Aunque hay un siglo por medio y toda la aceleración histórica que implica la postmodernidad, entre este primer tercio del XXI y su equivalente en el XX existen significativas coincidencias y notables desafíos en lo referente al despliegue de la acracia social. Además de la fundación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) en 1910, aquella turbulenta etapa se caracterizó en España por una fuerte incidencia de lo libertario entre los trabajadores, tan amplia, profunda y plural que puede afirmarse que fue en ese tiempo cuando germinó el potencial anarquista que eclosionaría durante la Dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República, la Guerra Civil y la subsiguiente Revolución Colectivista. Seguir leyendo Anarquismo(s) siglo XXI: reacción en cadena
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La auténtica información
Recuperamos un texto que reflexiona sobre la calidad de la información que recibimos, y nuestra actitud hacia ella, en un mundo donde el desarrollo tecnológico parece haber ido paralelo a una mayor enajenación de las personas; reclamamos una mayor conciencia y crítica sobre el mundo en que vivimos conforme a la imagen que los grandes medios quieren darnos de él.
El míto de Sísifo
Según la mitología griega, Sísifo fue rey de Corinto y un hombre muy sabio y prudente. Sin embargo, cometió una gravísima falta que ofendió terriblemente a los dioses. Debido a esta transgresión, este mortal, símbolo de la humanidad, fue condenado al Hades y castigado de un modo muy particular. Su pena consistió en hacer subir una pesada roca hasta la cima de una altísima montaña para volverla a subir inmediatamente sin descanso por toda la eternidad. Este curioso mito fue brillantemente utilizado por el escritor franco-argelino y premio nobel de literatura Albert Camus para ilustrar su famosa filosofía de lo absurdo. Seguir leyendo El míto de Sísifo
Francia: La izquierda está muerta. ¡Viva la izquierda!
El liberalismo triunfa en el planeta sin encontrar ahora el contrapoder de una ideología que lo resista. Hasta hace poco el comunismo proporcionaba una alternativa. Valía lo que valía, poco, pero al menos cumplía su papel impidiendo los desbordes de arrogancia de un capitalismo creído de sí mismo. El socialismo republicano surgido de la Tercera República se envilecía un poco perfumándose a veces con algunos conceptos del tipo «lucha de clases», «proletariado», «capitalismo», pero nada demasiado grave, puesto que se trataba de captar al electorado de los olvidados por el liberalismo… Seguir leyendo Francia: La izquierda está muerta. ¡Viva la izquierda!
Por qué no es necesario el Estado
No es fácil dar una explicación sobre el origen del Estado, como no lo es darlo sobre la religión. Ambos, a nuestro modo de ver las cosas, tienen mucho que ver con una cultura autoritaria. Como dice Gaston Leval, en El Estado en la historia, la razón de por qué unos seres humanos se han impuesto sobre otros debe suponer uno de los capítulos de estudio más importantes de la historia.
Most
Johann Most (Alemania, 1846 – EE.UU., 1906) fue, seguramente, el difusor más importante del anarquismo revolucionario en los EE.UU. La originalidad de sus escritos, que no carecen de erudición y claridad conceptual, radica especialmente en la plasticidad de sus imágenes retóricas y en la fuerza (violencia, podríamos decir) de su estilo. Seguir leyendo Most
La anarquía tiene nombre de mujer
Si algo distinguió al movimiento obrero junto a su capacidad organizativa y sus movimientos por la mejora de las condiciones de la vida de la clase trabajadora, fue la ingente labor intelectual que realizó. Una labor que hizo surgir una cultura, la cultura obrera, que fue contraposición a la cultura burguesa dominante. Esta labor llevó al obrerismo al desarrollo de imprentas, escuelas, centros de formación y alfabetización, fundación de editoriales, etc., que ponían al alcance de los obreros los conocimientos que la sociedad del momento les negaba. Lo que generó fue esa cultura y centros de socialización, modos de comportamiento que anticipaban el modelo social que querían implantar. Seguir leyendo La anarquía tiene nombre de mujer
La «tradición barcelonesa»
La rica tradición barcelonesa de protesta urbana sigue inspirando nuevos libros. Por ejemplo, el de Manel Aisa, La huelga de alquileres y el comité de defensa económica. En nuestros tiempos de pobreza e injusticia crecientes (pisos vacíos, desahucios, malnutrición), este estudio resulta especialmente bienvenido porque nos muestra las creativas y originales tácticas de lucha desarrolladas por el efímero Comité de defensa económica, que desapareció blanco de la represión ‘democrática’ de la II República. Creado en el seno del Sindicato de Construcción de la CNT, que agrupaba a los sectores Seguir leyendo La «tradición barcelonesa»
La relación entre el ocio y la cultura
En el mundo de hoy, todos por igual, los capitalistas, los socialistas y la opinión pública en general constantemente ensalzan el trabajo y desalientan el ocio. Uno escucha frecuentemente que la juventud debe mantenerse ocupada y lejos del ocio. Según el prejuicio popular, un hombre ocioso es un criminal en potencia y posee un estatus sumamente bajo ante los ojos de la sociedad. La religión totalitaria del trabajo es un elemento predominante en la civilización burguesa de nuestros días. Seguir leyendo La relación entre el ocio y la cultura
La comunidad La Esperanza, un ejemplo de autogestión viva
El idealismo es necesario, pero no basado en irrealidades ni quimeras, sino en la capacidad real de aplicar las ideas pertinentes para transformar el entorno. Hay que descifrar los límites de los propios mitos, sean ideológicos, teóricos o de cualquier clase; descubrir la falsabilidad de los pensadores de referencia y tratar de aplicar las propias ideas teniendo en cuenta que por muchos antecedentes que tenga lo que te propones, y por más jugo que le saques a experiencias pasadas (la historia debe entenderse como pista, no como remanencia), la realidad es que esta experiencia, esta concreta, nadie la ha intentado antes; sólo tú y los que te acompañan. El discurso exclusivamente autorreferencial se diluye y queda la dura realidad. Es dura, pero es tuya.
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