sus crónicas fueron de las más afamadas en la época.
Igualmente, las actividades de Bajatierra se centraron en la literatura, siendo autor de numerosas novelas cortas, cuentos infantiles y obras de teatro, algunas de las cuales alcanzaron importante fama en la época.
Su asesinato el 28 de marzo de 1939 en Madrid, a las puertas de su casa, hacen de Bajatierra una de las primeras víctimas del fascismo en la capital de España. Y como le apodo Lucía Sánchez Saornil: “El ultimo resistente de Madrid”.

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ACRACIA ANARQUISMO NIHILISMO

Cuando la Naturaleza aprieta, ahoga pero a base de bien

¿Es China el origen del Mal? Muchos lo sospechan.

Ahora que ha pasado el Año Primero del COVID-19, viene bien hacer un pequeño resumen para deleite de entusiastas del Gobierno, creyentes en conspiraciones y desveladores de la verdad, por parte de uno como yo, que no tiene ni santa puta idea de nada, que odia con todas sus fuerzas las terapias alternativas, y que solo dice lo que le da la gana.

• Gobierno de izquierdas. Muy breve: Gobierno de Mierda. Una gestión que se salda con 100.000 muertos y cientos de miles de arruinados de clase obrera, junto con un Ingreso Vital que hacer la solicitud es peor que comerse un estropajo, es un subproducto del Progreso ese.

• Hemos perdido la libertad. No. Nunca hemos sido libres, así que no podemos perder lo que no tenemos. Me explico: la pandemia hace visible que si salimos a la calle, es porque al señorito le da la gana. Esa libertad es similar a la que tiene un burro con respecto a su dueño. Sale a la era a trabajar, y si un día le da al campesino por dejar al burro en la cuadra a oscuras, el burro se lo hace en el sitio, y no pasa ná. Lo sé, lo sé. Nunca habéis visto a un burro, pero eso es así. Pues esa es nuestra libertad en manos del  amo, bueno, regular o malo: ninguna.

• La epidemia es como la gripe, afecta a mucha gente pero su mortalidad es mínima. Eso es una mierda pinchá en un palo. Una mínima mortalidad en un montón de gente, es un montón de muertos. Cincuenta millones de contagios con escasa letalidad, implican a cientos de miles de defunciones, millones ingresos hospitalarios y ocupaciones de UCIs. En España hemos tenido más de 100.000 muertos que se pueden atribuir de manera directa al coronavirus. Así que no. Esto no es la gripe.

• El mejor sistema sanitario del mundo. Decían que lo teníamos en cuanto a coste y efectividad. Era el mejor sistema, cogido con alfileres, porque se ha demostrado que viene una ventolera y manda todo a tomar por culo.

• Obsesionados por las SS: Seguridad y la Salud. Hay quien piensa que en nuestra sociedad tenemos un excesivo apego pro-vida. Quiero declarar solemnemente que si este país estuviera obsesionado por la salud, veríamos a diversos gestores sanitarios fusilados en medio de motines furibundos de ciudadanos esbeltos, bronceados y vegetarianos.

• Si se deja a la pandemia a su antojo, la inmunidad natural será mejor que la vacuna. Buah. En Reino Unido han vacunado completamente al 31% de la población, y la curva de muertes ha bajado de los mil muertos al día, a seis o siete en mayo. 

• La vacuna no es más que una excusa de los gobiernos pa meté miedo, y pa que la farmacia se enriquezca. Según esta teoría, hay que dejar que el coronavirus se extienda y afecte a toda la población sana, para que la gente se inmunice de forma natural, y que caiga quien tenga que caer, porque lo natural es bueno, como los meteoritos, el arsénico, los mosquitos y los terremotos.

• Los confinamientos no sirven para detener la pandemia. Sí sirven. Podrás decir que hay que dejar que la naturaleza haga su curro. Pero no que no sirvan para detener la pandemia. Ejemplo: China (el Partido Comunista) ejerció un brutal confinamiento en la provincia de Hubei, que es de grande como España en número de habitantes, y tiene cuatro mil y pico muertos y muy pocos contagios. Las medidas que tomó el Gobierno Chino aquí se considerarían propias del Doctor Fu Man Chú (maldad infinita, búscalo), y la Doctora Ayuso preferiría cortarse las venas e inmolarse ante el Arco de Triunfo antes que ser comunista, porque Madrid es España y hay que ir de cañas (rima y todo).

