El amanecer de todo: una nueva historia de la humanidad es un libro editado en España en 2022, escrito por el antropólogo David Graeber y el arqueólogo David Wengrow; al parecer, fue editado por primera vez el año anterior, en octubre de 2021, en Reino Unido. Principalmente, esta monumental obra critica esa visión ortodoxa de la historia de la humanidad, desarrollada desde el primitivismo hasta la civilización, según la cual el proceso civilizatorio sería consustancial a la desigualdad social y desembocaría, para bien y para mal, en el capitalismo y la construcción del Estado-nación. La obra nos demuestra que tal tesis, sostenida por autores muy populares entre los que se encuentra por ejemplo Yuval Noha Harari con su conocido libro Sapiens. De animales a dioses, es un lugar común no probado por la evidencia arqueológica y antropológica y, en cambio, da datos para intuir que muy probablemente ha habido en el pasado sociedades complejas descentralizadas.
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Voltairine de Cleyre
Voltairine de Cleyre (1866-1912), una mujer estadounidense algo olvidada dentro del rico universo libertario, una activista y escritora de gran talento. Su nombre, por cierto, se debe a que su familia era de origen francés y su padre era un gran admirador de Voltaire. En un primer momento, si bien coqueteó con otras ideas, sería por ejemplo admiradora de Thomas Paine, uno de los representantes más progresistas del liberalismo en Estados Unidos, pero sería la ejecución de los llamados mártires de Chicago uno de los factores que la llevó al anarquismo y a colaborar con Benjamin Tucker en su periódico Liberty; como muestra de su visión libertaria amplia, fue también una gran admiradora de Thoreau. De 1889 a 1910, permanecería durante la mayor parte del tiempo en Filadelfia y allí conocerá a James B. Elliot, librepensador, con el que tendrá un hijo. Ejerció de profesora, traductora y propagandista anarquista en los círculos judíos, con innumerables escritos, una labor que se ha comparado a la de Rudolf Rocker.
Se ha señalado a Voltairine como la otra gran mujer, junto a Emma Goldman, dentro del anarquismo estadounidense. Sin embargo, no podían ser personas más diferentes y, podemos aceptar a priori, pero más adelante veremos que el asunto tiene muchos matices, que ambas representen dos tendencias dentro del anarquismo, aparentemente antagónicas, pero obligadas a entenderse, como son el anarcoindividualismo y el comunismo libertario. Emma escribió un artículo donde describió a Voltairine como “la mujer anarquista más dotada y brillante que ha producido América”, describió sus vidas y esfuerzos como unidas a menudo por la causa libertaria, a veces en armonía y otras en oposición.
A su vez, Voltairine defendió a Emma Goldman de manera enérgica aun aceptando sus diferencias; de hecho, como podemos observar en la entrada de Wikipedia, algo tendenciosa, frente al comunismo de Goldman, ella se definió como defensora de la propiedad individual, algo muy propio de la tradición estadounidense, pero donde tal vez pueden hallarse ecos de Max Stirner. Al mismo tiempo, consideró Voltairine que la competencia no sería nunca anulada del todo por la cooperación e incluso sería bueno que así fuera, algo que recuerda a la filosofía de Proudhon y sus antinomias en equilibrio permanente sin una instancia superadora (como en la dialéctica hegeliana y marxista). A pesar de todas esas afirmaciones, como veremos más adelante, el pensamiento de Voltairine irá oscilando hacia otros derroteros dentro del universo libertario; lo que sí puede decirse, de esta autora y del anarquismo en general, es que no creía en nada preconcebido a nivel social y que los diferentes modelos libertarios, en ausencia de una autoridad coercitiva, deberían ser puestos en práctica y demostrarse así cuál es más efectivo.
Habrá quien esté tentado de incluir a la figura de Voltairine de Cleyre en esta tradición ultraliberal, ese supuesto individualismo norteamericano que llega hasta la actualidad con esa aberración de los libertarians y esa falacia del anarcapitalismo; desgraciadamente, hay toda una apropiación actual de lo libertario, en incluso del anarquismo, pero por supuesto poco o nada que ver. Volviendo a la figura que nos ocupa, Voltairine puede catalogarse de anarquista sin ninguna duda, ya que apostaba por la libertad en sentido amplio y estuvo al lado siempre de los más humildes y oprimidos, creyó siempre en la emancipación de las clases más baja a través de la cultura; como veremos, enseguida, tendrá además una evolución ideológica que dificulta etiquetarla sin más.
