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Los ilusionantes gobiernos de izquierda en Latinoamérica

La izquierda (parlamentaria, se entiende) está exultante, con la victoria de Gustavo Petro en Colombia, un país donde se está repitiendo que ha gobernado la derecha toda la vida de Dios. Incluso, el triunfo de Petro ha servido de severo paliátivo al disgusto de las también recientes elecciones andaluzas, donde el Partido Popular ha barrido a la izquierda con el único pírrico consuelo para la progresía de no entrar en el gobierno los abiertamente ultraderechistas de Vox. Pero, centrémonos en el panorama latinoamericano, donde el panorama izquierdista es alentador como demuestran los éxitos de Boric en Chile y de un tal Castro en Honduras o los gobiernos consolidados de López Obrador en México o de Alberto Fernández en Argentina, entre otros. Entre esos otros, por cierto, hay que señalar a Maduro en Venezuela o Daniel Órtega en Nicaragua, de tendencia algo más autoritaria de lo habitual. De entrada, habría que definir con detalle qué diablos queremos decir en esta ocasión y en estos tiemops con «gobiernos de izquierda», y como se traduce en sus políticas de supuesto cambio social, pero bueno. Vamos a congratularnos de que en tantos países hermanos no haya administraciones abiertamente reaccionarias e incluso pueda acabar desbancándose a engendros como Bolsonaro en Brasil.

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La revolución feminista de Mujeres Libres. Breves apuntes

Resulta sorprendente el olvido, o quizás borrado, que los feminismos actuales han llevado a cabo de una revolución feminista como la que llevaron a cabo Mujeres Libres entre 1936 y 1939. Es posible que alguien mencione alguna vez a Mujeres Libres, pero se hace como si fuera una naturaleza muerta que se rememora puntualmente sin encontrar genealogía en su agencia y en su pensamiento.

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El documental «Rocío», enajenación, represión y memoria

Fernando Ruiz Vergara, ya fallecido, fue el director del censurado documental Rocío, rodado en 1977 (aunque la producción aparece con fecha de 1980). Desgraciadamente, el trabajo de este hombre no ha tenido aún el reconocimiento que merece, a pesar de que representara en su momento a España en el Festival de Venecia y recibiera un premio en el Festival Internacional de Cine de Sevilla. Rocío fue la primera película secuestrada por nuestra gloriosa Transición, después de recibir una denuncia por recoger testimonios de vecinos de Almonte (Huelva) en los que se recordaba a los culpables de larepresión tras el alzamiento militar del 1936 y se daban detalles sobre los numerosos crímenes.

Lo que se narra en el documental resulta impagable, desde los orígenes de un cristianismo aspirante a fuerza institucional, pasando por los hechos históricos en los que se reafirma el poder eclesial, hasta analizar eventos religiosos de amplia participación popular, como la romería del Rocío, desde diversas perspectivas. Se cuenta que las hermandades religiosas se lucran con el evento sin ningún beneficio para el pueblo, y se recuerda además que su creación se realiza para anular a los movimientos sociales que cuestionan la estructura social.

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Viernes 24 de junio, presentación del libro «La revolución de las palabras. La revista Mujeres Libres»

¿Qué?:  Presentación del libro «La revoluci´ón de las palabras. La revista Mujeres Libres», con la intervención de Justa Montero, Ana Muiña y Laura Vicente.

¿Cuándo?: viernes 24 de junio de 2022

¿Dónde?: Fundación Anselmo Lorenzo – Calle de las Peñuelas, 41 – 28005 Madrid.

¿A qué hora?: 19:00 h.

¿Cómo contactar?https://fal.cnt.esinfor@fal.cnt.es – Tlf.: 91 473 82 48.