• Conclusión: si quieres hacer deporte de riesgo, queda con diez personas que no conozcas, que estén sin vacunar, a las ocho de la tarde, en Coria del Río, a orillas del Guadalquivir, en una zona de pasto, a comer carne mechá. Que con un poco de suerte te vas a llevar a casa la listeriosis, la fiebre hemorrágica del Congo, la fiebre del Nilo y el COVID en alguna de sus múltiples variantes, todas ellas productos naturales, al igual que el inefable consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, que también es una criatura del Universo, amén y así sea.

Acratosaurio rex

Entrevista con el Grupo Libertario Vía Libre, desde Bogotá: «Las críticas a la reforma fiscal pronto incluyeron otras demandas sociales históricas de diversos colectivos de Colombia»

El Grupo Libertario Vía Libre es una organización política que actúa en Bogotá, Colombia, fundada el 20 de junio de 2010. Hereda y hace parte de la tradición del anarquismo social y organizado a nivel mundial y de la rica y diversa historia de las luchas populares en Colombia, Latinoamérica y el mundo.

Actualmente, Vía Libre actúa en diferentes frentes sociales y busca agrupar anarquistas bajo unos principios y un programa político común. Vía Libre desarrolla su práctica política en sectores como el estudiantil, las mujeres, las disidencias sexuales, el campesinado y las trabajadoras urbanas. Además, proyecta, impulsa y participa en procesos ligados a la educación popular, el trabajo territorial, el anti-especismo y el ecologismo, los derechos humanos, el arte urbano y la solidaridad con otras luchas a nivel local y mundial.

Las primeras movilizaciones que comenzaron el pasado 28 de abril, exigían la eliminación del proyecto de Ley de Solidaridad Sostenible. ¿En qué consiste dicha Ley y por qué ha podido ser el detonante de protestas masivas?

El proyecto de ley presentado por el gobierno de Iván Duque del Centro Democrático suponía una política de ajuste económico neoliberal en medio de la profunda crisis económica desatada por la pandemia y que supuso una disminución del PIB para 2020 en -6.8%. Este proyecto, la tercera reforma tributaria patronal presentada por la administración uribista en tres años de mandato, buscaba reducir el déficit fiscal calculado en 35 billones de pesos colombianos, mediante el aumento de los impuestos directos e indirectos sobre la población trabajadora, manteniendo el modelo general de grandes exenciones tributarias sobre las empresas y la burguesía.

El trasfondo de este programa patronal era la crisis histórica de salud pública y una crisis económica similar a la 1929, que ha aumentado la desigualdad, la pobreza que llega al 42% de la población, el desempleo que golpea al 15% y el trabajo precario que lleva al 88% de los trabajadores a ganar menos de dos salarios mínimos.

El proyecto de ley pronto contó con un amplio rechazo de la población trabajadora, y el movimiento del 28 de abril, el séptimo movimiento de paro general contra el gobierno, logró catalizar en parte por un importante trabajo de agitación, el fuerte rechazo contra el gobierno. Finalmente, por la presión de la calle el gobierno se vio en minoría en el parlamento, lo traicionó la dirección de su propio partido, y el 4 de mayo se vio obligado a retirar el proyecto y aceptar el día 5 del mismo mes la renuncia del ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, uno de los hombres fuertes de la coalición uribista, conservadora y evangélica en el poder.

Pancarta contra la reforma tributaria de Iván Duque, en el Paro Nacional del 28 de abril de 2021, en Bogotá. El Salto

El origen de la protesta fue superado desde el primer momento, sumándose desde la exigencia del fin del feminicidio, la oposición de proyectos de megaminería o fracking, respeto por los pueblos indígenas o demandas estudiantiles. ¿Cuáles son las exigencias que sostiene el movimiento?

