La RAE define al cuerpo como un conjunto de partes que forman un ser vivo, se puede agregar a este concepto inicial, el lenguaje simbólico significado por la cultura, estableciéndolo entonces, como una categoría política. Por ello, el cuerpo lo podemos considerar como lugar de lo político.
Sigue leyendoEl Síndrome de Sherwood o cómo la policía revienta una protesta
Tras la irrupción de una turba de Mossos d’Esquadra en la Universitat de Lleida el pasado martes 16 de febrero y la posterior detención del rapero Pablo Hasél, una ola de solidaridad inundó las calles de ciudades y pueblos del Estado Español. Las manifestaciones en contra del encarcelamiento y a favor de la libertad de expresión se extendieron desde ese mismo día, y con ellas la represión y los altercados.
Sigue leyendoDel 23-F y demás relatos fantásticos
Hoy, hace justo cuatro décadas del intento de golpe de Estado en este indescriptible país. Desde temprana edad, nos adoctrinaron para la construcción de un relato, el de la llamada Transición, según el cual el gran héroe de evitar la involución fue el hoy delincuente huido Juan Carlos de Borbón. Ya entrados los 90, cuando los inefables documentales perpetrados por Victoria Prego, adecuadamente extendidos a nivel mediático, uno empezó a entrar en razón. El fallido intento golpista de febrero de 1981 vendría a ser la continuidad en la novela rosa que nos han vendido sobre la llegada de la democracia, que tendría su colofón con la victoria del Psoe en 1982. Un partido supuestamente progresista, que apaciguaría a las masas ante el cúmulo de medidas catastróficamente ‘modernizadoras» que se avecinaban. Desde aquello de Tejero, el 23-F es casi un día litúrgico en este bendito país (y el símil religioso no es gratuito), una consolidación reiterada año tras año de una institución anacrónica como es la monarquía. En los años posteriores a la muerte del genocida dictador, la monarquía no gozaba de una gran popularidad, pero desde el momento en que el campechano (supuestamente) decidió no secundar a los militares golpistas, el destino de este inenarrable país quedó unido a su figura.
Sigue leyendo¿Ciencia anarquista?
El anarquismo – o mejor: los anarquismos – rara vez se abre paso en la discusión pública, sus posiciones son consideradas «reaccionarias» en la izquierda autoritaria y el término sinónimo de caos es utilizado por un gran número de personas. Es probable que muchos estén de acuerdo con los principios del anarquismo, especialmente si se describen de manera tan vaga como el «rechazo de todas las relaciones de dominación innecesarias», como creo que dijo una vez Noam Chomsky.
Sigue leyendoVotar o (mejor) no votar
Ayer, día de una destacada efeméride dentro de esta aborregada sociedad de consumo, se celebraron también elecciones en tierras catalanas. El caso es que echando un vistazo al resultado, y al colorido gráfico resultante, a uno le vienen a la cabeza una serie de reflexiones de lo más dispares e hilarantes. Lo primero es destacar algo en lo que no van a insistir demasiado los medios y es el histórico resultado de la abstención, auténtico vencedor de las elecciones, que ha estado cerca del 50%. Un espíritu ácrata, y decididamente tocahuevos, como el de un servidor no puede menos que congratularse. Lo siguiente sería constatar también lo profundamente veleta que es esa parte de la población que todavía acude estoicamente a las urnas cuando observamos que el partido ganador hacer cuatro años, el inefable Ciudadanos, está ahora a la cola con la irrisoria cifra de seis escaños. Hablamos de uno de una de las fuerzas que, hace no tanto, era la auténtica alternativa al gobierno de España cuando la población estaba hastiada de los partidos tradicionales y… bla, bla, bla. Claro que la otra alternativa de nuevo cuño, escorada a la izquierda, era Podemos y ahí van, pillando cacho en el gobierno central de milagro, pero sobreviviendo lastimosamente en otros ámbitos. Tampoco es para sorprenderse mucho con lo ocurrido con Ciudadanos, ya que lo mismo ocurrió hace años en su mismo espacio político, ese horror llamado «centro» un poquito hacia un lado, u otro o más bien hacia la nada, con aquella cosa llamada UPyD también beneficiada efímeramente por el auge de los nacionalismos periféricos.
Sigue leyendoMiedo en tus ojos
Hace tiempo escribí un texto que empezaba tal que así: “El miedo siempre está presente. Es una emoción básica y uno de los motores para bien o para mal, de las sociedades humanas. Siempre he oído que hay que hacerlo cambiar de bando; pero el miedo está en ambos lados. Simplemente, unos tienen las armas y las herramientas para protegerse de sus miedos. Otros, nos las negamos.”
Sigue leyendoEl legado de Kropotkin 100 años después de su muerte
Hoy en Rusia Kropotkin es un famoso científico y revolucionario ruso; entre los antropólogos contemporáneos la teoría del apoyo mutuo desarrollada por Kropotkin se sigue valorando contra las ideas de selección de los seres humanos de o atribuidas a Darwin; para los ecologistas Eliseo Reclus y Pedro [Piotr para algunos] Kropotkin son referentes. Y para los antiautoritarios y anarcosindicalistas, La Conquista del Pan, El Apoyo mutuo, Campos, fábricas y talleres, La Comuna de París, El Estado y su papel histórico, etc., son libros y folletos conocidos o leídos.
Sigue leyendoPolíticas de memoria y derecho a las memorias
Que la memoria sea «cívica» o una «cultura», el problema es la irreductible incompatibilidad entre las «políticas de memoria» y el «derecho a las memorias»
El Anteproyecto de ley de «memoria democrática», presentado por el Gobierno de «coalición progresista» para «reparar y reconocer la dignidad de las víctimas», ha abierto un interesante debate sobre el objetivo de las «políticas públicas de memoria democrática» en el contexto político español actual.
Sigue leyendoKropotkin y la infancia
A pesar de su título, las Memorias de un revolucionario del príncipe anarquista Piotr Kropotkin no dicen mucho de la revolución propiamente dicha. La actividad revolucionaria que lo hizo famoso está despachada en algunas decenas de páginas, al final y de forma apresurada. El grueso de esa autobiografía, que fue justamente saludada por Tólstoi como una de las grandes obras literarias de su época, está dedicada a narrar la infancia y juventud de Kropotkin.
Sigue leyendo¿Libertad de expresión?
Antes del viernes, tiene que ingresar en prisión el rapero Pablo Hasél por varios delitos de apología del terrorismo e injurias a la corona. Diré, antes de nada, como no puede ser de otra manera, que considero que cada uno puede expresar lo que le venga en gana. Sí, es cierto que a alguno se le puede ir la olla y soltar barbaridades (falsas) sobre cualquiera, pero eso tiene sus cauces y, no obstante, no entremos en un debate trillado y propio de un determinado tipo de sociedad mediática. Reitero lo de la absoluta libertad de expresión, máxime en el terreno artístico, que creo que tantas veces se realiza con una intención transgresora. De hecho, no entiendo mucho de rap o cultura hip hop, pero me da que el tono agresivo es habitual en las letras. Por ejemplo, hay un grupo, no mencionaré el nombre, que dentro de una verborrea interminable les he escuchado pedir zulos para algún político e incitar a la violencia de diversas maneras. Para ellos, la lucha contra el fascimo lo justifica todo. Lo grave, en este caso, es que llaman fascismo a casi cualquier cosa. Pero, no quiero desviar la atención sobre el tema central, que es la total libertad de expresión.
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