De fascistas y bufones: Los peligros de los bulos y las acciones de la extrema derecha

El pasado mes de mayo se cumplieron dos años de la Revuelta de los Cayetanos, esas concentraciones celebradas en Núñez de Balboa en las que los vecinos del barrio más rico de Madrid salían a protestar contra las restricciones de la pandemia. Nos reímos mucho de las imágenes de los pijos y franquistas trasnochados que golpeaban mobiliario urbano con palos de golf, se desplazaban en descapotables e iniciaban caceroladas con utensilios de cocina recién comprados que todavía tenían la pegatina con el código de barras. Sin embargo, no podemos perder de vista que detrás de estas protestas, impulsadas por una tal “María Luisa de Resistencia Democrática, simpatizante de Vox”, estaba la ultraderecha y su siniestra agenda política.

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¡A mí, el horror!

Hace un par de años, hubo el indignante proyecto de erigir en plena Plaza de Oriente madrileña una estatua de seis metros en homenaje al centenario de ese cuerpo militar de historial sangriento, que es la legión de este inefable país. Al parecer, el subterfugio para finalmente no hacerlo fue que los estudiosos del asunto pensaron que la castigada plaza, que tantas alegrías ha dado al fascismo patrio, no podría soportar semejante peso histórico forjado en piedra y bronce. Ahora, se ha anunciado ya que semejante monumento, que debería estar relegado a un museo donde se expliquen con detalle los desmanes del cuerpo fundado por MIllán Astray, irá ubicado en breve a las puertas del Cuartel General del Estado Mayor. El fundador del cuerpo legionario, admirador confeso de Hitler y Mussolini, amigo y compinche de Franco en sus crímenes, también da nombre a una calle madrileña, placa que fue repuesta hace no mucho con la mistificación histórica de que nada tuvo que ver el repulsivo Millán Astray con el cruento conflicto iniciado por el generalísimo y sus secuaces.

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El sucio crecimiento de la Burbuja Carcelaria

¿Os acordáis del asunto de la burbuja inmobiliaria, que a principios del siglo XXI empezó a crecer y crecer hasta que estalló en 2008 dando lugar a una crisis financiera morrocotuda? Bueno, la fiebre constructora de esos primeros años hizo que se edificaran montones de pisos, y que el sector público levantara aeropuertos, autopistas, puertos, rotondas, ciudades de la justicia, infraestructuras variadas, estatuas pavorosas, eventos y cosas así, que a día de hoy no valen para nada. Uno de los múltiples negocios que se llevaron a cabo para forrarse y llenarse los bolsillos de dinero público, tanto políticos como intermediarios y empresarios del ladrillo, fue el de la construcción de cárceles.

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Las funciones de la OTAN en la arquitectura del capitalismo global

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), también conocida como la “Alianza Atlántica”, fue fundada mediante el Tratado de Washington, firmado el 4 de abril de 1949. Con sólo 14 artículos, este tratado internacional, anuncia en su preámbulo que las partes firmantes “reafirman su fe en los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y su deseo de vivir en paz con todos los pueblos y todos los Gobiernos. Decididos a salvaguardar la libertad, la herencia común y la civilización de sus pueblos, basados en los principios de la democracia, las libertades individuales y el imperio de la ley”.

Pese a tan idílico inicio, la OTAN no es una plataforma de extensión y desarrollo de los derechos humanos o una ONG centrada en solucionar las múltiples injusticias que asolan nuestras sociedades, sino una organización militar internacional que agrupa más del 50 % del gasto en armamento global. Según la revista Defensa, “en 2021 el total del gasto en militar de los 30 países que integran la OTAN ha ascendido a 1.048.511 millones de dólares constantes de 2015, y representa un incremento del 2,11 % respecto a 2020.  El 30,8 % corresponden a EE.UU. (322.803 millones). Este presupuesto financia a más de tres millones de hombres y mujeres 3.317.000 que integran los ejércitos de los países OTAN (120.000 son los efectivos que corresponden a España)”.

¿Cuál es el objetivo último de esta gigantesca estructura militar transnacional, hegemonizada firmemente por los Estados Unidos, que representa el Ejército más imponente y extenso de la Historia de la Humanidad? Vamos a intentar desentrañarlo, resumidamente, en este texto.