Lo cierto es que la demanda inicial general de rechazo a la reforma tributaria, se articuló de forma temprana con un conjunto más abierto, diverso y desarticulado de demandas sociales como las que mencionan, además por ejemplo del proyecto de reforma neoliberal a la salud que también fue retirado el pasado 19 de mayo. Además, pronto los grandes niveles de represión policial y parapolicial desplegados contra el movimiento pusieron en el centro la reivindicación de las victimas de violencia policial y el rechazo a la violencia estatal y paraestatal, que se ligan con demandas históricas como el desmonte del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de la Policía Nacional o el fin del asesinato contra líderes y lideresas sociales.

En paralelo, durante las jornadas de protesta nacional de noviembre-diciembre de 2019 el Comité Nacional de Paro, un organismo burocrático principalmente dinamizado por los sindicatos mayoritarios, elaboró un programa que luego fue ampliado durante la crisis de 2020 y las protestas de ese año. Si bien se ha planteado que la movilización obedece a este programa, que puede contener reivindicaciones importantes, esto es impreciso pues el mismo es en general desconocido por la mayoría de manifestantes y su elaboración y puesta en común fue absolutamente reducida.

Por otra parte se ha sumado en esta coyuntura la lucha previa de las maestras estatales contra el retorno a clases presenciales sin condiciones sanitarias, de las estudiantes universitarias por gratuidad en la matrícula, de las trabajadoras estatales por un pliego nacional estatal, de comunidades indígenas, negras y campesinas por políticas de apoyo agrario.

Una de las demandas es la dimisión del derechista Iván Duque. ¿Este rechazo al Gobierno está siendo capitalizado por la oposición de Gustavo Petro? ¿O las protestas se encuentran alejadas de partidos políticos?

Hay una gran oposición contra el gobierno Duque y desde el paro nacional del 21 de noviembre de 2019 se generalizó la consigna de fuera Duque. Sin embargo, la demanda de salida del gobierno no ha logrado instalarse lo suficiente y este es un elemento que no se contempla en las reivindicaciones más concretas por lo menos en lo inmediato.

Por un lado, se encuentran los sectores centristas de la llamada Coalición de la Esperanza, que han buscado sin éxito representar un movimiento que habían condenado y reprimido desde los gobiernos locales. Por otro lado, se halla el liderazgo socialdemócrata de Gustavo Petro y el movimiento electoral Colombia Humana. Son populares entre muchos manifestantes, tanto entre entre las organizaciones sindicales y sociales, como entre la juventud popular que está haciendo su primera experiencia política. Sin embargo, aunque tienen un cierto papel mediático, no han jugado un papel relevante en la organización y el desarrollo de la protesta. El propio Petro, que ha sido llamado por senadores uribistas el “mayor anarquista del país”, solo participó de una movilización tras 20 días de protesta y sus partidarios buscan una canalización electoral de esta dinámica en miras a las elecciones presidenciales de 2022.

Los partidos políticos de izquierda han jugado un papel en esta coyuntura especialmente en el marco de la actividad sindical o estudiantil, pero no han conducido un movimiento tan explosivo e inorgánico. Aunque se actúa sobre un trasfondo de muchos años de actividad y organización comunitaria, en muchas actividades locales las barras de futbol o los grupos de amigos de los barrios, han jugado un papel más importante que las organizaciones sociales tradicionales.

Vemos imágenes y leemos relatos de barrios alzados, con gran nivel de movilización y en los que incluso se han expulsado a las fuerzas policiales. ¿Cómo se están organizando estos lugares? ¿se han creado nuevas estructuras que permitan la autoorganización barrial o ya existían con anterioridad?

Estas situaciones resultan muy interesantes, pero hasta ahora son cortas y fragmentarias. Sí existe un elemento claro de rechazo por parte de importantes sectores de jóvenes populares a la Policía, que se expresa en los ataques contra instalaciones policiales como los Comandos de Atención Inmediata (CAI), retomando elementos de la revuelta contra la brutalidad policial del 9 y el 10 de septiembre de 2020, tras el cruel asesinato de Javier Ordoñez, movimiento cuya represión se saldó con al menos 13 muertos.
El nivel de movilización varía mucho a nivel regional y local, destacándose sobre todo la situación del departamento del Valle del Cauca en Cali o Yumbo por los llamados puntos de resistencia con bloqueos más o menos continuos de calles. También sectores de trabajadores y empresarias del transporte como camioneros o taxistas realizaron bloqueos en carreteras en la segunda semana de movilización, con sus propias reivindicaciones de corte más corporativo.
En general prima la idea de actividad espontánea y la práctica de la movilización permanente, aunque las formas de organización propia son aún débiles. Frente a la protesta de 2019 donde se desarrollaron de forma embrionaria asamblea populares locales luego disueltas, los niveles de autoorganización comunitaria parecen más débiles en esta coyuntura, aunque sí se han desarrollado experiencias en ese sentido en Cali, algunos barrios populares y universidades públicas.