Bien es cierto, tal y como aclara David Martín Sánchez, autor del reciente libro Voltairine de Cleyre. La perla del anarquismo, es que si con frecuencia se considera esta figura dentro del individualismo es por haber considerado siempre que al comunismo le faltaba la intimidad; como es lógico, criticaba toda concepción socialista paternalista y burocrática, que anulara el desarrollo y la libertad individuales.
Como buena anarquista, Voltairine defendía la igualdad y la emancipación femenina por cauces diferentes a los de las sufragistas de su época. Coincidía con Emma Goldman en concebir el matrimonio como una prisión para la mujer, aunque al parecer fue más allá todavía y acabó criticando incluso la unión libre, ya que consideraba que la convivencia en ese sentido anulaba el desarrollo vital e intelectual del individuo. No obstante, insistimos, aunque se podría calificar a esta mujer como partidaria del anarcoindividualismo en un primer momento, proclive a un mutualismo proudhoniano que dio tanto juego en el siglo XIX en Estados Unidos, ya hemos dicho que sufrió una considerable evolución y luego, sin tal vez abrazarlos, comprendió también los postulados del comunismo libertario. Puede decirse que se adhirió finalmente a un anarquismo sin adjetivos del estilo de Ricardo Mella o Tarrida del Mármol combatiendo toda etiqueta.
De hecho, algo primordial en su evolución, en 1897 Voltairine hará un viaje a Gran Bretaña donde permanecerá durante cuatro meses y se entrevistará con Louise Michel, Rudolf Rocker, Max Nettlau y Kropotkin, que definirá como uno de los grandes hombres que había dado Rusia al igual que Tolstói. Otro hecho, semejante al de los mártires de Chicago, que le impresionó enormemente y que provocará quizá otro giro en su pensamiento fue conocer a anarquistas españoles que habían sido torturados en Montjuic. Era así hasta el punto que pasará de un anarquismo tolstoiano, más bien radicalmente pacifista, a ser partidaria de una acción directa y, si no a justificar, a comprender a veces ciertos actos violentos desesperados por parte de los libertarios. En 1911, conoció también la Revolución Mejicana, y el pensamiento de Ricardo Flores Magón, entusiasmándose con todo ello, iniciando una gran campaña de apoyo y escribiendo de manera regular en el periódico Regeneración del propio Magón.
Hay que decir que en 1902 sufrió un atentado por parte de un antiguo alumno, donde al parecer entraron en juego temas personales de celos, por lo que quizá hoy lo catalogaríamos de crimen machista o de género. El atentado debilitó aún más su frágil salud, con diversas enfermedades crónicas, y Voltairine murió joven en junio de 1912. Desconocemos como hubiera seguido evolucionando, a diferencia de Emma Goldman, que vivió la Revolución rusa y la revolución española durante la guerra civil. Aun así, creemos que su figura merecer ser recordada dentro del rico universo anarquista.
Kropotkin y la Revolución Bolchevique
Como es sabido, Kropotkin fue geógrafo de profesión. Destacó, en ese aspecto, por los descubrimientos efectuados en el curso de dos expediciones en Siberia y Manchuria (1864), y en Finlandia y Suecia. Como gran interesado en cuestiones políticas y sociales, con 25 años se afilió en Suiza a la Primera Asociación Internacional de los Trabajadores como defensora de los principios socialistas, aunque su adhesión al anarquismo le obligó a finalmente abandonarla y acabaría convirtiéndose en un gran filósofo, en un meticuloso investigador y en uno de los pensadores libertarios más representativos.
Libres del «progreso» y del progresismo
No sé si os pasa lo que me pasa a mí con algunos temas: algún término, concepto afirmación…, los escucho a todas horas y sé que no me encajan, que no me cuadran. Es como un moscardón que me ronda y que espanto porque no tengo tiempo de meditar los motivos de mi incomodidad. Uno de esos términos es progresista, se ha convertido en una especie de cajón de sastre que sirve para casi todo: gobierno, partido, coalición, propuestas «progresistas». Mi confusión se ha convertido en ese zumbido de moscardón que me ha conducido finalmente al portátil para desentrañar este incordio que me ronda.