La OTAN se constituye en el momento inicial de la Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Oficialmente se presenta como una organización armada construida para garantizar el apoyo mutuo entre los países occidentales ante el expansionismo soviético. El artículo 1 del Tratado fundacional establece que “las Partes se comprometen, tal y como está establecido en la Carta de las Naciones Unidas, a resolver por medios pacíficos cualquier controversia internacional en la que pudieran verse implicadas de modo que la paz y seguridad internacionales, así como la justicia, no sean puestas en peligro”. Sin embargo, el artículo 5 del mismo Tratado establece un sistema automático por el cual “las Partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas, y en consecuencia, acuerdan que si tal ataque se produce, cada una de ellas (…) ayudará a la Parte o Partes atacadas, adoptando seguidamente, de forma individual y de acuerdo con las otras Partes, las medidas que juzgue necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada”.

Sin embargo, la amenaza del expansionismo soviético, en los años subsiguientes a 1949, difícilmente consistía en un hipotético ataque armado de la URSS contra los países occidentales. El Pacto de Varsovia (la organización espejo de la OTAN entre los países del “socialismo real”) no fue fundado hasta 1955, como respuesta a la puesta en marcha de la OTAN.

La amenaza real, entonces, en los territorios de Europa Occidental, era la expansión del movimiento obrero y el comunismo, en algunos lugares aún por domesticar. Esto explica las reiteradas informaciones relativas a la participación de servicios de la estructura de inteligencia de la OTAN en actividades de contrainsurgencia en numerosos países europeos, realizando atentados, seguimientos o campañas de desinformación política. La red Gladio en Italia, Absalon en Dinamarca o ROC en Noruega, son los diversos nombres de las estructuras que la inteligencia de la Alianza, en colaboración con la CIA y el M16 británico, así como en estrecho contacto con sectores de la ultraderecha de diversos países, puso en marcha durante la Guerra Fría en una Europa que se pretendía alejar de la influencia comunista. Ya en 1957, por ejemplo, el director del servicio secreto noruego, Vilhelm Evang, protestó públicamente contra las actividades de subversión política llevadas a cabo por la OTAN y EEUU, retirando temporalmente al Ejército noruego del Comité Clandestino de Coordinación de la Organización.

Con la caída del Muro de Berlín y la disolución del Pacto de Varsovia, la Alianza parecía hacerse quedado vacía de funciones. Europa ya no estaba en peligro. Sin embargo, la OTAN no se disolvió, sino que asumió con aún más brío objetivos que, ya implementados durante la Guerra Fría, son fundamentales para la gestión política y social de la hegemonía norteamericana sobre el mundo.

Nos explicaremos: la OTAN es una organización militar y de inteligencia que permite al Ejército norteamericano (el mayor del mundo con enorme diferencia, y el que hegemoniza de hecho la toma de decisiones de la Alianza Atlántica) controlar los estándares técnicos y las estructuras de mando de los Ejércitos aliados, orientar la formación militar y político-social de las Fuerzas Armadas del resto de firmantes del Tratado, imponer sus análisis sobre las amenazas globales y sobre las medidas a tomar ante ellas, y, sobre todo, convertir a los Ejércitos firmantes en clientes fieles y dependientes de su descomunal industria de Defensa. Y la industria de defensa es el pilar esencial del Imperio norteamericano.

Vayamos por partes: Estados Unidos tiene intermitentemente una enorme deuda pública. Una deuda que, si la tuviera cualquier otro país, implicaría la quiebra y venta en saldo de su estructura productiva y sus servicios públicos, por la vía de un Plan de Ajuste Estructural como los que el Fondo Monetario Internacional fuerza a firmar a los países del Tercer Mundo. Pero EEUU puede hacer frente a esa deuda sin problemas. ¿Cómo? Porque dispone de lo que algunos autores han llamado “el señoreaje del dólar”, es decir, tiene a su disposición la máquina de emitir dólares con los que pagar la deuda. Para esto, es decisivo que los dólares continúen siendo la divisa internacional de referencia, es decir, que todos los Bancos centrales y empresas del mundo estén dispuestos a utilizarlos para sus transacciones. El hipertrofiado aparato militar estadounidense garantiza que esto sea así. Si alguien toma medidas que privilegien otras divisas en su comercio exterior, puede encontrarse con una rápida intervención del cuerpo de marines, como le ocurrió a Sadam Hussein.