En sitios como en Cali, hemos podido ver a pueblos indígenas acudiendo a la ciudad para unirse a las marchas. ¿Cuáles son sus exigencias y cómo es su participación en las protestas?

Los pueblos indígenas han tenido una participación diversa en la coyuntura y han recibido en general una respuesta racista de parte de la prensa empresarial y los sectores conservadores que los retratan como incivilizados. Por un lado, sectores del pueblo misak organizados en Autoridades Indígenas del Sur Occidente (AISO) han desarrollado acciones simbólicas centradas en el debate de la memoria histórica, como el derribo de estatuas de conquistadores coloniales como Sebastián de Belalcázar en Cali o Gonzalo Jiménez de Quezada en Bogotá. Por otro lado, pueblos indígenas de la región del amazonas, el caribe y el centro del país han participado de diversas movilizaciones en las grandes capitales nacionales y liderado algunas actividades propias de protesta.

En paralelo, un sector indígena mayoritariamente nasa del departamento del Cauca organizado en el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) venía desarrollando desde mediados de abril una lucha por la recuperación de tierras en manos de hacendados y empresas que llamo “Minga hacia adentro”. Desde principios de mayo la Minga hacia adentro se desdoblo hacia afuera, y empezaron a realizar bloqueos de la carretera panamericana en conjunto con organizaciones campesinas y de comunidades negras, en parte por las demandas nacionales, pero también exigiendo el cumplimiento de acuerdos previos del gobierno nacional con los sectores rurales. En este mismo periodo un grupo del CRIC se trasladó hacia Cali, como lo había hecho en la segunda mitad de 2020, para participar de la protesta y eventualmente de los bloqueos, hechos donde sufrieron una fuerte y racista represión policial y parapolicial, así como intentos de masacre.

La guardia indígena del Cauca en las movilizaciones de mayo de 2021.
Xavi Suler

Si bien las protestas tienen un marco ideológico muy amplio, vemos una fuerte participación de colectivos anarquistas ¿Qué papel está teniendo el anarquismo en las movilizaciones?

Sí existe una presencia anarquista en el estallido social, aunque aún es muy débil y marginal. Mientras que en noviembre de 2019 logramos un liderazgo momentáneo en algunos barrios populares como el barrio Guacamayas de Bogotá y en el movimiento estudiantil de 2018 hicimos lo propio en algunas carreras de humanidades en universidades públicas, pensamos que ahora nuestra incidencia es menos clara.

Sin embargo, desde hace una década se ha vuelto un poco más común la presencia de banderas rojinegras, moradas y negras y negras en marchas sindicales, estudiantiles y barriales, aunque muchas veces nos hallamos en relativa soledad. También hay presencia de cantos como arribas las que luchan y pintas, y la actividad constante de muchas compañeras en diversos sectores sociales y protestas.

Pensamos que las anarquistas organizadas tenemos la tarea de seguir impulsando que este movimiento popular con interesantes elementos libertarios, justamente fortalezca sus elementos anárquicos, de auto organización democrática, deliberante y directa, de fortalecer los elementos socialistas libertarias de las demandas y las reflexiones políticas y el espíritu y el simbolismo internacionalista, interseccional y revolucionario.

Las fuerzas de seguridad colombianas tienen un largo historial de represión y vulneración de derechos humanos. ¿Cómo está siendo la represión del Gobierno?

La represión contra la protesta, especialmente contra los bloqueos de vías, pronto combinó los elementos “legales” de uso de la fuerza policial con los elementos irregulares e ilegales tan propios del Estado colombiano. Así por un lado tenemos la acción antidisturbios de la fuerza disponible, la policía nacional y el ESMAD, aplicada con un nivel extraordinariamente alto de sevicia, que ha sido reforzado con el llamado de ayuda militar anunciada por el gobierno nacional desde el pasado 1 de mayo y la presencia de tropas del Ejército en zonas como el Valle o el Atlántico y en diversos bloqueos de carreteras.