Seguir leyendo Libres del «progreso» y del progresismoMagonismo, anarquismo en México
El magonismo es una corriente de pensamiento que se ha definido como indígena-libertaria, y que inició como su nombre indica Ricardo Flores Magón, la cual impulsa al pueblo mexicano a hacer la revolución social. El propio Flores Magón, nacido en 1874 en San Antonio de Eloxochitlán (Estado de Oaxaca, México), tenía un origen indígena y humilde; sigue sus estudios en México D.F., donde se iniciará en la política a través de la lucha contra el dictador Porfirio Díaz junto a sus hermanos Enrique y Jesús.
Sapiens (o no tanto)
Hace unos años, un libro resultó muy vendido (vamos a presuponer que, también, muy leído) con ese pretencioso título, Sapiens. De animales a dioses. El autor era un tipo israelí, creo que historiador, Yuval Noah Harari. El caso es que, recientemente, alguien que me aprecia me regaló la obra y uno, a pesar de la desconfianza manifiesta hacia todo best-seller en la sociedad del consumo fácil, tiene la sana costumbre devorar toda lectura que cae en sus manos. Veamos. La tesis central del libro es que el homo sapiens acabó dominando el mundo gracias a su capacidad para crear grandes ficciones (léase mitos como los dioses, las naciones o incluso el dinero) y hacer que gran número de personas crean en ellas para crear estructuras sociales de todo tipo. No todas esas estructuras nos gustan, por supuesto, pero podríamos interpretar que cualquier sociedad es posible si nos empeñamos en que lo que mueva al mundo sea algo medianamente decente (no es el caso actual). Hay también en la obra de Harari algunos lugares comunes, como el hecho de que el llamado homo sapiens ha acabado devastando a su paso a otras especies en el momento en que llegó la agricultura, los asentamientos y se reprodujo de manera indiscriminada. Uno se pregunta cómo es posible que fanáticos en la actualidad adviertan sobre los peligros de la falta de natalidad, sustentada principalmente en esa estupidez de la puesta en peligro de la familia tradicional, cuando sobra gente por todos lados y no todo el mundo tiene unas condiciones dignas de existencia. Se trata de que los que estamos vivamos mejor, no de que sigamos trayendo desgraciados a este cuestionable mundo. Pero, volvamos con la obra en cuestión.
Seguir leyendo Sapiens (o no tanto)Hablemos sobre un libro: ¡A Zaragoza o al charco!’
Nada en los libros de Los Gimenólogos, recorre la senda habitual de la Historia hegemónica avalada por la Academia (todo con mayúsculas). Para empezar, no es habitual la autoría colectiva, tampoco lo es la manera de enlazar materiales proporcionados por «amigos» que se han ido reuniendo a lo largo de los años, su manera de entender la historia también es peculiar.
Seguir leyendo Hablemos sobre un libro: ¡A Zaragoza o al charco!’La Transición española, la visión anarquista
Aunque algunas voces, y de manera muy matizada, quieren ahora ser críticas en los medios generalistas con la llamada Transición española a la democracia, es necesaria una profundización mayor recordando la visión anarquista también en la memoria histórica. Sin perder la autocrítica, siempre necesaria, hay que recordar los factores de silenciamiento y criminalización que llevaron al declive del único movimiento que no quiso participar en el domesticamiento político y sindical.
Bookchin, la historia y la civilización
No se andaba con rodeos Murray Bookchin y lanzó en más de una ocasión un ataque furibundo contra los que denomina «intelectuales posmodernistas» y las convenciones culturales creadas por ellos, derivadas de un relativismo social, político y moral. Abunda Bookchin en epítetos sobre las características de este conjunto relativista, aunque el que subscribe no desea reproducirlos sin más, por requerir de las debidas matizaciones. Los autores posmodernos critican una visión teleológica de la Historia, mientras que Bookchin sigue reclamando un sentido histórico (lo cual, no supone una reivindicación de ningún proceso) en aras de una sociedad racional.
La (increíble) historia de Hildegart Rodríguez
Resulta, efectivamente increíble la historia de Hildegart Rodríguez (pseudónimo de Carmen Rodríguez Carballeira), pero hay veces que la realidad supera a la ficción y esto ocurrió en este país que llamamos España; un ser vivo concebido para moldearlo con un objetivo concreto. Hildegart nació en Madrid en diciembre de 1914; su madre, Aurora, decidió desde el momento de su concepción que Hildegart sería un modelo para la transformación radical de la sociedad, para la revolución sexual, la liberación del proletariado y, paradójicamente, para la emancipación de la mujer.
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