La brutal extensión del gasto militar de los EEUU es, además, uno de los elementos fundamentales de su éxito económico después de la Segunda Guerra Mundial. Como pusieron de manifiesto pensadores como Noam Chomsky o Jame Petras, Estados Unidos se sostiene sobre una forme perversa de política económica que podríamos llamar “keynesianismo militar”. Esta política económica está basada en un amplio gasto público en defensa que alimenta un descomunal “complejo militar-industrial” de empresas privadas gigantescas.

El ”keynesianismo militar” funciona como una inyección de gasto público continua que alimenta la economía, pero en un sector específico (el militar) donde no “entra en competencia” con el sector privado (como lo haría en el caso de que este gasto público fuera gasto social en educación o sanidad). Así pues, la economía norteamericana consigue la cuadratura del círculo, gracias a su hipertrofiado sector de Defensa. Estimula su economía industrial con un gasto militar que no tiene que pagar en su cuantía real, porque dispone de la “máquina de hacer billetes”, de cuya aceptación internacional cuida el cuerpo de marines.

Así que la OTAN es un club de clientes fieles de la industria militar norteamericana y una estructura que garantiza su influencia política sobre las Fuerzas Armadas de otros países.

Para legitimar a la organización, por otra parte, a la OTAN se le ha dado una función subordinada en la estrategia principal de las últimas décadas del aparato militar norteamericano. El “señoreaje del dólar” está basado en que las Fuerzas Armadas de EEUU cumplan la función de “gendarme del mundo”, garantizando las infraestructuras básicas de la globalización económica (es decir, que las principales vías comerciales están disponibles para el comercio mundial y la energía y las mercancías llegan donde deben de llegar). Esto explica la estrategia norteamericana en Oriente Medio (invasiones de Irak y Afganistán, guerra en Siria), así como la inmisericorde presión de la Alianza sobre Rusia, que es un país con una fantástica base de materias primas y fuentes de energía que aún no controlan del todo los fondos de inversión internacionales.

En este papel de “policía global”, la OTAN ha jugado, hasta el momento, un papel auxiliar del Ejército norteamericano. El artículo 5 del Tratado fundacional solo se ha activado para justificar la intervención en Afganistán (contra las redes yihadistas que ponían en peligro las vías de transporte de la energía a nivel global). Sin embargo, su papel en Europa parece darle un protagonismo añadido: la extensión de la infraestructura militar de la OTAN hacia Rusia parece el prolegómeno de una andanada brutal de conflictos “fríos” y “calientes” entre los países occidentales y las nuevas potencias emergentes (China, Rusia, Irán…) que puede durar décadas.

La OTAN, pues, se justifica a sí misma presentándose como la alternativa militar a una Europa sin un Ejército coordinado, amenazada desde el sur y el este y sin estándares comunes para su industria de defensa. Sin embargo, no podemos olvidar que lo único que nos ofrece la OTAN, en la vida real, es dependencia, falta de soberanía, control ideológico, militarización social y desvío de fondos públicos para las guerras y matanzas que necesitan los grandes inversores.

Los pueblos se manifiestan contra la OTAN porque saben que el industrial de las armas es hermano del señor de las batallas.

Jose Luis Carretero Miramar

El voto útil en las elecciones andaluzas

Andan estos días liados con las próximas elecciones andaluzas, y con el presumible resultado de victoria de las derechas. El votante de izquierdas ha de estar un tanto confuso ante la paridad de candidaturas y me temo que no acierte a echar la papeleta en el sitio correcto. Por Andalucía y Adelante Andalucía. Propongo por tanto una única candidatura que se llame: Por Andalucía Adelante Andalucía PSOE de Andalucía. La PAAAPA.