Por otro tenemos la presencia de agentes civiles sin identificar y los disparos, incluidas ráfagas de ametralladora, efectuados contra los manifestantes por la propia Policía en las situaciones de desborde en los barrios de Bogotá o Cali, de los que se tiene 133 casos documentados. Y además tenemos la acción de fuerzas parapoliciales y paramilitares, con disparos realizados contra manifestantes en Cali, Pereira o Medellín, efectuados desde carros o edificios.

Según registros de Indepaz para el 20 de mayo hay 47 víctimas mortales de la represión policial y parapolicial. Además, registraba Temblores e Indepaz para el 16 de mayo 30 víctimas de violencia ocular, 1.055 detenciones irregulares, al menos 362 heridos, se contabilizan en total unos 2.110 casos de violencia ejercida por la fuerza pública y la Defensoría del Pueblo registraba 548 reportes de desaparición de personas para el 9 de mayo. Además, se ha denunciado la aplicación de procedimientos ilegales para alargar las detenciones, la ocurrencia de allanamiento sobre hogares sin orden judicial, el lanzamiento de gases lacrimógenos sobre viviendas, la aplicación de tratos crueles y torturas contra los detenidos, cortes intermitentes del servicio de luz sobre áreas afectadas por la represión.

Imagen del fotoperiodista Andrés Cea – El Salto

Leemos innumerables denuncias de abuso y violencia sexual contra mujeres. ¿Es una práctica común entre las fuerzas de seguridad?

Sí, lamentablemente lo es. Las Fuerzas de Seguridad del Estado, policiales y militares están compuestas por abrumadora mayoría por hombres con valores machistas, la alta jerarquía policial y militar es exclusivamente masculina, los integrantes de estos organismos viven dentro de cuerpo patriarcal violento y acosador y sus relaciones con los civiles están marcados también por todo tipo de expresiones de dominación masculina.

En la represión policial es común la violencia de género y los actos contra las mujeres y disidencias sexuales, y son reiteradas las denuncias de abuso en las estaciones de Policía, camiones y unidades de detención. La actividad militar es incluso peor, porque se utiliza el terror sobre las mujeres como un arma más de la lucha contra insurgente, como estrategia de la guerra.

En la actual coyuntura se han registrado al menos 16 casos de violencia sexual ejercida contra manifestantes mujeres y 3 casos abiertos de violencia de género.

Desde fuera de Colombia se están produciendo manifestaciones y otras muestras de solidaridad internacional. ¿Os llegan estas noticias? ¿Qué podemos hacer desde el extranjero para apoyar vuestra lucha?

Estas noticias reconfortan y nos muestran la grandeza y la belleza de la solidaridad internacionalista. Si bien muchas de estas manifestaciones han sido convocadas por colombianos en el exterior, ya estudiantes o exiliados políticos, ha habido siempre una importante participación de personas de las más diversas procedencias y geografías en respaldo a la lucha social en la región y denunciando la represión gubernamental.

Las labores internacionales de difusión de información, denuncia de la represión, discusión sobre la situación nacional en diferentes ámbitos, acompañamiento simbólico y logístico a las víctimas, apoyo financiero a las campañas de compra de implementos y alimentos, presión a los medios y los políticos para que esclarezcan su posición sobre esta grave situación, así como acciones de presión sobre el Estado colombiano ante embajadas y delegaciones, son muy valiosas.

Nuestra situación es difícil, pero esfuerzos internacionalistas más amplios, continuos y sostenidos son vitales porque también es dramática la situación de las luchas populares en Myanmar, Kurdistán, Sahara Occidental o Palestina. Sin embargo, también es importante que la lucha social en Colombia alimente las diversas luchas populares locales, y lo mejor de nuestra experiencia de movilización permita fortalecer las organizaciones y movimientos sociales y populares del mundo tal como lo hicieron hace una década los indignados y el movimiento del 15 de mayo.

Grupo Libertario Vía Libre
https://grupovialibre.org/

Movimiento-15M-Quinto-Aniversario-Movimientos-Sociales-Anarquismo-Acracia

Aquel 15M

Hace ya una década de aquel 15 de mayo, en el que una manifestación convocada por algo llamado Democracia Real Ya, desembocó en todo un movimiento de rebeldía contra el sistema. No soy nada amigo de elevar a los altares según qué eventos, aunque he de reconocer que aquello entusiasmó y todavía hoy ando en contacto con la madrileña Asamblea de Carabanchel, ya que lo que fueron ocupaciones y campamentos de protestas evolucionó, como no podía ser de otra manera, en la descentralización por barrios de las grandes ciudades. A menudo, y no solo por parte de los más reaccionarios, se considera que la inefable organización política Podemos fue la consecuencia electoralista de aquel movimiento, lo cual hace por supuesto que se nos lleven los demonios a los más ácratas. Pero, ¿qué supuso en realidad del 15M? Hay que decir, por supuesto, que los acontecimientos de aspiración transformadora no surgen de la nada. Por un lado, infinidad de movimientos sociales, a pesar del conformismo de gran parte de la población y de la ignorancia por parte de los medios, llevan trabajando durante años con el espíritu, claramente libertario, que inspiró al llamado 15M.

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Antonina Rodrigo, la escritora de la vida

El día 23 de abril se inauguró, en el Museo Bernarda Alba de Valderrubio, una exposición dedicada a Antonina Rodrigo. La muestra se ha planteado como homenaje a una mujer que tiene un largo recorrido como escritora e historiadora, pero también como mujer con un compromiso político y social que siempre le ha acompañado. «Antonina Rodrigo, obrera de la pluma» es el expresivo título de esta exposición y en ella se lleva a cabo una retrospectiva sobre la vida, obra, premios y distinciones de esta mujer que ha sido considerada, por elección popular, entre «Los cien granadinos/as del siglo XX».

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El régimen marroquí y el pueblo saharahui

En noviembre del pasado año, el Estado marroquí rompió un alto el fuego con el Frente Polisario, de casi tres décadas, y desde entonces los conflictos se han sucedido sin que tengamos noticias en la mayoría de los medios. Para mayor vergüenza, el gobierno español, supuesta coalición de «progreso», y la comunidad internacional han mirado hacia otro lado mientras Marruecos ha violado continuamente los derechos humanos en una escalada represiva. Para quien no lo sepa, la ONU sigue considerando que España es la administradora del Sahara Occidental. Casi medio siglo ha pasado desde que a la agonizante dictadura franquista parecía sobrarle la colonia, en una mezquina e hipócrita estrategia, y la llamada Marcha Verde dos años después impuso la soberanía de Marruecos sobre el territorio. El papel de la administración franquista tuvo un doble juego, por un lado afirmó comprometerse con la autodeterminación saharahui, con la supuesta convocatoria de un referéndum, y por otro inició conversaciones secretas con Rabat para acordar la estrategia que culminó en la conquista marroquí de la región. La estrategia del Estado español, ya con el infame Juan Carlos I como sustituto de Franco, supuso no entrar en un conflicto con Marruecos.

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Murray Bookchin y la ecología social

Bookchin es, incuestionablemente, uno de los grandes pensadores libertarios contemporáneos. Su visión de la ecología social, que vincula estrechamente el mundo social y político con la naturaleza, cuestionando las relaciones jerárquicas al considerarlas como una grave amenaza para la dinámica integración de la diversidad, merece ser tenida en cuenta ante los grandes problemas que afronta la humanidad.

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Al pueblo lo que es del pueblo. Décimo aniversario del movimiento 15M

Se cumplen diez años de la irrupción en la escena política y social del Estado español de un movimiento que ocupó las plazas de ciudades, barrios y pueblos; una oleada de indignados con el sistema económico y el régimen político que está estrechamente vinculada al nacimiento pocos meses antes y consolidación de nuestro periódico. En este texto queremos reivindicar que ha de reconocerse al pueblo lo que es del pueblo. Es nuestra historia de esta década, pero también queremos y debemos contribuir a una crítica y desromantizar necesariamente el movimiento 15M.

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