Pero es que ni siquiera ya se escuchan voces alertando del peligro del fascismo. Por lo visto está asumido y lo tenemos con marca andaluza incrustado en las instituciones, y las izquierdas variopintas no lo van a sacar de ahí ni con palancas. Claro, tanto tiempo alertando de que viene el lobo, que cuando lo tenemos encima, ya está to dios anestesiao.

Porque la cosa es surrealista. Yo no sigo la prensa local en demasía, ni los mítines, ¿y qué es lo que me llega? Que de alguna manera a Teresa Rodríguez, que parece Blancanieves, la zancadillean para que no salga en la tele, para que no reciba subvenciones, etc. Una pelea de esas intestinas. Y enfrente de Teresa, Inmaculada Nieto, que da la impresión de la Bruja Mala, que no la he visto en la vida y que en tema mediático, no sé qué tirón tendrá. Ni idea.

Y dentro de la pelea de las candidaturas, la señora de más derecha pura superior, que se ha empadronao en Graná, y que de inmediato han impugnado la candidatura para que no se presente porque no es andaluza, y porque solo se empadrona para presentarse sustituyendo a aquel Ex-Juez… Al final se presenta, y la conoce to cristo gracias a la publicidad gratuita.

A lo que voy, es que desde que se anunciaron las elecciones, esta gente que se ofrece a mandar y legislar, se ha dedicado a mirar con lupa las candidaturas de los otros, y ver cómo les pueden jorobar a base de bien. No han hecho otra cosa, diría yo, en meses y meses, más que hablar, reunirse y ver de qué manera se reparten el magro resultado de cargos que esperan adquirir, impidiendo que los demás se presenten. 

Y en fin: apelación al voto útil. Por lo visto se da por sentado que va a ganar el PP y que va a co-gobernar con VOX. Teniendo en cuenta que el PSOE obtendrá malos resultados, y que la izquierda estará en la oposición, ¿de qué forma se evitaría que los fachas autoritarios y centralistas gobiernen en Andalucía?

Yo atacaría por dos frentes: el primero mostrando que a las claras la candidata del fascismo autoritario, centralista etc., quiere cerrar Canal Sur, con lo cual el programa La Tarde y su presentador carismático, Juan y Medio, dejarían de buscar pareja a tanto andaluz desparejado. En cuanto eso se sepa, yo calculo que el facherío pierde un 8% de votantes. Y la segunda consigna para que los fachas extremos no manden: pues votar al PP que va a ganar. Lo dejo ahí, pa que se piense en ello, por lo del voto útil. Solo para quien quiera votar útil. Porque al fin y al cabo, el voto inútil, es el del que vota al que pierde.

Acratosaurio rex

El anarquismo y la maledicencia «liberal» de Vargas Llosa

Uno posee la insana costumbre, extrañamente irrefrenable, de echar un vistazo cada vez que un infame diario generalista cae en sus manos. Normalmente, mi reacción emocional oscila entre el hastío y la repulsa, pero recientemente el cabreo ha adquirido proporciones gigantescas. Es sabido que el inefable Marío Vargas Llosa posee una tribuna privilegiada en el increíblemente progre periódico El País y ayer domingo este fulano, adalid de la peor cara del liberalismo, se explayó a gusto sobre el anarquismo. Así, Vargas empieza su artículo sorprendiéndose, apenas escondiendo un sarcasmo de baja intensidad, de la buena salud de los ácratas y aseguró, incluso, haber leído un libro llamado La rebeldía más allá de la izquierda, sobre el que se muestra condescendiente; a su autor, el venezolano Rafael Uzcátegui, parece alabar engañosamente. No tarda demasiado el escritor de La ciudad y los perros, cayendo en un territorio vulgarmente trillado, en vincular el anarquismo con la más pura violencia y asegurar, por ello, que fue «una ideología equivocada». Es todavía más indignante que afirme que, como anarquistas, «Uzcátegui y sus amigos son menos violentos que sus mayores de la generación anterior». Sabrá este cretino cómo es este sociólogo y escritor anarquista, al que conozco desde hace años, gran defensor de los derechos humanos en su país; por ello, ha recibido las críticas de infinidad de inicuos botarates defensores de ese fraude llamado revolución bolivariana.

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